Tentación de museo

Ante un acontecimiento histórico, honores fidedignos. La inauguración del Museo Audemars Piguet en Le Brassus este verano tiene un as bajo su manga, una reedición de un cronógrafo histórico por el que los coleccionistas se pelearán. Lo han bautizado [Re]master01 y satisface con la mirada el paladar por su esfera dorada que recuerda al champán. Un brindis para festejar la inauguración del Museo Taller de Audemars Piguet con el poso de un buen reserva que se remonta a los cronógrafos clásicos que fabricó Audemars Piguet entre 1930 y 1950.

Un nuevo ejercicio de reinterpretación histórica entre tradición y vanguardia que recupera un flyback de 1943. Como el modelo original, presenta el logotipo “Audemars Piguet & Co. Genève”. Desde finales del XIX hasta la década de 1970, la firma tuvo un taller en Ginebra para dar servicio más allá de los inviernos imposibles en Le Brassus. Un detalle histórico es que esta firma en la esfera con la mención expresa de la ciudad de Ginebra comenzó a aparecer en sus piezas en los años 20 y 30 del siglo pasado.

La firma ha tratado de ser fiel al guardatiempo original con la caja de 40 mm de acero y asas en forma de lágrima resaltada por bisel, corona y pulsadores de oro rosa. Hay una ligera pincelada de color con las agujas azules del crono. Monta el calibre de manufactura 4409 automático, que late a 28,800 alt/h y aporta una reserva de marcha mínima de 70 horas.

Se lanzan solo 500 piezas de este cronógrafo de pulsera histórico. Llega con pulsera de piel de becerro marrón cosida a mano y una correa adicional de aligátor también marrón. Hay una ligera pincelada de color con las agujas azules del crono. Y la masa oscilante está fabricada en oro rosa decorada con motivo “Clous de Paris”. La tentación [Re]masterizada del profundo arraigo en el Vallée de Joux.

Reloj en el que se inspira esta nueva versión de museo. Phillips lo subastó por 384,500 francos suizos en 2018.

Los relojes de pulsera cronógrafos de época de Audemars Piguet se encuentran entre las piezas más singulares del mundo, con solo 307 ejemplares fabricados entre las décadas de los años 30 y 50. El que inspira el nuevo reloj se subastó en 2018 por 384,000 francos suizos de la mano de Phillips.

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