La tecnología Spring Drive ha sido una de las grandes revoluciones de la industria relojera mundial en las últimas décadas. Su desarrollo fue obra de la casa japonesa Seiko, el cual se prolongó durante veinte años hasta lograr hacerlo realidad. De manera resumida, diremos que el Spring Drive combina la calidad de los movimientos mecánicos con la precisión del cuarzo. Es un movimiento híbrido en el que confluyen tres fuentes de energía:
- Mecánica, emanada de un muelle real similar al usado en los relojes mecánicos.
- Eléctrica, al generarse una señal de precisión a partir de un cristal de cuarzo.
- Electromagnética, consistente esta última en un freno que controla la velocidad del volante.
Es un mecanismo extraordinario, con una ventaja técnica incuestionable en forma de gran precisión, y una cualidad estética que encandila a sus seguidores: la marcha fluida del segundero, sin los saltos habituales de los movimientos mecánicos y de cuarzo. Esta marcha fluida de la aguja se ha visto relacionada con el correr del agua en los ríos. Sin duda, una referencia a la Naturaleza, tan habitual en todas las creaciones de Grand Seiko.
Con este bagaje, no es extraño que el Spring Drive sea uno de los grandes tesoros de Grand Seiko, al cual cuidan con mimo, tal como acabamos de comprobar con la edición especial que celebrar los veinte años en el mercado de la familia de calibre 9R.
Un cronógrafo “olímpico”
El reloj elegido para esta celebración también es muy especial. El Spring Drive Chronograph GMT fue lanzado en 2007 y actualmente es el único modelo con esta tecnología equipado con la función cronógrafo. No se parece a ningún otro cronógrafo del mercado. Está inspirado en los contadores usados por Seiko en los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964, lo que explicaría la inusual posición de los contadores del cronógrafo (en vertical, en el lado de la corona) y las enormes dimensiones de sus pulsadores.
Tampoco es habitual hoy en día encontrar un reloj de este tamaño, con un diámetro de 44.5 milímetros y un grosor de casi 17 milímetros. Hay que tener buena mano para llevarlo, pero en esta rotunda presencia reside gran parte de su encanto. También en los acabados, uno de los aspectos donde siempre ha destacado el equipo de Grand Seiko.
Pulido Zaratsu
Su caja de titanio de alta intensidad ha recibido el pulido Zaratsu, exclusivo de Grand Seiko y solo al alcance de las manos más expertas. La técnica Zaratsu consigue que la superficie del reloj refleje la luz sin crear desviaciones visuales. En el caso del Spring Drive Chronograph GMT, este pulido viene acompañado de acabados satinadas, acordes con el espíritu deportivo del reloj.
En cuanto a esta edición especial, su elemento más característico es la carátula roja, con un acabado bautizado como “melena de león”. La alusión al felino no es casual: el león es el emblema de Grand Seiko desde su salida al mercado en 1960. Más allá de semejanzas animales, es una carátula espectacular, cuya superficie cambia de tono y patrón cromático según el ángulo de visión desde el cual la observemos. Para ello ha sido necesario desarrollar un proceso de recubrimiento denominado “Optical Multilayer Coating” (revestimiento óptico multicapa), consistente en la aplicación de sucesivas capas PVD de mínimo grosor hasta conseguir el efecto de tridimensionalidad deseado.
Nuevo movimiento
No es la única novedad que presenta este Spring Drive Chronograph GMT. Para esta edición conmemorativa se ha querido estrenar el nuevo movimiento 9R96, evolución del 9R86 estrenado en 2007 y al cual mejora en el aspecto de precisión al pasar de ±15 segundos al mes desviación a los actuales ±10 segundos al mes. El Spring Drive Chronograph GMT es un magnífico ejemplo de la mejor Alta Relojería japonesa, lanzado en edición limitada de solo 700 piezas para todo el mundo.
FICHA TÉCNICA
Grand Seiko Spring Drive Chronograph GMT