Una leyenda a toda velocidad

Si hay un piloto en el deporte motor que esté en activo y se distinga por su perseverancia es Kimi Raïkkönen, recientemente corrió su competencia número 307 dentro de los circuitos de la F1 y está próximo a cumplir 40 años, además su palmares incluye un campeonato del mundo en 2007.

En 2017 fue nombrado embajador deportivo de su natal Finlandia. En 18 años de carrera ha conquistado 103 podios, de los cuales en 21 tomó el sitio de honor, una trayectoria que ha hecho que el piloto de origen finlandés, de acuerdo a sus palabras se tome “un poco más la ligera” las carreras y ahora se dedique a disfrutarlas.

Por su parte Richard Mille patrocina a la escudería Alfa Romeo Racing desde 2018 y el ingreso de Kimi al equipo, fue el escenario perfecto para preparar el lanzamiento de un bólido listo para devorar las horas y minutos, el RM 50-04 Tourbillon Split-Seconds Chronograph Kimi Räikkönen.

Una pieza que viste el piloto finlandés desde el Gran Premio de Singapur, se trata de un maquinaria que lleva la técnica al extremo, su equipo se montó en una caja de  44.5 mm hecha de una mezcla entre carbono y TPT de cuarzo, el RM 50-40 también porta un cronógrafo de 30 minutos de fracción, un tourbillon y un indicador de reserva de energía, su máximo es de 70 horas.

Un pieza con una edición de 30 ejemplares que se nutren de un movimiento esqueletado RM50-03 hecho de Carbón TPT y titanio. Un motor que soporta hasta 5,000 gauss, con un peso de 7 gramos. Además, gracias a la disminución del frotamiento de sus ejes, el consumo de energía de su cronógrafo se redujo a la mitad.

Para complementar la relación entre reloj y piloto, se hizo una selección de colores en la pieza, los cuales se representan en el blanco del cuarzo TPT y el color rojo, tonalidades del monoplaza C38 de Räikkönen, el toque adicional es el digito 7 de su esfera, el cual es el número que utiliza el piloto en el también llamado “Gran Circo”.

De acuerdo a Richard Mille, el RM 50-04 Tourbillon Split-Seconds Chronograph Kimi Räikkönen representa “agallas, destreza tecnológica y, sobre todo, diversión”. Una relación entre auto, piloto y reloj.

“De ahora en adelante, considero que la F1 es un hobby. Ya no siento la misma presión y puedo divertirme al volante. Eso es lo que disfruto haciendo, incluso si todavía estoy concentrado en hacer todo lo posible para lograr el resultado que el auto merece” destaca Raïkkönen.

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