Las frenéticas jornadas del ya extinto SIHH (convertido ahora en Watches & Wonders) obligan a manejar los encuentros con rapidez. La orden es dar mensajes directos y muy claros, como hizo Jean-Marc Pontroué cuando tuvimos la ocasión de entrevistarle en un hueco de su apretada agenda.
“No hay mejor colaboración posible para Panerai que Luna Rossa. Ambos compartimos el mismo origen italiano y gen competitivo. Aunque lo realmente importante es la posibilidad que nos ofrece de trabajar en un prolongado espacio de tiempo”. Esta es sin duda la clave para el consejero delegado de la firma relojera: trabajar con un equipo que permita a Panerai desarrollar en los próximos años todo su potencial. Hasta la primavera de 2021, cuando se dispute la final en aguas de Auckland, aún queda mucho camino por recorrer.
El proyecto va cumpliendo sus etapas. La primera la pudimos conocer a comienzos de este año con el Submersible Luna Rossa, que ahora se amplía con tres referencias más. Y de nuevo surge aquí el modo de trabajar del consejero delegado de la casa, imponiendo un concepto inequívoco, con una imagen potente y unitaria, donde las diferentes opciones quedan a expensas de las maquinarias elegidas.
Visto de este modo, las tres nuevas referencias tienen el mismo atractivo que ya descubrimos en el mencionado Submersible Luna Rossa. El conjunto del reloj despliega todas sus virtudes tanto técnicas como estéticas, siempre con la referencia presente de los modernos veleros de Luna Rossa en la mente.
El vínculo más natural es el código cromático, con una combinación de negro, blanco y rojo similar a la que hemos visto en el velero Luna Rossa AC75, botado el pasado mes de octubre en el Circolo della Vela Sicilia. Pero los relojes van más allá hasta reforzar la unión a nivel tecnológico, primero con sus cajas fabricadas en Carbotech y después con las sorprendentes carátulas, elaboradas nada menos que con el mismo material que se emplea en las velas del barco italiano.
El resultado es impactante a la vista y deja muy claro la evolución que busca Panerai en sus productos; la misma que podemos encontrar entre su icónico velero Eilean y el vanguardista Luna Rossa AC75.
Establecido el mensaje, ya solo queda a la firma aplicarlo según las capacidades técnicas que le ofrece su manufactura de Neuchâtel. Panerai tiene la virtud de ser una de las pocas firmas del mercado que cuentan con un cronógrafo específico de competición, y tarde o temprano debía se aparecer en esta colaboración tan vinculada al mundo del mar.
El Regata Luminor Luna Rossa (PAM 1038) es el más sofisticado de los tres modelos presentados, equipado con el movimiento propio P.9100, con cuenta regresiva ajustable y función cronógrafo flyback. Es un mecanismo ya conocido por los aficionados de la marca, que aquí encuentra el medio perfecto de expresión.
Muy cercana es la propuesta del Flyback Luminor Luna Rossa Chrono (PAM 1037), con la interesante alternativa que representa su menor diámetro (44 milímetros frente a los 47 del Regata), algo para tener en cuenta por aquellos aficionados que siempre han encontrado las cajas de Panerai excesivamente grandes.
Por último, el elegante Luminor Rossa GMT (PAM 1036), de ejecución más sencilla, pero que no pierde en ningún momento la imagen técnica y vanguardista de sus hermanos mayores. Seguro que no serán los últimos frutos de una asociación de enorme potencial.