Defy Extreme: más allá de los límites

El Zenith Defy Extreme es la versión más aventurera de la línea Defy. El cronógrafo que mide centésimas de segundo es patrocinador de Extreme X.

Zenith está acostumbrado a sobrepasar sus propios límites. Así que no nos esperábamos menos en el lanzamiento de una nueva evolución de su poderoso calibre Defy 21. Así es Defy Extreme, la versión más poderosa y atrevida del reloj que aloja un doble escape. Uno de 36,000 alt/h para el reloj y otro de 360,000 alt/h para que el cronógrafo pueda medir con absoluta precisión las centésimas de segundo. Más robusto y con personalidad muy marcada, la firma ha acentuado los perfiles y los detalles. Ahora luce una caja más grande, de 45 mm, acentúa sus líneas más geométricas con bordes más pronunciados y su silueta da sensación de resistencia y aventura más extrema.

El diseño da protagonismo a los nuevos detalles que protegen los pulsadores y la corona a rosca. Una mejor ergonomía y durabilidad que ahora permite a la máquina sumergirse hasta 200 metros. Uno de los rasgos más distintivos de este nuevo modelo es es el anillo de 12 lados situado bajo el bisel, que se extiende hasta el fondo de caja, también de 12 lados.

El Defy Extreme mantiene algunos rasgos icónicos de los primeros modelos retrofuturistas de Defy de los años 60, como el A3642. En concreto la caja angulosa y el bisel facetado. Para destacar aún más su diseño singular y atrevido, la combinación de materiales y acabados añade otra dimensión que lo hace muy moderno. Las versiones de titanio mate y de titanio mate con oro rosa tienen superficie microgranallada con acabado mate integral. Un look que evoca un monolito erosionado por los años. Además, la versión de titanio con acentos azules presenta acabados que destacan las diferentes facetas del metal con superficies pulidas, satinadas y mates.

La esfera del Defy Extreme ha ganado en legibilidad. También ahora permite observar el calibre de cronógrafo con indicación de centésimas de segundo y dos escapes. Los contadores son de gran tamaño y están ligeramente superpuestos. Las agujas y los índices aplicados también son extragrandes y están rellenos de Superluminova. En el Defy Extreme se ha querido dar más protagonismo al movimiento. Por eso han sometido a los calibres a una coloración galvánica: negro para la versión de titanio mateazul para la versión pulida y dorado para la versión de titanio y oro rosa.

Correas intercambiables

El sentido práctico y contagioso ha hecho que este modelo también salga al mercado con distintas correas intercambiables. La tendencia de la industria cobra aún más sentido en este modelo, preparado para cualquier aventura. Defy Extreme viene con tres correas diferentes con mecanismos de intercambio rápido: un brazalete de titanio microgranallado o pulido y satinado, una correa de caucho con cierre desplegable a juego con la caja y, por primera vez en Zenith y en la línea Defy, una correa de Velcro® que puede entrar en contacto con el agua sin problema.

Cronometrador de Extreme E

Este reloj además ha nacido para vivir experiencia extremas. Defy Extreme es el cronometrador oficial y socio fundador de Extreme E, un nuevo campeonato de carreras eléctricas todoterreno. Sobre esta nueva y asociación, el CEO de Zenith, Julien Tornare, dijo: “Construir un futuro verde y sostenible es algo muy importante para Zenith. Es la razón por la que comenzamos la iniciativa Zenith is Green. Estamos encantados de unirnos a Extreme E como cronometrador oficial y socio fundador. Es emocionante estar en el inicio de lo que se convertirá en el futuro de las carreras extremas todoterreno y que ponen de relieve las cuestiones medioambientales”.

Y continúa: “Cuando concebimos el Defy Extreme, este es el entorno que imaginamos para él: innovador, alejado de los caminos trillados y capaz de llevar los límites del rendimiento al extremo. Donde cada milésima de segundo cuenta y cada corredor puede dejar su huella”.

Yolanda Ruiz

Periodista todoterreno, llevo más de una década tomando el pulso a la industria relojera. “De los relojes lo que más me asombra es cómo actúan como instrumento de identidad. Son testigos de los cambios sociológicos y culturales».

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