La danza del tiempo de Jaquet Droz

Jaquet Droz orquestó una coreografía sublime con el Béjar Ballet Lausanne (BBL). La firma suiza es socia patrocinadora de esta compañía desde 2013. Este año, los bailarines, dirigidos por Gil Roman, ha conseguido fundir en arte el universo de la danza y la alta relojería. De esta manera, la firma relojera de las dos estrellas ha logrado trasladar al escenario una historia de audacia creativa que evoca la de Maurice Béjart (1927-2007), reconocido en todo el mundo como una de las «grandes figuras» de esta disciplina artística.

Jaquet-Droz-post5La magia de un reloj excepcional se une a un espectáculo que por definición solo existirá una vez. Las líneas depuradas y el color negro profundo del nuevo Grande Seconde Off-Centered Onyx refleja inmediatamente la preferencia por la sencillez predominante tanto en la obra de Pierre Jaquet-Droz como en la de Maurice Béjart, así como su capacidad de «inventar la belleza»: por una parte, la belleza de las coreografías –como la del Boléro, que se convirtió en una referencia en la Historia de la danza– y por otra parte, la belleza de un reloj que luce un rostro con esferas descentradas que revolucionó la estética relojera.

Jaquet-Droz-post6Sin embargo, en la danza y en la relojería, nada es estático. En el Béjart Ballet Lausanne y en los talleres de Jaquet Droz, los bailarines y los artesanos se esfuerzan por mantener vivo sus legados respectivos.

Jaquet-Droz-post2El programa que el Béjart Ballet Lausanne y Jaquet Droz presentaron del 7 al de 12 junio en el escenario del Théâtre de Beaulieu es una muestra de ese esfuerzo. Cuatro artistas diferentes crearon cuatro coreografías. La velada comenzó con Corps-circuit, de Julio Arozarena, maestro del ballet del BBL que explora el diálogo, visible o no, de los cuerpos, como una representación escénica de las palabras del filósofo Michel Foucault: «Mi cuerpo es como la Ciudad del Sol: sin lugar, pero a partir de él resplandecen todos los lugares posibles, reales o utópicos».

Jaquet-Droz-post3Gil Roman dio total libertad al coreógrafo italiano Giorgio Madia, exbailarín del BBL, quien plasmó la energía vital característica de Béjart en Swan Song, una creación reciente que cuestiona la figura del maestro, el aprendizaje y la admiración.

Jaquet-Droz-post4Después del intermedio, los bailarines del BBL presentaron Anima blues, un «road ballet» que Gil Roman creó en 2013 en la Ópera de Lausana. Esta obra es más que un ballet, combinado tonalidades blues con la voz de Audrey Hepburn y los ritmos obsesivos del colectivo Citypercussion. El espectáculo concluyó con Boléro, uno de los grandes ballets del siglo XX, creación de Maurice Béjart con música de Maurice Ravel.

 

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