TEXTO: Manuel Martínez
Desafiante, rebelde, disruptiva, políticamente incorrecta… Bomberg ha construido con orgullo su aura como uno de los creadores más provocadores de la fauna relojera, con algunas piezas tan afiladas en su argumento estético que a nadie dejan indiferente. Relojes macho alfa decorados con calaveras, serpientes, samurais y aves de presa ideales para una escapada en banda al desierto de Chihuahua con la Harley y ritual con los astros incluido.
La firma declina ahora su emblemático modelo Bolt-68 para atraer a una audiciencia políticamente más correcta pero que no reniega de su alma radical. Los nuevos Bolt-68 Racing, BB-68 y BB-01 añaden matices sofisticados a una estética que ya no es rock puro y duro sino ritmos bailables para el viernes en la noche.
“El Bolt-68 representa más el mundo de las motos Harley-Davidson, con gente tatuada y estilo rockero”, dice Fausto Salvi, Chief Commercial Officer de Myconian Luxury Group y a cargo de la supervisión de operaciones, producto y marketing de Bomberg. “En el caso del BB-68, imagínate a un ejecutivo que siempre se viste elegante pero que debajo del traje tiene tatuajes y en la noche se sube a su motocicleta tipo cafe racer. Y con el BB-01 entramos en un universo más divertido y colorido, de gente que va a la playa y en su moto carga una tabla de surf”.
Si lo quieren ver desde una perspectiva musical, “el Bolt-68 es más rock y el BB-01 mucho más pop”, explica Salvi. Y en parámetros artísticos, “el BB-01 se identifica con el street art y el Bolt-68 con una propuesta más extrema, como la del suizo H.R. Giger que diseñó las criaturas y los escenarios de la película Alien”.
Bomberg ha sido audaz más allá del diseño, en el que apostó por una poderosa caja bullhead con la corona y los pulsadores del cronógrafo en la posición de las 12 horas. Desde el principio incluyó un original sistema que permite transformar con facilidad el reloj de pulsera en uno de bolsillo y en algunos casos de mesa.
Así incursionó en la creación de accesorios como las cadenas para el reloj de bolsillo (negras, gruesas y con calaveras) o la base para el reloj de mesa (inspirada en una granada de mano). Ahora tiene una línea de joyería.
La flexibilidad y customización siguen presentes en los nuevos productos. Son dos tendencias al alza constante no sólo en el sector relojero, sino en la moda. Los cambios buscan que Bomberg crezca en todos los continentes, por lo que era importante tener una propuesta más amplia y comercial, según Salvi.
La evolución es notoria en los lanzamientos. El Bolt-68 Racing mantiene la caja bullhead, pero el pulsador start/stop del crono es un gatillo rojo. Además incorpora escala de taquímetro y el diseño de la esfera es más deportivo, igual que el de la correa con perforaciones.
Otra modificación importante es que el medallón y la cadena para transformarlo en reloj de bolsillo ahora se compran por separado. Con ello el precio es más asequible.
El BB-68 también es un bullhead, “pero hemos trabajado en un estilo que llamamos cafe racer vintage y afinamos la ergonomía, por lo que es más cómodo”, dice Salvi. “Tenemos dos looks en esta familia y cambiamos el bisel y la esfera para cada uno”.
Sin duda el BB-01 es el que más llama la atención por su decidido aire fashion contemporáneo. La corona se ubica a las 2 y la visión de la esfera es total gracias a la ausencia de bisel y a que el cristal es una cúpula salida directamente de la caja. Las horas se despliegan en un disco central y los minutos en uno exterior, en una carátula con varios niveles. En las manecillas, la tipografía y la corona se nota un ejercicio de diseño smart, sin dejar de ser radical.
El remate perfecto es la pulsera de malla milanesa gris y las correas NATO combinadas con los colores de la esfera. Es un producto con intenciones unisex y posibilidades infinitas. ¡Y a poco menos de 500 dólares! Se puede adquirir una cadena para convertirlo en un reloj de bolsillo, como es el sello de la casa.
“Siempre vamos a ofrecer un producto con personalidad fuerte y una relación precio-calidad excelente”, asegura Salvi. “No queremos que Bomberg se banalice. Tenemos que encontrar nuevas ideas en el diseño, los materiales y la técnica, anticiparnos a la competencia y a lo que quiere el mercado”.
La marca fundada por Rick de la Croix, el distribuidor relojero más curtido de Latinoamérica y un empresario acostumbrado a innovar e imponer tendencias, tiene planes más ambiciosos.
“No somos sólo una firma de relojes, sino de lifestyle que tiene joyería y en el futuro podemos tener más accesorios o hasta ropa”, afirma Salvi. “Si te quedas en un nicho es complicado, por eso nuestro objetivo es abrirnos y eso es lo que estamos haciendo. Necesitamos un target más grande, ampliar nuestro mercado con gente que se identifique con Bomberg. Las personas que están con nosotros no siguen a nadie, son líderes”.