El escueto calendario perpetuo o las esferas funky fumé de H. Moser & Cie. ya son patrimonio de la relojería universal contemporánea. Pero este joven disidente, al que le gusta dejarnos un recuerdo memorable por año, es un indie de 196 años. En el árbol genealógico del Museo Atelier Audemars Piguet el apellido Meylan se repite con frecuencia desde el siglo XVIII. Es el resumen del linaje que ha forjado la gran relojería helvética en el Valle del Jura.
Georges-Henri Meylan dejó la presidencia de Audemars Piguet hace más de una década, pero la familia apenas tardó unos meses en volver a encauzar su destino. En 2012, rescataron la firma que Heinrich Moser fundó en 1828. El Dr. Jürgen R. Lange y Roger Nicholas Balsiger, bisnieto del fundador, ya habían recuperado H. Moser & Cie. en 2002 en Schaffhausen, el feudo natal de varias generaciones de Moser relojeros. Moser fue el mayor visionario de este enclave suizo-alemán en el siglo XIX. Al volver de San Petersburgo, donde inició su casa relojera, su visión para aprovechar la corriente del Rin con la construcción de la primera presa suiza con turbinas hidromecánicas transformó para siempre el destino del pequeño poblado.
Pasado de alcurnia
En el renacer de H. Moser & Cie. se tuvo en cuenta su pasado de alcurnia sin fronteras que fluye a contracorriente. El alemán Jürgen R. Lange se inspiró también en el regreso de A. Lange & Söhne a la escena. Apostó por crear bellísimas piezas de manufactura propia en las que no se escatimaban recursos para atraer la atención de los conocedores. Pero la rentabilidad no era su prioridad.
Lange, exdirector técnico de IWC, al menos tuvo el mérito de rescatar la Bella Durmiente adecuada y sentar buenas bases para el futuro. Creyó adecuado incorporar el Santo Grial de la relojería de autor: la capacidad de manufacturar espirales propias, como las que Reinhard Straumann hacía desde 1931 con una nueva aleación denominada Nivarox. Su propia empresa, Precision Engineering AG, adquirió ese saber hacer para incorporarlo a H. Moser y proveer a otras marcas.
Haber tenido a su cargo al gran Kurt Klaus, el creador del Calendario Perpetuo del Da Vinci de IWC, inspiró la primera gran apuesta de Lange en H. Moser & Cie. Nos referimos a The Perpetual, el primer calendario perpetuo de ajuste rápido desde la corona patentado, una invención de Andreas Strehler. Dominar ciertas habilidades alumbró el siguiente paso: un escape intercambiable propio con doble espiral que dejaba bien sentado a qué apostaba la renacida joven anciana.
Cuando todo empezó a fluir
En los primeros años se forjó una identidad de marca de refinado estilo germánico que prescindía de lo superfluo. El equipo de H. Moser & Cie. lo formaban jóvenes relojeros apasionados por el oficio de una manufactura bien dotada de calidad. Pero eran 70 operarios para armar apenas 400 relojes anuales. El punto de equilibrio financiero tardó en llegar.
En 2012, la familia Meylan, en busca de un nuevo proyecto, entró al rescate, con el joven Edouard como director general y su hermano Bertrand centrado en contribuir a la expansión global. La primera decisión fue incrementar un 30% los precios, cifras más apegadas al valor real de la calidad de los relojes. La segunda, dotar de un nuevo estilo aristo-fun más audaz en el diseño y la comunicación, pero sin romper con la belleza clásica contemporánea de las primeras piezas. Otro acierto. Y todo empezó a fluir.
Han pasado 12 años. La relojería independiente vive momentos de gloria con más de un centenar de nuevos logros en busca de fortuna. No es extraño que H. Moser & Cie. atraiga hoy las mayores expectativas. El argumento de cualquier relojero indie esgrime la exclusividad de las pequeñas producciones como valor, la libertad de proponer cierta exuberancia fuera de lo habitual, más neovintage o más radical según los gustos. Pero tras el éxito de Richard Mille, ninguna otra firma aglutina más argumentos que H. Moser para convertirse en el siguiente gran éxito. Algo así como mutar en una pequeña gran dama con la estabilidad y los valores de los consagrados, y la osadía de un rebelde al que le gusta luchar contra el aburrimiento.
Lo mejor de dos mundos
La marca cuenta ahora con alrededor de 100 empleados, desarrolla 18 calibres propios y produce 4,000 relojes al año. Estas cifras lo alejan ya de las tallas small y extra-small de F.P. Journe o De Bethune, y lo acercan al tamaño medium de un A. Lange & Söhne. Edouard Meylan nos dice que las ventas crecieron un 50% en 2023. Y en los primeros meses de este año el repunte era de 25%, con una facturación de 95 millones de francos suizos, según la consultora Morgan Stanley.
La marca cuenta ahora con alrededor de 100 empleados, desarrolla 18 calibres propios y produce 4,000 relojes al año. Estas cifras lo alejan ya de las tallas small y extra-small de F.P. Journe o De Bethune, y lo acercan al tamaño medium de un A. Lange & Söhne. Edouard Meylan nos dice que las ventas crecieron un 50% en 2023. Y en los primeros meses de este año el repunte era de 25%, con una facturación de 95 millones de francos suizos, según la consultora Morgan Stanley.
Según Edouard Meylan, la familia pretende incorporar un antiguo edificio de IWC en Schaffhausen con la idea de fabricar internamente ciertos componentes clave en la diferenciación y el éxito de H. Moser & Cie. La apuesta es poder producir entre 6,000 y 8,000 relojes anuales en óptimas condiciones de mercado. La firma quiere seguir combinando lo mejor de los dos mundos: la calidad de los clásicos con pedigrí histórico, pero con los radicales libres adaptados al gusto de las nuevas generaciones que tienen una visión más amplia de la alta relojería.
Los Meylan siempre tuvieron claro que el proyecto iba bien con sus ideas. Heinrich Moser fue un hombre de familia y un líder empresarial carismático y controversial que influyó en su tiempo, arriesgó en la evolución tecnológica en contra de los gustos más conservadores y priorizó la relación humana con sus clientes.
Creaciones memorables
El catálogo de H. Moser & Cie. cuenta con creaciones memorables. El Calendario Perpetuo, que ganó en 2006 el GPHG en la categoría de mejor Reloj Complicado, es uno de los grandes clásicos del siglo XXI. Se destaca por su gran ventana de los días de saltos instantáneos y la diminuta aguja central de los meses al frente, el indicador del ciclo bisiesto atrás, los siete días de reserva de marcha y la configuración más simple del mercado para un perpetuo.
El acierto de las carátulas en negro Vantablack con carbón de nanotubos que hacen desaparecer la luz en un efecto sobrecogedor; las variantes Concept sin logo; los lanzamientos de marketing de guerrilla con un reloj de caja de queso suizo o recubierta de musgo alpino; el Frankenstein de los mayores clásicos sport; el Alp Watch mecánico con aspecto de reloj digital; el eslogan de “Make Swiss Made Great Again”… Todo eso ha ayudado a H. Moser & Cie. a ganarse una comunidad de fans que aplaude su serio oficio con humor.
Las colaboraciones paritarias con creadores como MB&F, Studio Underd0g o Massena Lab rompen fronteras entre lo coolness y el desprecio a la egomanía tan típicamente relojera. Las ideas brotan a raudales en la casa.
Relojes como el Endeavour Perpetual Calendar de tantalio y acero con esfera azul abismo fumé y esmalte Grand Feu martillado sobre una placa de oro y correa de kudu transita entre lo más sofisticado y el escapismo sutil difícil de repetir. Hace unos meses, su Streamliner Small Seconds Blue Enamel se alzó con el premio en la categoría Time Only en el GPHG 2024. Lo hizo compitiendo con dos maduras manufacturas como Parmigiani Fleurier y Chopard, y frente al talento emergente de Czapek, Bernhard Lederer o Berneron.
Izquierda: Streamliner Small Seconds Blue Enamel, ganador del GPHG 2024 en la categoría Time Only. Derecha: Streamliner Cylindrical Tourbillon Skeleton Alpine Limited Edition.
En 2023, MELB Holding, propietario de H. Moser & Cie., Hautlence y Precision Engineering, entró en el capital del atelier de desarrollo de calibres Agenhor. Esta alianza dio origen en 2024 piezas como el Endeavour Chinese Calendar Limited Edition. Esta pieza por primera vez combina un calendario lunisolar con uno solar, los signos del zodiaco chino, la fecha gregoriana y las fases de la luna, una osadía inédita de calendario perpetuo chino. Y en febrero del año pasado, la casa firmó como reloj oficial de la escudería Alpine de Fórmula 1, una alianza que apunta intenciones de querer jugar en las grandes ligas. Definitivamente, H. Moser & Cie. es una marca independiente “very rare”.