Al iniciar los años 50, el mundo vivió cambios radicales derivados del fin de la Segunda Guerra Mundial. En esa época, el ejército de Francia buscaba un cronógrafo del alta precisión y resistente. La marca Blancpain ya había hecho una línea para la Armada estadounidense con su reloj de buceo Fifty Fathoms, el cual sirvió de inspiración para trabajar con la Defensa francesa y dar origen al modelo Air Command.
Se puede decir que el origen del Blancpain fue militar. Era un cronógrafo muy popular en esa época entre los pilotos de aviones más modernos de mediados del siglo XX. Ahora, en 2019, regresa para emprender un nuevo despegue con códigos actuales.
El nuevo Air Command se monta en una caja de 42.5 mm de acero y vuela con una máquina F388B. Además de su embrague vertical, el calibre permite al segundero del cronógrafo arrancar y parar sin brusquedad. También su función flyback permite una puesta a cero y reinicio instantáneos. Todo este espectáculo mecánico se puede observar en la parte trasera del reloj.
Su esfera es más amplia a la del modelo original con el fin de hacer más legible la información, que muestran sus índices y agujas con Super-LumiNova®. A las 3 h se ubica un totalizador de 30 minutos y a las 9 h un contador de 12 horas. Su escala taquimétrica, periférica al disco, indica la velocidad sobre la base de una distancia de 1,000 metros.
Este nuevo pilot posee un estilo vintage con la última tecnología y se presenta en una edición limitada de 500 ejemplares, que se ajusta a la muñeca con una correa de becerro patinada. Una pieza que vincula a la manufactura de Le Brassus con la aviación de los años 50.