Cindy Crawford ya era una diosa de la moda y la cultura pop cuando Omega la fichó como su primera embajadora en 1995. Fue una genialidad atraer a una de las poderosas top models originales a la –en ese entonces– renaciente relojería suiza y vincularla al pegajoso eslogan “My Choice”. Omega y Cindy han mantenido su colaboración durante 30 años e incluso han sumado a Kaia Gerber, la hija de Crawford. El carisma y el aura de Cindy siguen intactos, como pudimos constatar durante su visita a México para participar en el gran evento de lanzamiento de los nuevos Seamaster Aqua Terra 30 mm.
En un encuentro con periodistas en la Soho House de la Ciudad de México, la también empresaria –es dueña de la marca de belleza Meaningful Beauty– habló sobre el lazo inoxidable que la une a Omega y reflexionó sobre la evolución de la relojería, la belleza y la moda. A Cindy hay que escucharla con atención –o leerla, en este caso– porque no hay duda de que siempre fue una de las mentes más brillantes de esa generación en que la moda “se convirtió en un negocio real”, como ella dice.

Además, Crawford fue, es y seguirá siendo una fábrica de momentos icónicos, como los que ella misma escogió durante la conversación. “Cuando miro todo en retrospectiva, pienso en mi primera portada para Vogue y en la pasarela de Versace donde desfilamos con la canción “Freedom! ’90” de George Michael de fondo“, recuerda. “Creo que fue un momento cultural en el que moda, música y cultura pop se unieron en un solo instante. Y también mencionaría el comercial que hice para Pepsi, porque cada Halloween, la gente sigue haciendo referencia a ese outfit, que es tan sencillo de armar… fue algo fuerte. Creo que esos son los que consideraría algunos de los momentos más memorables de mi carrera”.
Un Constellation muy especial
Tiempo de Relojes: Has sido embajadora de OMEGA por más de 30 años, ¿qué significa para ti esta larga asociación?
Cindy Crawford: Me siento muy orgullosa por tener esta larga conexión con OMEGA, aunque no empezó como algo a largo plazo. Mi primer encuentro con la marca fue para hacer una sesión de fotos para la colección Constellation y nada más. Pero durante la sesión conocí al equipo de OMEGA, me invitaron a un evento y nos fue muy bien. Así que decidimos hacer un acuerdo a “largo plazo” que era de tres años. Y simplemente funcionó. Es distinto a un matrimonio, porque en los matrimonios te divorcias, pero con OMEGA me caso de nuevo cada tres años. Nuestros valores se alinean muy bien: calidad, legado, presencia global, filantropía… Además, me encanta viajar, y con OMEGA he estado, literalmente, en todo el mundo. No tengo ningún plan de retirarme de OMEGA, ¡ellos tendrían que retirarme a mí!
Tiempo de Relojes: ¿Hay algún reloj de OMEGA que sea particularmente especial para ti?
Cindy Crawford: Sí. Cuando empecé a trabajar con OMEGA, le pregunté al señor (Nicolas) Hayek (fundador de Grupo Swatch), quien ya falleció, si podía tener un Constellation especial para mí. Y me hizo uno de platino. Por lo general no hacen relojes totalmente de platino porque es un metal más blando. Pero hicieron uno para mí, así que tengo el único Constellation de platino que existe. No lo uso a menudo porque es frágil y muy preciado para mí. Es hermoso porque el color del platino es muy distinto al del acero.
Tiempo de Relojes: Si pudieras agregar una función extraordinaria a tu reloj, ¿cuál sería?
Cindy Crawford: Depende de qué tan extraordinaria, porque si fuera súper extraordinaria sería viajar en el tiempo, ¿no? O que me ayudara a teletransportarme siempre a Los Ángeles para dormir todas las noches en mi propia cama. Ya en serio, creo que me gustaría agregarle una alarma, como un zumbido. Porque cuando, por ejemplo, estoy con mis amigos y sé que ese mismo día debo estar en un evento o algo así, no me gusta revisar constantemente mi reloj o mi teléfono. Así que me gustaría sentir un pequeño shock que me recuerde que debo irme en 10 minutos. Pero para el modo en el que vivo, lo de la teletransportación sería lo máximo. Creo que tengo que hablar con Elon Musk sobre eso.
Tiempo de Relojes: ¿Qué reloj consideras un clásico?
Cindy Crawford: Para mí sería uno que puedes usar tanto de día como de noche, que puede haber sido lanzado hace 10 años y todavía se ve actual porque tiene una elegancia natural.
Hablarle a las mujeres
Tiempo de Relojes: Omega es la marca del primer reloj en la Luna, la patrocinadora de los Juegos Olímpicos y la que usa James Bond. ¿Cómo te sientes cuando se habla de ti, una mujer símbolo de empoderamiento, como embajadora de una marca que tiene una narrativa tan heroica?
Cindy Crawford: Cuando empecé a trabajar con OMEGA en 1995, creo que justo eso era por lo que la marca era mejor conocida. Es una locura, porque ha existido durante más de 100 años y ha hecho relojes femeninos desde siempre. De hecho, tengo una buena colección de relojes femeninos vintage de OMEGA. Pero, parte del porqué OMEGA se asoció conmigo en ese entonces y continúa aliándose con otras muchas embajadoras de marca, tuvo que ver con poder hablarle a las mujeres. En los años 90, Constellation se sentía sobre todo como una pieza de joyería. Sin embargo, creo que las mujeres que compran relojes hoy han evolucionado y están mucho más educadas sobre la parte técnica y los movimientos. Y también sobre cómo un reloj es un legado que pasa de generación en generación.
Así que aunque empecé a trabajar en un lado de OMEGA más relacionado con la moda, he aprendido mucho al compartir tiempo con los maestros relojeros. Ahora puedo entender cómo todos esos pequeños componentes son necesarios para crear un movimiento preciso. Y creo que no estoy sola en pensar que los relojes ya no son un objeto necesario a nivel funcional. Ahora los relojes deben hacer más que decirte qué hora es. Y, como una mujer que empezó en el lado de la moda, me gusta ver cómo las mujeres más jóvenes pueden comprender por qué los hombres se vuelven locos por los relojes. Ahora tienen más entendimiento y empiezan a interesarse más en el mundo relojero.
“Me gusta ver cómo las mujeres más jóvenes pueden comprender por qué los hombres se vuelven locos por los relojes”
Cindy Crawford
Tiempo de Relojes: Mencionaste que tienes una colección de relojes vintage…
Cindy Crawford: ¿Quieres saber cuáles tengo?
Tiempo de Relojes: En realidad, lo que me gustaría saber es cómo te sientes cuando los usas.
Cindy Crawford: Hace un par de años, uno de mis socios me regaló uno por mi cumpleaños. Siempre ha sido muy bueno para encontrar estas piezas vintage de OMEGA. No recuerdo cómo se llama el modelo, es muy pequeño, con carátula negra. También tengo otro con un brazalete de cadena. Creo que no los uso tanto como debería porque los cuido mucho, pero en cuanto los ves te das cuenta de que son arte. Son como pequeñas cápsulas del tiempo.
El corazón de la relojería
Tiempo de Relojes: De tu primera experiencia con Omega hasta ahora, ¿cómo sientes que la marca ha evolucionado y cómo has evolucionado tú con ella?
Cindy Crawford: Creo que la marca ha evolucionado, como comentábamos hace un momento, en la forma en la que se dirige a las mujeres. Antes lo hacía desde la perspectiva de la moda, pero ahora lo hace desde el corazón real de la relojería. OMEGA siempre ha sido una marca global, pero siento que antes era más conocida por su espíritu de aventura. Sin embargo, creo que ahora también nos muestra un lado más soft a través de embajadores de marca que provienen de distintos mundos. Hay una gran diversidad, no solo en cómo nos vemos, sino también en los mundos que representamos.
Tiempo de Relojes: Tu relación con OMEGA está marcada por tu interés en apoyar proyectos filantrópicos. ¿Cuál te ha dado más satisfacción?
Cindy Crawford: Cuando empecé a viajar con OMEGA, comenzamos a incorporar planes relacionados con problemáticas femeninas. OMEGA sabe hablarle a las mujeres porque tiene muchas clientas, y eso nos hizo pensar también en los niños. Cuando era pequeña, perdí a un hermano; éramos niños los dos. Así que me conmovió mucho cuando OMEGA, trabajando con Orbis International, me invitó a Perú. Visitamos un hospital especializado en la visión, donde llevaron a médicos enfocados en ayudar a niños con ese tipo de padecimientos. Les enseñaban a los médicos locales cómo hacer ciertas cirugías y les daban equipo para poder realizarlas. Se trataba no solo de ir, hacer un truco de magia e irse, sino construir un proyecto a largo plazo en esas comunidades. Pude llevar a mi hija Kaia a ese viaje.
Creo que experimentar todo eso con mi hija y que ella pudiera ser testigo de esta labor en la que pude aportar algo, fue muy significativo para mí.
Tiempo de Relojes: ¿Podrías compartirnos alguna anécdota que recuerdes de alguna de las sesiones de foto que has hecho con OMEGA?
Cindy Crawford: Las fotos no son lo más emocionante que hago con OMEGA. Lo más memorable han sido los viajes que hemos hecho juntos. Como cuando fui a los Juegos Olímpicos y vi a Michael Phelps ganar cuatro de sus nueve medallas de oro. O cuando me invitaron a hacer un viaje incluyendo a mi familia. O cuando monté un elefante en India o conocí Machu Picchu. En cada viaje tenemos eventos, pequeños o grandes, que me han permitido conocer a gente de todo el mundo, y eso es lo que más ha dejado huella en mí.
Vivir en el ahora
Tiempo de Relojes: ¿Cuál sido tu época favorita o la edad que más has disfrutado?
Cindy Crawford: Creo que la respuesta correcta es ahora. Si alguien no te dice que su momento favorito es ahora, no está llevando bien su vida. Eso no significa que no amara haber sido una joven modelo viviendo en Nueva York. O una madre joven —amé ser una madre joven, por cierto— con sus hijos entrando a la escuela y ahora verlos de adultos. Me enfoco en hacer del presente el mejor momento posible. Y aunque puedo sentir nostalgia por el pasado, no soy de esas personas que añorarían volver ahí. Intento hacer que todo momento de mi vida sea de lo mejor.
Tiempo de Relojes: ¿Cómo consideras que ha evolucionado la moda desde sus inicios hasta el día de hoy?
Cindy Crawford: ¡Wow! Bueno, aunque no lo crean yo no estuve presente en los inicios de la moda (risas). La moda ya existía antes de mi generación. Pero creo que antes de mi generación era un asunto más de nicho y muy poco democrático. Las mujeres ricas leían Vogue y compraban prendas de Chanel y otros diseñadores. Mientras, el resto de la gente no sabía necesariamente los nombres de esos diseñadores ni el de las modelos o los fotógrafos. Creo que fue en los años 80 y 90 cuando la moda se convirtió en un negocio real. En el Nueva York de los 80, todo mundo estaba haciendo dinero, había excesos, hombreras, mujeres poderosas. Siento que mi generación fue la primera en la que el mundo de la moda se convirtió en el negocio de la moda.
“El mundo de la moda ya entendió que debe hablarle a todas, no solo a un cierto tipo de mujer o a un tipo de cuerpo o de rostro, sino a todas las mujeres”
Cindy Crawford
¿Y cómo ha evolucionado? Los dos aspectos más importantes son, primero, que ahora todo es global. Cuando empecé en esto, si iba a Milán aprovechaba para comprar cosas que ahora puedo comprar en casi cualquier lugar del mundo. Y lo segundo son las redes sociales, que ahora son esenciales para captar atención en el mundo de la moda. Incluso cuando haces una sesión de fotos para una revista, tienes que ponerlo todo en las redes sociales. A veces siento que prácticamente hacemos la portada para eso. Es interesante porque, al menos por lo que veo en mi feed, la gente no quiere ver imágenes perfectas, que era algo que mi generación amaba. Ahora se busca más el detrás de cámaras, lo real, aquello que los hace sentir que también están ahí. Todo va cambiando, hay que tomarlo e ir a lo que sigue.
Tiempo de Relojes: ¿Cómo piensas que ha cambiado la imagen de las mujeres y el concepto de belleza para las nuevas generaciones?
Cindy Crawford: Bueno, no sé, no sé… Recuerdo a Audrey Hepburn y Marilyn Monroe, y luego Twiggy y Cheryl Tiegs. En la moda y la belleza siempre hay un cierto ideal… Por ejemplo, en la década de 1920 con las flappers, había ciertas ideas de la belleza que se han ido ampliado y expandiendo. Porque el mundo de la moda ya entendió que debe hablarle a todas, no solo a un cierto tipo de mujer o a un tipo de cuerpo o de rostro, sino a todas las mujeres. Creo que nos estamos encaminando hacia eso. Y aunque ha sido inconsistente algunas veces, creo que hemos ido poco a poco avanzando en la dirección correcta.