Girard-Perregaux celebra 150 años de sus míticos tres puentes

Constant Girard se interesó desde el principio por el tourbillon. Mientras otros relojeros de la época (mediados del siglo XIX) se afanaban en adaptarlo a calibres ya existentes, Girard se obsesionaba con la estructura del movimiento y la forma de sus componentes. A mediados de la década de 1850, comenzó a desarrollar un reloj equipado con un regulador del tourbillon en un calibre inédito conformado por tres puentes paralelos. Los primeros bocetos con sus puentes en forma de flecha culminaron con la incorporación de este principio a un tourbillon cronómetro de bolsillo  con tres puentes paralelos de níquel plateado que ganó el primer premio del Observatorio de Neuchâtel en 1867.

Constant Girard expresó una visión innovadora, otorgando al calibre una dimensión tanto estética como funcional. En 1889, nació el Tourbillon con Tres Puentes de Oro, apodado Esmeralda (en algún momento fue propiedad del presidente mexicano Porfirio Díaz hasta que regresó al museo de la casa después de que uno de sus herederos lo vendiera en 1970). El reconocimiento fue inmediato, ya que el cronómetro de bolsillo de tourbillon con escape pivotante y tres puentes de oro ganó la Medalla de Oro en la Exposición Universal de París.

Según la firma, el Tourbillon con Tres Puentes está considerado como el movimiento de relojería más antiguo del mundo todavía en producción, con una estructura general que se ha mantenido sin cambios desde la década de 1860. A finales de los años 70 del siglo XX, en pleno auge del cuarzo, Girard-Perregaux apostó por el regreso a los relojes mecánicos tradicionales y produjo una reedición de 20 piezas de su famoso reloj de bolsillo Tourbillon con Tres Puentes de Oro creado en 1889. En 1991 una nueva versión celebró el bicentenario de la manufactura que nació en 1791: el Tourbillon con Tres Puentes de Oro se hizo reloj de pulsera por primera vez. Desde entonces, se han producido 1,500 unidades de este modelo, según Girard-Perregaux.

Y la saga continúa 150 años después de que el Observatorio de Neuchâtel reconociera el hallazgo mecánico. Para celebrar siglo y medio de este invento, la firma suiza lanza un nuevo modelo de oro rosa y caja de 40 mm. El nuevo Tourbillon con Tres Puentes de Oro 40 mm se aloja en una caja de oro rosa. Destaca su imponente tourbillon en forma de lira con tres puentes paralelos en forma de flecha, con 257 componentes montados y decorados a mano y 31 rubíes. La jaula del tourbillon, con 79 componentes y 0,278 gramos de peso, se acciona con un sistema de bobinado automático de micro-rotor unidireccional. Además, este guardatiempo tiene  una reserva de marcha de 50 horas.

El nuevo Tourbillon con Tres Puentes de Oro 40 mm permite observar el movimiento gracias a su esfera semiesqueletada con manecillas Dauphine de oro rosa y su fondo transparente. Tiene funciones de horas, minutos y pequeño segundero en el tourbillon.

Tiempo de Relojes

Artículo anterior

Jaquet Droz depura su colección más icónica

Siguiente artículo

Zenith celebra el lanzamiento de la Range Rover Velar

Notas relacionadas

Alma Delia Pacheco

Directora comercial relojes

Heredé el gusto por los relojes desde niña y profesionalmente por el diseño. Desde hace 21 años estoy en este fascinante sector relojero, trabajando de la mano junto con las marcas haciendo estrategias comerciales y de marketing.

SANDRA GUERRA

Coordinadora de Eventos

Ingeniera industrial que encontró en la relojería las máquinas ideales para articular experiencias, arte y creatividad en un engranaje impulsado por personas extraordinarias. Más de 88,600 hrs. de vuelo en estrategia y…

KEVIN GONZÁLEZ

Diseñador digital y multimedia

Geek millennial, amante de la tecnología. Ing. en comunicación multimedia, llevo los relojes mecánicos a la dimensión digital. Siempre al tanto de las tendencias tecnológicas.

LESLIE LÓPEZ

Director editorial

Lector antes que editor. Planté un limonero y escribí un libro. Espíritu deportivo para templar el ánimo. Ldo. en Filosofía (Univ. de Sevilla) y Máster de Periodismo (Complutense de Madrid).

CARLOS ALONSO

Director general

Los contenidos en evolución son su razón de ser sin que importe el soporte. “La vida y la relojería, donde se ha especializado por más de 30 años, no son nada sin contenido”. Después de que los soportes hayan vivido una revolución tecnológica es momento de volver a defender el buen periodismo como una necesidad general.

CARLOS MATAMOROS

Colaborador Autos
Recibió su primer reloj a los siete años, aprendió a cuidarlo y desde ahí ya no hubo vuelta atrás. Gracias a la carrera espacial y a las de autos, su pasión se dividió entre las máquinas que miden el tiempo y las dedicadas a vencerlo.

ANDRÉS MORENO

Redactor

Decía Antonio Machado que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Me he guiado por esta máxima durante casi veinte años que llevo escribiendo de relojes. En mi mano está hacerlo del modo más ameno posible.
Total
0
Share