El golfista colombiano y embajador de Omega Juan Sebastián Muñoz, nos concedió una charla donde reflexionó sobre sus inicios en el deporte, el tiempo en el campo y su conexión con la alta relojería. Desde el Omega Trophy, realizado en Club de Golf Chapultepec en la Ciudad de México, nos habló de su trayectoria, su filosofía y el impacto de ser parte del equipo de una de las marcas más icónicas del mundo.
De sueños infantiles a embajador del golf latino
¿Cuáles son tus primeras memorias relacionadas con el golf?
“Esas memorias me recuerdan los sueños que tenía de pequeño, queriendo ser alguien en el deporte. Hablar de golf con mis tíos era algo que me emocionaba mucho. Ahora siento mucho orgullo y agradecimiento hacia mis padres, quienes siempre me apoyaron para cumplir esos sueños.”
¿Qué lecciones te ha dejado este deporte?
“El golf es un maestro constante. Te enseña humildad y paciencia. Hay veces que crees estar listo, pero te das cuenta de que aún necesitas trabajar más. Es un deporte que te muestra dónde están tus fallas y te invita a mejorarlas.”
La cultura del golf y su evolución en Latinoamérica
¿Cómo percibes la cultura del golf en Colombia y en Latinoamérica?
“El golf no es un deporte tan popular en nuestros países, donde el fútbol domina. Sin embargo, siento que en México se ha hecho un gran trabajo apoyando a las ligas menores y brindándoles herramientas como coaches y psicólogos. En mi equipo Torque, todos somos latinos, y eso crea una identidad única. Compartimos historias y contextos similares, lo que nos une aún más.”
¿El equipo latino tiene algo especial que lo distinga?
“Definitivamente. Aunque no somos los ‘de la fiesta’, somos muy alegres y cercanos. Otros equipos disfrutan pasar tiempo con nosotros, y creo que somos buenos anfitriones. Esa calidez latina nos caracteriza.”
¿Cómo se vive el tiempo en este deporte? El golfista Juan Sebastián Muñoz nos lo cuenta
El golf puede parecer un deporte largo para quien lo observa, ¿cómo transcurre el tiempo para ti cuando juegas?
“Desde adentro, todo pasa muy rápido. Cada tiro implica análisis: pendientes, viento, pasto. Aunque parezca que estamos estáticos, hay mucho cálculo y concentración detrás. Es un deporte más dinámico de lo que parece, pero para nosotros, esas cinco horas en el campo se sienten como un suspiro.”
¿Y fuera del campo, cómo disfrutas el tiempo libre?
“Últimamente he podido viajar más con mis compañeros. Conocimos el sur de Chile y el norte de Puerto Vallarta. Salir de la rutina y apreciar la belleza del mundo es algo que disfruto mucho. Esos momentos me llenan de gratitud.”
Omega y el arte de la precisión
¿Cómo comenzó tu relación con Omega?
“Todo empezó en 2016, cuando gané un torneo en Bogotá. La familia Glauser, que tenía relojes Omega, me regaló uno. Ese fue mi primer reloj, y desde entonces sentí que pertenecía al ‘Team Omega’. Años después, cuando mi carrera avanzó, establecí una alianza formal con la marca, y llevo cinco años como embajador.”
¿Qué significa para ti estar aliado con Omega?
“Es un honor. Es increíble que una marca como Omega confíe en mí. Nuestra relación ha trascendido diferentes etapas de mi carrera, y eso la hace muy especial.”
¿Cuál es tu reloj favorito?
“El Moonwatch. Es limpio, elegante y tiene una historia fascinante al haber llegado a la luna. Su mensaje de precisión y perseverancia resuena mucho conmigo y mi filosofía en el golf.”
El talento colombiano y los planes futuros
¿Qué otros talentos colombianos recomendarías seguir?
“Nicolás Echeverría, quien está jugando muy bien en el circuito Korn Ferry. Creo que tiene un gran futuro y puede lograr cosas interesantes el próximo año.”
¿Cuáles son tus próximos planes?
“Este año cierro mi temporada en Arabia Saudita y luego arranco en febrero con el circuito LIV Golf. Espero que en abril podamos hacer una parada en México.”