Algunos relojes no buscan el aplauso inmediato. No necesitan gritar para ser escuchados. El Historiador Asturias Pequeños Segundos de Cuervo y Sobrinos entra en esa categoría: piezas que pulen su voz hasta convertirla en susurro. Inspirado en su antecesor, el Historiador Asturias, este modelo deja de lado la fecha, el segundero central para abrir espacio a una lectura más limpia, íntima, donde el tiempo parece deslizarse con la naturalidad de una idea bien dicha.
Disponible en dos versiones —azul profundo y marfil cálido—, el reloj mantiene el motivo rayos de sol en la carátula, que no brilla, sino que respira. Cada detalle tiene intención: los índices aplicados, las agujas romboidales, el segundero desplazado a las 6. La caja de acero pulido de 40 mm, con asas estilizadas y un cristal de zafiro con doble curvatura, logra esa extraña pero sorprendente mezcla entre lo nostálgico y lo actual.
Un reloj con memoria
El nombre “Asturias” no es un capricho, sino una raíz. El reloj rinde homenaje a Ramón Fernández Cuervo, quien emigró desde Pravia, al norte de España, hacia La Habana en 1862. Su legado —convertido en Cuervo y Sobrinos junto a sus sobrinos— se traduce aquí en una pieza que no olvida su origen ni su forma de entender la elegancia: sobria, precisa, sin necesidad de hacerse notar.
El diseño remite a los años cuarenta, pero no de forma literal. Hay una reinterpretación libre, donde el tiempo no solo se mide, también se recuerda. Y el pequeño segundero, casi como un segundo corazón, late en otra frecuencia.
La mecánica detrás del silencio
El calibre automático CYS 5158, basado en el Sellita SW 260-1, ofrece 38 horas de reserva de marcha. No hay exhibicionismo en su desempeño, pero sí rigor: fondo de zafiro, masa oscilante grabada y una arquitectura fiable que respeta el espíritu del reloj sin robarle protagonismo.
El Historiador Asturias Pequeños Segundos de Cuervo y Sobrinos es una pieza que prefiere sugerir antes que demostrar. Como una frase que no necesita remate, deja su huella en el aire sin imponerla y demuestra como un reloj puede privilegiar la claridad, la proporción y una belleza silenciosa.
FICHA TÉCNICA
Cuervo y Sobrinos Historiador Asturias Pequeños Segundos