El espíritu racing de Louis Moinet

La firma relojera lanza nuevas versiones de su icónico Time to Race. La versión Rush rinde tributo a la escudería Ecurie Ecosse.

En el automovilismo, y en los deportes de motor, el tiempo es clave. No existe medición de velocidad ni aceleración sin él. Es por eso que se han forjado leyendas: bólidos, estrellas del cronometraje cuyos códigos estéticos encarnan el espíritu deportivo de la competición a cuatro ruedas. En honor a esas piezas, Louis Moinet ha creado dos referencias más que amplían su línea Time to Race.

Acertadamente bautizada como Time to Race, esta línea presenta una serie de cronógrafos concebidos para sentir la experiencia de la velocidad. Adrenalina, ingeniería, pasión, competitividad y euforia son la inspiración detrás de ella. Homenajeando la fusión entre el hombre y la máquina, se presumen guiños a los autos de carreras mientras sus latidos sirven de paralelismo al complejo motor.

Tributo a la escudería Ecurie Ecosse

Para continuar la tradición del cronógrafo Louis Moinet, se han introducido dos colores más a la colección. Se trata del azul intenso Rush y el blanco impoluto White Fuji. Cada uno de ellos da vida a una pieza única, la cual integra un número de la suerte a elección del usuario. Mientras que el modelo azul metalizado recuerda a la escudería Ecurie Ecosse, famosa por su legado de victorias en la carrera 24 Horas de Le Mans, el de color blanco con rojo evoca la rica historia de Japón y sus legendarios circuitos de carreras.

Del mismo modo en que el motor de un auto es fundamental, el mecanismo de un reloj juega un papel importante en su rendimiento. En el caso del cronógrafo Time to Race, es el movimiento automático con cronógrafo de rueda de pilares de un solo pulsador el que acciona su funcionamiento a 28,800 alternancias por hora. Elaborado con 164 componentes, el calibre tiene una reserva de marcha de dos días, e indica horas, minutos y segundos al tiempo que impulsa el cronógrafo.

Al levantar el capó de un auto, se puede ver trabajar un motor, pero en el Time to Race basta con presionar el monopulsador para ser testigo de la coreografía mecánica que se activa en la esfera abierta mientras se mide el tiempo. El balancín, el embrague, los martillos, la rueda de pilares, los resortes y los engranajes impulsan el cronógrafo en cualquier momento.

Look muy deportivo

En la superficie, una caja de 40.7 mm fabricada a base de titanio de grado 5 garantiza ligereza y resistencia al agua hasta 50 metros. Un diseño con líneas aerodinámicas enriquece su aspecto deportivo: cúpula de zafiro de solo 15 gramos,  asas caladas sutilmente curvadas, brazalete integrado y protector de la corona estriada. Se trata de un auténtico paralelismo con el mundo del automovilismo.

En la esfera, el sector de la escala taquimétrica sirve también de segundero y enmarca la vista parcial del mecanismo, en donde se puede apreciar el movimiento de cronógrafo con contadores a las tres y las nueve. Finalmente, una subesfera a las 6 h se reserva para indicar la hora y los minutos sobre un fondo blanco rodeado por un anillo de metal inspirado en los orificios de los cilindros que se encuentran en los autos de carreras.

Tener un bólido es el sueño de muchos, otros tantos prefieren los confiables cronógrafos. Pero con el Louis Moinet Time to Race no es necesario elegir solo uno. Gracias a su diseño deportivo con vastos guiños al automovilismo y sus latidos precisos, es posible tener lo mejor de ambos mundos en la muñeca.

Ficha técnica

FICHA TÉCNICA Louis Moinet Time to Race Rush



  • Movimiento: Automático, 28,800 alt/h, reserva de marcha 48 horas, 30 joyas.
  • Función: Horas, minutos, segundos, contadores de 60 segundos y 30 minutos.
  • Caja: Titanio grado 5, 40.7 mm, hermeticidad 50 metros.
  • Carátula: Azul metalizado.
  • Correa: Caucho azul.
  • Versiones: Time to Race White Fuji, con correa de caucho blanco y guiños a los circuitos de autos de Japón.
Aldair Téllez

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