Calentamos motores rumbo a Baselworld, la feria relojera más grande del mundo. Del 22 al 27 de marzo, cientos de marcas mostrarán sus nuevos productos. Estas apuestas se destacan por su sofisticada rareza
HYT SKULL 48.8
La firma de las horas fluídicas sigue recreando el memento mori en sus relojes, recordando que la existencia es efímera y que se debe aprovechar al máximo. Y lo hace con su modelo Skull desde 2015. Una calavera de culto que sabe rediseñar para dotarla de atributos contemporáneos y contundentes.
HUBLOT BIG BANG UNICO RED MAGIC
Ya sabemos que Hublot es fanático de los nuevos materiales. Si sorprendió con el uso de bloques de cristal zafiro de colores para sus cajas y ha patentado aleaciones inusuales como su Magic Gold, el oro más duro del mundo, no es extraño que este año también quiera dejarnos boquiabiertos.
Su as bajo la manga es lo que la firma de Nyon llama “cerámica de colores vibrantes”, una cerámica patentada más colorida y cuya densidad aumenta su resistencia al desgaste con una dureza de 1,500 HVI frente a los 1,200 HV2 de las cerámicas convencionales.
LOUIS MOINET DHOFAR
Esta firma indie cree en lo auténtico, emocional y excéntrico. Por eso recurre a materiales poco comunes para dotar a sus relojes de un halo casi espiritual y artístico.
Es el caso de esta pieza, que se llama igual que la región más meridional del Sultanato de Omán, en la frontera con Yemen. Su desierto es un lugar ideal para cazar meteoritos. Y de hecho es donde Luc Labenne, un experto en recolectar estos fragmentos de cuerpos celestes, hizo un descubrimiento inusual: un meteorito lunar de 94 gramos, que vale más que su peso en oro, platino y diamante juntos.
El mecanismo de este modelo está patentado. Dos tourbillones giran en direcciones opuestas y la caja exhibe un diseño completamente nuevo e intrincado. Los dos puentes laterales calados están hechos de bloques de oro macizo. La caja de oro blanco está completamente grabada a mano. Sólo habrá tres ejemplares.
ANGELUS U50 DIVER TOURBILLON
Es el primer reloj de buceo de la firma que renació en 2011. Su movimiento esqueletado no escatima en alto rendimiento ni legibilidad. Se trata de un diver en toda regla con un tourbillon volante de un minuto. Soporta con dignidad técnica la presión del deporte fuera y dentro del agua. El calibre flota en una caja generosa de 45 mm de titanio con dos coronas atornilladas. La que está situada a las 4 h es para ajustar la hora y la que está a las 2 h se usa para girar el anillo de brida unidireccional de 60 minutos.
CHRONOSWISS FLYING REGULATOR OPEN GEAR
Regulator fue el primer modelo emblemático en la historia de Chronoswiss. Este año cumple tres décadas, tiempo suficiente para que la firma relojera haga alarde técnico de la evolución de su ícono. Y para crear espectáculo mecánico ha recurrido a la técnica esqueletada y al efecto 3D. Lo primero que ha tenido que modificar es el mecanismo para convertirlo en protagonista a primer golpe de vista. Su esfera permite adentrarse en los puentes de la rueda del tren de engranajes.