De ser el carismático Chava Iglesias en Club de Cuervos pasó a convertirse en un actor con proyección internacional, capaz de moverse entre la comedia, el drama y la acción. Ha compartido créditos con Jennifer Aniston y Adam Sandler en Murder Mystery, con Diego Luna en Narcos: México y, más recientemente, con Gillian Anderson y Kerry Washington en Animals, la nueva película dirigida por Ben Affleck. Pero su vida no se reduce a sets, alfombras rojas y estrenos. Luis Gerardo Méndez es también Embajador de Buena Voluntad de ACNUR y productor que apuesta por historias arriesgadas y necesarias. También triunfa como embajador de Breitling, una marca que, asegura, refleja su estilo de vida: auténtico, aventurero y preciso.
> ¿Qué significado tiene para ti el tiempo en este momento de tu vida?
El tiempo es mi valor más preciado. Desde hace más de 15 años vivo entre sets, aviones, ciudades y proyectos, y aunque amo lo que hago, el espacio que me queda para mí, para mis amigos, mi familia y la gente que quiero se ha vuelto cada vez más valioso. Lo que más atesoro son esos momentos de pausa: para mí, ese es el verdadero lujo.
> Como embajador de Breitling, ¿qué fue lo primero que te conectó con la marca? ¿Qué valores sientes que resuenan con tu estilo de vida?
Lo primero que me atrapó de Breitling fue su autenticidad. Es una marca con una personalidad muy clara: aventurera, elegante sin esfuerzo y precisa. Me gusta particularmente que no busca llamar la atención a gritos, sino que proyecta confianza desde la coherencia, algo que para mí es fundamental. Ese espíritu se refleja en piezas como el Superocean Heritage, un reloj que honra la tradición relojera, pero con un diseño moderno y versátil que puedes llevar del mar a una alfombra roja.
> ¿Cómo se ve el tiempo desde tu muñeca cuando llevas un Breitling? ¿Hay poder, hay historia, hay estilo?
Cuando uso un Breitling siento que el tiempo cobra presencia, que soy más consciente de cada instante. Hay una mezcla muy especial de historia y estilo. Es un recordatorio de que cada segundo cuenta. En específico, el Superocean Heritage me gusta mucho porque tiene esa vibra vintage que me encanta, como llevar una parte del pasado con toda la innovación del presente.
> ¿Tienes algún modelo favorito de Breitling? ¿Qué historia personal hay detrás?
Últimamente mi favorito es el Superocean Heritage. Paso largas temporadas en Los Ángeles y vivo muy cerca del mar, así que disfruto mucho nadar, surfear o correr por la playa. Este reloj es muy versátil, me acompaña en el agua y, sin problema, en una premier o en una junta en la noche. No grita para llamar la atención, pero tiene un estilo y una fuerza muy particulares que me representan.
> Después del éxito de ‘Mentiras, la serie’, ¿qué es lo que más te ha tocado de la historia y de tu personaje? ¿A qué desafíos te tuviste que enfrentar?
Lo que más me ha tocado de la serie es la sororidad entre mujeres y la forma en que la serie cuestiona las maneras de amar. En los años 80, muchas veces se normalizaron dinámicas que hoy resultan durísimas: matrimonios en los que no se hablaba de infidelidad por miedo al divorcio, silencios impuestos. Ahora tenemos la posibilidad de dialogar sobre relaciones abiertas, poliamor, distintos modelos de pareja. No digo que haya fórmulas correctas, pero sí creo que lo importante es la honestidad. Y eso es justamente lo que plantea la serie: las formas de amar son válidas siempre y cuando no haya mentiras. Ese tema me parece profundo y fascinante. En cuanto a los desafíos, creo que fueron todos. Adaptar una obra icónica del teatro al lenguaje de la televisión fue un acto de equilibrio entre respeto y reinvención.
> ¿Hay alguna historia que te gustaría contar como productor o director?
Muchas. Como actor he tenido la fortuna de recibir proyectos que me emocionan, pero como productor busco historias que aún no existen en pantalla, que me gustaría ver como espectador. De ahí nacen proyectos como Mentiras, la serie o Technoboys, y otros que estamos desarrollando en mi productora Cine Vaquero: historias arriesgadas, femeninas, queer… narrativas que me parecen necesarias y que merecen ser contadas.
> ¿Qué proyectos tienes en el cine y la televisión? ¿Hay algo que nos puedas adelantar?
Vienen proyectos muy distintos. Por un lado, La hora de los valientes, una película de Netflix escrita por Damián Szifrón, director de Relatos salvajes. Es un guion entrañable y muy divertido que filmé junto a Memo Villegas, un actor y amigo al que admiro mucho. También acabo de terminar Animals, una película dirigida y producida por Ben Affleck, en la que comparto créditos con Gillian Anderson, Kerry Washington, Adriana Paz y Steven Yeun. Es, sin duda, uno de los proyectos más emocionantes en los que he participado, y pronto podremos hablar más de él.
> Como Embajador de Buena Voluntad de la ONU para los Refugiados, ¿qué experiencias o situaciones te han transformado personalmente?
Cada viaje con ACNUR ha sido profundamente transformador. Te confronta con lo más duro y lo más resiliente del ser humano: las historias de dolor, de lo que se deja atrás, pero también la esperanza de lo que viene, aunque muchas veces sea incierto. He estado en la frontera sur de México, en Tijuana, en albergues y el año pasado en Honduras; cada experiencia me toca de una manera muy personal. Estos años como embajador me han permitido profundizar en el conocimiento de los flujos migratorios y de las realidades políticas, y me han dado la posibilidad de ser altavoz de una causa que considero urgente y necesaria.
Tres confesiones
> ¿Qué miedo te sigue persiguiendo, aunque ya lo conozcas?
No aprovechar el tiempo.
> ¿Qué cualidad te conquista en otra persona?
La inteligencia emocional.
> ¿Tienes alguna canción, libro o película que sientes que te define?
Birdman me marcó profundamente, fue demoledora. Esa tensión constante entre el ego y la necesidad de trascendencia se siente muy real.