¿Quién dice que lo excepcional no es accesible?

El éxito suele despertar suspicacias, y Frédérique Constant no es una excepción. Desde que fue creada en 1988 por el matrimonio holandés Peter y Aletta Stas, la firma ha encontrado más obstáculos en su adaptación al mercado que en el proceso lógico de evolución de una nueva firma. Un ejemplo es su nuevo Flyback Chronograph Manufacture.

Flyback Chronograph Manufacture con caja dorada y  carátula  marrón.

En definitiva, el gran ‘problema’ de Frédérique Constant ha sido tener en contra una comunidad de aficionados demasiado tradicional para entender su inteligente política de crecimiento. Cada paso dado por el matrimonio Stas se responde con una mueca de suspicacia. Pero los resultados siempre acababan dando la razón a sus fundadores.

Flyback Chronograph Manufacture con carátula azul.

Los ejemplos son abundantes. Primero, pocos fueron los que confiaron en ellos cuando anunciaron la creación de su manufactura en Plan-les Ouates. ¡Nada menos que a pocos metros de nombres tan venerables como Rolex, Patek Philippe o Vacheron Constantin!

¿Resultado? Después quince años la firma ya presume de haber lanzado casi una treintena de calibres propios. Y el portafolio de mecanismos es para tenerlo en cuenta. ¿Una recién llegada capaz de hacer su tourbillon o calendario perpetuo? Como decimos, muchos no fueron capaces de aceptarlo hasta tenerlo en su muñeca… y aún así les costó hacerlo.

Entre otras etapas previstas, la madurez de Frédérique Constant pasaba por el lanzamiento de un cronógrafo propio. Lo consiguió en 2017 tras un trabajo de investigación y desarrollo que se prolongó durante seis años. Como ha ocurrido en el resto de los proyectos de la marca, el calibre FC-760 es una maquinaria concebida desde cero.

Calibre FC-760.

El objetivo era que su construcción y mantenimiento sea factible. Además de conseguir un precio final acorde con la filosofía de la casa. La idea es que esta rebaja del coste venga del proceso de fabricación y no de la rebaja de la calidad de los materiales. Desde la manufactura apuntan a la disminución del número de componentes (233 piezas en total) y el carácter modular de la función como vías de trabajo.

233 piezas conforman el calibre FC760.

La inclusión de una rueda de control en forma de estrella (sustituta de la tradicional rueda de pilares), desarrollo de un nuevo tipo de engranaje oscilante de accionamiento y la naturaleza flyback del cronógrafo muestran que el deseo de un movimiento asequible no tiene por qué traducirse en un descenso de las características.

El Flyback Chronograph Manufacture es un reloj creado para gustar al mayor número de personas. Quizá peque de un diseño demasiado clásico; sin grandes sorpresas, pero también sin ningún fallo grave o un sesgo creativo que lo llevara a convertirse en un producto nicho del mercado.

La verdad, su cometido es ser popular ya que entra dentro del concepto de Frédérique Constant de vender relojes prácticos para todas las personas y para todos los días. A favor de la firma hay que señalar su inteligente política de evolución del producto. La buena aceptación que ha tenido el Flyback Chronograph Manufacture desde su lanzamiento ha motivado que varias de las referencias lanzadas ya estén agotadas en el mercado y la firma se vea obligada a las nuevas entregas.

La respuesta ha tomado forma de doble versión: una en acero con carátula en azul y otra en dorado con carátula marrón. El acabado en contraste de los contadores del cronógrafo y el rediseño del resto de componentes de la carátula nos ofrecen un reloj bastante más atractivo que las primeras ediciones lanzadas. Un ejemplo más de la inteligencia que siempre ha guiado el trabajo de esta casa.

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