Del Finissimo al picolissimo, otro logro de bvlgari

La casa romana hace latir el Serpenti con un nuevo calibre manual diminuto. Un ejercicio de miniaturización mecánica que inaugura nuevas posibilidades y desafíos

Si tenemos que hablar de iconos y diseños del imaginario colectivo en relojería, hay vida más allá de los fetiches masculinos como el Nautilus, el Royal Oak o el Octo; o de los amuletos femeninos como el Panthère, el Happy Sport o el Twenty-4. Bulgari inoculó el veneno de Serpenti en la psique del lujo femenino en los años 50. ¿A quién no le atrae un símbolo como este: seductor, ambivalente, locuaz, astuto y tentador? La firma romana no solo se inspiró en la tentación bíblica de Eva, con la connotación de pecado y placer de la serpiente, sino también en las abundantes joyas grecorromanas con este animal como protagonista. Pero más allá de la inspiración, lo que logró la casa joyera también es recrear el ofidio con un brazalete que se enrosca en el brazo de una forma tan perfecta que imita a la naturaleza.

Ahora un nuevo calibre anima los nuevos ejemplares del bestiario particular de la casa. Piccolissimo se convierte así en un movimiento manual de los más pequeños del mundo producido en la manufactura de la firma en Le Sentier. El calibre BVL100 recupera los diminutos “motores” mecánicos que formaron parte de todos los relojes femeninos de Bulgari hasta principios de los años 70. Este minúsculo corazón que mide 12.30 mm de diámetro, 2.5 mm de grosor y pesa 1.30 gramos está alojado en la cabeza del reptil. Lo llevan los guardatiempos de la colección Serpenti Misteriosi recién estrenada.

La casa que desafía cada año con el non plus ultra de delgadez de sus calibres en su línea Octo Finissimo apuesta por retomar sus mitos y musas y dotar a la serpiente más famosa del mundo joyero con un calibre a su altura. En esta ocasión no bate récord porque Jaeger-LeCoultre sigue ostentando el trono del calibre más pequeño con su mítico 101 de 1929. Era rectangular y medía 14 mm de largo, 4.8 mm de ancho y tenía un grosor de 3.4 mm. En el corazón del movimiento, una minúscula espiral oscila a 21,600 veces a la hora.

Hoy, el nuevo mecanismo de Bulgari puede ser un intento de poner sobre la mesa la destreza de la casa para invocar lo diminuto como un desafío mecánico con más posibilidades de lo obvio. No dudaría de que este movimiento puede anunciar alguna jugada maestra que posicione la línea femenina como una de las más respetadas en la industria. Y hay rumores de que ya andan en ello. Para empezar, deberá superar la marca de otro de los calibres miniatura más legendarios. Hablamos del el R550 de Blancpain, que también es redondo como el de Bulgari. En concreto mide 11.85 mm de diámetro y se lanzó en 1956.

Para el calibre BVL100 el ejercicio de miniaturización ha sido extremo. Sus 102 componentes dejan ver el barrilete de 5 mm y un grosor de 1.47 mm, con un muelle de 170 mm de largo antes de enrollarlo. Un volante regulador de oro blanco para una inercia óptima del mecanismo. La cabeza de la serpiente se abre para mostrar el reloj con solo presionar la lengua del reptil (nada más viperino) en Serpenti Misteriosi. La corona bidireccional ubicada en el fondo de la cabeza permite dos funciones: dar cuerda y ajustar la hora.  

Además, también ha mejorado el diseño de la caja del movimiento, que ya no está unida al brazalete icónico que se enrosca en el brazo. El nuevo modelo permite separar la cabeza del resto de la pieza. Es una entidad separada y desmontable que da autonomía y más opciones de estilo, lo que convierte a este reloj en un deseo peligrosamente tentador. Por supuesto, las cuatro declinaciones se adornan de forma exquisita con metales y piedras preciosas. Oro rosa, oro amarillo o blanco adornados con diamantes, turquesas, esmeraldas y lacado en negro.

Este 2022 Bulgari comienza cambiando la piel (el calibre) del Serpenti, el reloj que hizo que Cleopatra brillara más en los estudios de Cinecittá en Roma en 1962. Justo cuando Liz Taylor interpretó a la reina egipcia y llevó en la muñeca un ejemplar de este modelo. Si la actriz de ojos violeta fue la influencer de la época para el Serpenti y la mismísima reina Isabel II de Inglaterra llevó el Jaeger-Lecoultre Calibre 101 en su coronación en 1953, ¿quién será la influencer del siglo XXI que coloque el Picolissimo en el glamour del Metaverso?

Yolanda Ruiz

Periodista todoterreno, llevo más de una década tomando el pulso a la industria relojera. “De los relojes lo que más me asombra es cómo actúan como instrumento de identidad. Son testigos de los cambios sociológicos y culturales».

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