Desde el lanzamiento en 1970 del Oysterdate, el primer cronógrafo de Tudor, siempre ha fabricado relojes vinculados al mundo de los deportes de motor. Desde 1954 ha mejorado sus relojes de submarinismo. El cronógrafo híbrido Black Bay Chrono S&G (Steel & Gold, acero y oro) combina este año el mar y el circuito de carreras en un cronógrafo de gran elegancia deportiva, con un toque indiscutible de nostalgia.
El modelo Black Bay Chrono S&G hace suyas las famosas agujas «Snowflake», la insignia de los relojes de submarinismo Tudor desde 1969, en una versión de oro que ofrece una legibilidad óptima con una esfera negra mate abombada. Los contadores son huecos y el color champán ofrece un contraste muy atractivo. Tiene fechador a las 6 h y una caja delgada de 41 mm con pulsadores de oro amarillo que evocan la primera generación de cronos de la casa. El bisel fijo de oro amarilla con una pieza negra de aluminio anodizado y escala taquimétrica completan el diseño.
Con una reserva de marcha de 70 horas, una espiral de silicio y la certificación del COSC, el calibre de cronógrafo de manufactura MT5813 constituye un movimiento de alto rendimiento. Procedente del calibre cronógrafo de manufactura Breitling 01, resultado de una reciente colaboración entre las dos marcas, que han unido ahora su experiencia en el diseño y la producción demovimientos mecánicos que utilizan de forma conjunta.
El modelo Black Bay Chrono se declina con diferentes correas. En piel negra, pero también disponible con un brazalete de acero y oro amarillo, inspirado en los brazaletes remachados de los relojes Tudor fabricados en las décadas de 1950 y 1960, reconocidos por tener las cabezas de remache para fijar los eslabones visibles en un lateral, además de
una estructura escalonada. Por último, en honor a las carreras de la década de 1970, el
Black Bay Chrono ofrece una opción en cuero tipo «bund» marrón envejecido, con costuras en crudo y un cierre desplegable.