El momento de recrear el gran protocronógrafo de la historia, mito originario de la medición parcial de tiempos precisos, tenía que llegar. Y aquí lo tenemos. Aura histórica, estética con sello industrial en titanio y diseño contemporáneo con nuevo calibre y brazalete integrado. “¡Nuestras raíces son nuestro futuro! Y el 1816 es prueba de ello. Su originalidad y su fuerza imponentes llevan la herencia de un trabajo pionero”, afirma Jean-Marie Schaller, CEO de Louis Moinet y también responsable de la dirección creativa.
El gran mito renacido
El primer cronógrafo de la historia (Compteur de tierces) se reencarna finalmente en el pulso. Louis Moinet 1816, fecha señalada de la invención, es el nombre de la nueva pieza de la firma independiente de Schaller. Un salto de 200 años en el pasado para reinterpretar la pieza histórica que se encuentra en el museo Louis Moinet en Saint-Blaise. Aquel ejemplar sobrio y de máxima funcionalidad transmuta en el tiempo como nuevo cronógrafo de rueda de columnas.
La caja de doble gallon, de titanio grado 5 pulido y satinado, mide 40.6 mm de diámetro y está compuesta por 51 piezas. Conserva gran parte del diseño original con carrura plana. Dos elegantes pulsadores enmarcan la corona, decorada con la flor de lis, emblema de Bourges, ciudad natal de Louis Moinet. El brazalete de titanio de grado 5 integrado en la caja es el primer brazalete metálico desarrollado por el Atelier Louis Moinet. Lo han bautizado como “Proyecto BRIDGE” por la elegante forma curvilínea de sus anchos eslabones. Sin duda, aporta versatilidad, confort y diseño atractivo.
Nuevo calibre manual
El movimiento cuenta con el llamado regulador de “cuello de cisne”, un dispositivo que consiste en un resorte curvado alrededor de la palanca, accionado por un tornillo micrométrico que permite un ajuste preciso de la marcha del reloj. Fue inventado y patentado en 1867 y sigue siendo muy apreciado por su forma elegante y estilizada.
En colaboración con Concepto, Schaller ha creado un nuevo calibre de manufactura con la novedosa arquitectura y el diseño visionario de Louis Moinet para su pieza legendaria. De cuerda manual, el calibre LM1816 no presenta placa base en la parte trasera, lo que permite observar la gran interacción del mecanismo. Hay bellos contrastes en sus acabados, como el blanco del acero, el acabado satinado y el tono cobrizo de los puentes, o el azul de los tornillos de fijación y el rojo intenso más clásico de los rubíes.
Louis Moinet 1816 luce en la esfera un diseño tricompax. La disposición de los contadores secundarios del “compteur de tierces” de Louis Moinet ya anticipaba la configuración moderna de los cronógrafos del siglo XX. Un equilibrio perfecto entre funcionalidad y diseño como una auténtica interfaz de medición.
Dentro del predominante monocromatismo que aporta el titanio y la esfera rodiada, destaca el discreto color azul de la aguja trotadora y las manecillas de los tres contadores —60 segundos, 30 minutos y 12 horas—. La flor de lis a las 12 h marca el toque heráldico de distinción de una pieza lograda al que, por cierto, no le hace falta taquímetro ni bisel, o ningún otro de estos elementos ya convencionales de los cronos ahora más conocidos.
FICHA TÉCNICA Louis Moinet 1816
- Movimiento: LM1816, manual, cronógrafo de rueda de columnas, 28,800 alt/h, reserva de marcha 48 horas, 34 rubíes.
- Función: Cronógrafo de 60 segundos, 30 minutos y contador de 12 horas, horas, minutos, segundos.
- Caja: Titanio grado 5 pulido y satinado, 40.6 mm de diámetro x 14.7 mm de grosor, hermeticidad 30 metros.
- Carátula: Color rodio acabado granallado, 23 componentes, agujas de contadores azules. Agujas de horas y minutos esqueletadas con tratamiento luminiscente.
- Correa: Brazalete de titanio grado 5.