¡Aluniza con los nuevos Omega Speedmaster Moonphase Meteorite!

Atención, llega el Omega Speedmaster Moonphase reloaded. Nuevo calibre manual, esferas de meteorito, fases de luna en forma de cabujón y una caja más pequeña y delgada.

Atención, fanáticos de los relojes de Omega que tocaron la Luna. Omega se ha lucido con el nuevo integrante de los Speedmaster Moonphase y aterriza en 2025 con dos versiones repletas de novedades. El nuevo Omega Speedmaster Moonphase Meteorite se reinventa con un toque espacial y especial. Cada esfera está fabricada con meteorito de hierro lunar. En ambas propuestas, el fragmento espacial ha sido teñido mediante recubrimiento PVD negro o gris galvanizado, respectivamente. La primera declinación luce agujas e índices horarios de oro blanco y bisel de cerámica negra con escala taquimétrica de esmalte blanco. Por su parte, la esfera con meteorito gris galvanizado tiene índices horarios y agujas de oro recubiertas en azul PVD.

Las fases lunares más icónicas

Y es precisamente este look de otra galaxia el que cautiva. El Speedmaster Moonphase Meteorite muestra a las 6 en punto, la indicación de las fases lunares, pero ahora con dos lunas en forma de cabujón, elaboradas a partir de piezas auténticas de meteorito lunar. A medida que giran, revelan los cambios de iluminación observados desde los hemisferios norte y sur.

Y algo alucinante es que las estrellas del fondo están posicionadas exactamente como se veían la noche en que el Apollo 11 llegó a la Luna en 1969, tal como se observaron desde la sede relojera de Omega en Bienne, Suiza. Un guiño cómplice que dispara a las emociones. Un detalle destacable es que el subdial a las 3 en punto incluye un contador de 60 minutos y 12 horas, mientras que a las 9 en punto se encuentra un pequeño segundero con un indicador de fecha que incorpora una aguja de aluminio anodizado en rojo.

Nuevo corazón manual

Para impulsar el tic tac mágico de estas nuevas versiones, Omega ha desarrollado el nuevo calibre de cuerda manual Co-Axial Master Chronometer 9914. El calibre recién estrenado quita algunos milímetros al grosor de la caja de 43 mm (antes 44.25 mm) y que ahora es de 13.6 mm en lugar de los 16.9 mm. Además, el movimiento es visible a través del cristal de zafiro plano en el reverso de la caja. Es antimagnético hasta 15,000 gauss y garantiza el más alto estándar de precisión y rendimiento cronométrico de Omega, certificado por el Instituto Federal Suizo de Metrología (METAS).

No nos podemos olvidar que la complicación de fases lunares apareció por primera vez en este reloj en 1985, en el modelo Moonwatch. Desde entonces ha habido múltiples variantes del Speedmaster Moonphase. Mencionamos las ediciones Professional más modernas con el calibre 866. En 2016, Omega lanzó un Speedmaster Moonphase utilizando una caja de 44.25 mm que funcionaba con su calibre 9904 automático desarrollado internamente.

Ficha tecnica

FICHA TÉCNICA

Omega Speedmaster Moonphase Meteorite

    
Movimiento:
   
Calibre 9914, manual, certificado Master Chronometer, cronógrafo con rueda de pilares y embrague vertical, 45 rubíes, escape coaxial, espiral de silicio, 28,800 alt/h, dos barriletes con reserva de marcha de 60 h, resistente a campos magnéticos de hasta 15.000 Gauss
   
Función:
   
Cronógrafo, fases lunares, horas, minutos, segundos y fecha-
   
Caja:
   
Acero, 43 mm de diámetro x 13.6 mm de grosor x 48.6 mm de asa a asa, bisel fijo de cerámica negra o azul con escala taquimétrica de esmalte blanco, fondo de zafiro, sumergible 50 m.
   
Carátula:
   
Esfera de meteorito revestida con PVD negro sobre base revestida con PVD negro o esfera de meteorito revestida con revestimiento gris galvánico sobre base revestida con PVD azul, índices horarios y manecillas de oro revestidos con PVD azul en el modelo azul, fase lunar en dos hemisferios, luna hecha a partir de piezas genuinas de meteorito lunar.
   
Correa:
   
Brazalete acero, cierre desplegable estriado con ajuste cómodo patentado por Omega
   
Precio:
   
15,000 CHF más IVA

Yolanda Ruiz

Periodista todoterreno, llevo más de una década tomando el pulso a la industria relojera. “De los relojes lo que más me asombra es cómo actúan como instrumento de identidad. Son testigos de los cambios sociológicos y culturales».

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