Una de las especialidades de Pascal Raffy son los grabados con esta pericia: una técnica que se desliza sobre la platina de su esfera. El resultado son los trazos característicos en las piezas de Bovet 1822, los cuales se notan a primera vista el nuevo Fleurier 19Thirty que cautiva en dos presentaciones.
Una línea que se presentó por primera vez en 2015 en caja de acero. Para 2018 se realizó de nuevo la colección pero sus dos subdiales deslumbraron en con tres diferentes esferas -negro, azul y marrón-. En 2019 también tuvo una revisión en caja de oro rojo que cautivó a los coleccionistas. Ahora en 2020 la seducción deja de lado el color café y se concentra en los dos primeros tonos.
También se nutre de un grabado “Fleurisanne” el cual destaca en su caja de 42 mm en acero. Otro detalle que encontramos es la incorporación de un lacado esculpido que hace juego con el color de las esferas en forma de ocho que simboliza la “buena suerte y prosperidad”.
Desde su lanzamiento del Fleurier 19Thirty ese fue su mensaje, pero de igual forma es una oda a los últimos relojes de bolsillo que se patentaron en 1930, antes que dieran el salto a la muñeca. Sin embargo, los artesanos de Bovet 1822 hicieron un movimiento exclusivo para esa línea: el calibre 11BM04 in house manual que late a 21,000 alt/h con Fleurisanne grabado y lacado a mano. Una marcha que se proyecta con 7 días de reserva de energía.
Los dos semicírculos, que se ubican a los lados, fueron empotrados sobre el movimiento; el de la derecha es un indicador de reserva de energía y a la izquierda se puede ver la parte superior del barril. Los acabados están en línea con la técnica de Bovet 1822 con tornillos azulados, perlado en la placa principal y Côtes de Genève arqueadas sobre los puentes. Fleurier 19Thirty nuevamente nos cautiva con su arte hecho tiempo.