Breitling es el vivo ejemplo de que la fortuna favorece a los audaces. La marca cumple 140 años con el mismo arrojo que la impulsa desde su nacimiento en 1884. Abre boutiques en todo el mundo (una espectacular en la Ciudad de México). Lanza relojes excepcionales (como la trilogía de ediciones limitadas conmemorativas que combinan cronógrafo y calendario perpetuo). Y fascina a los coleccionistas, entusiastas y nuevos admiradores con el estilo modern retro concebido por Georges Kern, su CEO y uno de los líderes más importantes de la relojería en la actualidad.
La firma celebra el aniversario de su fundación con un recuento al que ha denominado “140 Years of Firsts” (140 años de primicias). Los firsts se refieren a innovaciones fundamentales para la evolución del cronógrafo, la complicación por excelencia de Breitling. Pero también a hazañas impresionantes, como el primer vuelo en globo sin escalas alrededor del mundo. Y a contribuciones estéticas clave para que el cronógrafo se convirtiera en el objeto de culto cool que es hoy.
El pionero Léon Breitling
Georges Kern afirma que actualmente son más fieles que nunca a la historia de la marca. Una historia que está llena de capítulos apasionantes desde que Léon Breitling, un joven de 24 años, abrió su primer taller en Saint-Imier, en el cantón suizo del Jura. Ahí empezó a idear, desarrollar y fabricar sus relojes. En 1892, Léon mudó sus operaciones a La Chaux-de-Fonds, la capital de la relojería helvética, donde estableció una auténtica fábrica. En 1893, la casa patentó un movimiento con una destacada reserva de marcha de ocho días y lanzó el pulsógrafo, un instrumento para medir el pulso de los pacientes. Tres años después, creó un cronógrafo con una precisión de dos quintos de segundo, algo inédito para la época. En el transcurso de un decenio, había vendido más de 100,000 cronógrafos y relojes con función de parada.
El visionario fundador de Breitling identificó las necesidades que surgían con la popularización del automóvil. Para 1905, la marca patentó un reloj de bolsillo con taquímetro que permitía medir cualquier velocidad entre 15 y 150 km/h. De hecho, en 1906, el reloj de bolsillo Vitesse de Breitling, que incluía esa función, fue utilizado por la policía para poner las primeras multas por exceso de velocidad en Suiza.
Las épocas de Gaston y Willy Breitling
A Léon Breitling lo sucedió su hijo Gaston, quien a partir de 1914 llevó a Breitling a nuevas alturas con innovaciones centradas en hacer más prácticos los cronógrafos. Asimismo, la marca fabricó su primer reloj de a bordo para autos y aviones en 1931.
Un año después, Willy, hijo de Gaston, se hizo cargo de la empresa y creó el prestigioso HUIT Aviation Department, dedicado al desarrollo de relojes para la aviación militar. En 1940, Breitling patentó la regla de cálculo circular logarítmica del Chronomat. Su éxito vaticinó lo que pasaría 12 años más tarde con el emblemático Navitimer encargado por la Asociación de Propietarios y Pilotos de Aeronaves de Estados Unidos (AOPA). Willy, un hombre de gusto exquisito, buscó convertir al cronógrafo en un objeto elegante y sofisticado con la colección Premier y, después, con Top Time.
Con el lanzamiento del diver SuperOcean en 1957, Breitling terminó de conquistar la tierra, el aire y el mar. Al llegar Georges Kern en 2017, la firma se concentró nuevamente en esos tres universos con la actualización de iconos como Premier, SuperOcean, Chronomat y Navitimer. Así, somos testigos de cómo Breitling labra su futuro legendario mediante la celebración continúa de su maravillosa -y audaz– historia.
1915: El primer cronógrafo con pulsador sencillos
Ya con Gaston Breitling –hijo de Léon– a la cabeza, la marca creó el primer cronógrafo de pulsera con un pulsador independiente a las 2 horas. Esta innovación permitió separar de la corona las funciones de inicio, parada y puesta a cero. Resultaba mucho más práctico a la hora de cronometrar las competiciones deportivas.
1934: El primer cronógrafo con pulsador doble
Gaston Breitling también impulsó el desarrollo del primer sistema de doble pulsador para separar las funciones de inicio y parada (a las 2 horas) de la de puesta a cero (a las 4 horas). Con esto, los usuarios podían cronometrar varios tiempos sucesivos con el mismo cronógrafo sin tener que poner las agujas a cero.
1943: El primer cronógrafo en unir propósito y estilo
En 1932, con solo 19 años, Willy Breitling se puso al frente del negocio cinco años después del fallecimiento de Gaston, su padre. Durante la Segunda Guerra Mundial, lanzó la línea Premier. Estos cronógrafos combinaban funcionalidad y diseños elegantes. Se volvieron un símbolo de gusto refinado y optimismo en la posguerra.
1952: La primera computadora de vuelo para llevar en la muñeca
El Navitimer ocupa un lugar especial en la historia de Breitling. Fue el primer reloj de pulsera con regla de cálculo circular para que los pilotos pudieran realizar cálculos durante el vuelo. Se convirtió en una herramienta icónica en la industria de la aviación y en el favorito de personalidades como Miles Davis y Serge Gainsbourg.
1957: El primer cronógrafo de buceo
En la década de 1950 empezó la época de oro de los tool watches. El lanzamiento del SuperOcean de Breitling supuso un avance significativo en los relojes de buceo, ya que fue el primero de la categoría en incorporar un cronógrafo. La marca también presentó un modelo de tres agujas. Ambos ofrecían una destacada hermeticidad de 200 metros y un diseño que combinaba elegancia y rendimiento, como era la costumbre de Breitling.
1962: El primer reloj suizo de pulsera en viajar al espacio
El Cosmonaute, un Navitimer personalizado con esfera de 24 horas para el astronauta Scott Carpenter, protagonizó otra de las grandes primicias de Breitling. El 24 de mayo de 1962 acompañó a Carpenter. en la nave espacial Aurora 7 del Programa Mercury. Juntos realizaron tres órbitas alrededor de la Tierra en casi cinco horas.
1964: El primer cronógrafo fashion
Willy Breitling volvió a demostrar su intuición para las tendencias con el lanzamiento de Top Time. Esta colección para hombres y mujeres captó el espíritu juvenil de la década de 1960 con sus diseños audaces y sus avanzadas funciones de cronógrafo, respaldadas por la enorme experiencia de la marca en esta complicación. Fue tal el impacto del Top Time que apareció en revistas como Time, Life y Harper’s Bazaar, y en la muñeca de James Bond en la película Operación Trueno.
1969: El primer cronógrafo automático
Breitling fue parte del Proyecto 99 para crear el Calibre 11, el primer movimiento de cronógrafo automático del mundo. También participaron Heuer Leonidas, Hamilton Buren y Dubois-Dépraz. Gracias a esta innovación, Breitling lanzó los cronógrafos automáticos Chrono-Matic, con la corona en el lado izquierdo de la caja y los pulsadores en el lado derecho.
1983: El primer modelo del renacimiento mecánico
Diseñado para el escuadrón italiano de acrobacias aéreas Frecce Tricolori, el Chronomat simbolizó el compromiso de Breitling con los relojes mecánicos en la crisis del cuarzo. Aquel cronógrafo, que se convirtió en una colección muy exitosa a partir de 1984, se caracterizaba por sus índices móviles y el brazalete Rouleaux.
1990: El primer vuelo en globo sin escalas alrededor del mundo
En marzo de 1999, el Breitling Orbiter 3 completó el primer vuelo en globo sin escalas alrededor del mundo. Bertrand Piccard y Brian Jones recorrieron 45,633 kilómetros en poco menos de 20 días. Ese mismo año, Breitling se convirtió en el primer fabricante suizo en contar con la certificación COSC para todos sus relojes.
2000: La evolución del reloj de aviador
Para comenzar el siglo XXI con el pie derecho, Breitling presentó la colección Avenger, diseñada para satisfacer las rigurosas exigencias de la aviación militar. Estos relojes ofrecen una estética atrevida, una construcción robusta y una funcionalidad incomparables. Por estas razones se mantienen como un compañero de confianza tanto para el personal militar como para los entusiastas de la aviación.
El capítulo mexicano
México también forma parte de los 140 años de primicias de Breitling. En primer lugar, la marca ha abierto aquí su primera Flagship Boutique de América Latina, un magnífico espacio con vibra modern retro y una increíble variedad de relojes. También ha lanzado una edición limitada con motivo de los 90 años de Aeroméxico. Estas empresas colaboraron por primera vez en febrero de 2023 para con memorar el 70º aniversario del Navitimer. En esa ocasión, el fuselaje de un Boeing 737-800 de Aeroméxico se decoró con un vinilo del logotipo de la casa suiza.
Ahora, el Navitimer B01 Aeromexico Edition, limitado a 90 ejemplares, vincula la magia de su emblemático diseño con detalles relacionados con la famosa aerolínea. El más notorio es el tono azul de la esfera y de la correa de piel de cocodrilo. Pero también hay que prestar atención al color rosa mexicano del segundero y de algunos marcadores. Al darle la vuelta, se descubre el Caballero Águila de Aeroméxico en el cristal de zafiro que protege el Calibre 01 automático de la manufactura Breitling. El reloj se presenta en una caja de 43 mm en acero y oro rojo. Los contadores y la regla de cálculo circular en color blanco ofrecen un contraste idóneo. Cuenta con los clásicos índices tipo bastón y el bisel dentado bidireccional para fácil agarre, que han sido una constante desde 1952.
Además, incluye las mejoras que se introdujeron en 2022. La regla de cálculo ha sido aplanada y el cristal abombado para un perfil más compacto. La fecha se asoma en una ventana del totalizador de las 6 horas. Este Navitimer B01 Aeromexico Edition solo estará disponible en México.