La atemporal mirada de Patek Philippe se ha topado con el fenómeno neopilot. Hasta hoy este tipo de tendencias de conjunto parecía patrimonio de marcas situadas en un lugar distinto al de la nobleza de Ginebra, pero Patek Philippe quiere decirnos que su larga trayectoria domina otros registros curtidos también en batallas verdaderas. Desde los relojes de forma Gondolo a sus cotizados cronógrafos, pasando por la insuperable construcción de una sonería como el Grandmaster Chime del 175 aniversario o su reloj de aviador, grande y explícito, con rostro oscuro y rusticidad luminiscente de entreguerra.
Así las cosas. El nuevo Calatrava Pilot Travel Time Ref. 5524G, la pieza más comentada de Baselworld 2015, inaugura una nueva era abierta a estimulantes posibilidades bajo una presidencia que también empieza a dejar signos de evolución. Que sepamos hay referencias de relojes de aviador de Patek Philippe desde 1936, pero en este nuevo Calatrava la inspiración se ha tomado de otros ángulos más coquetos y evocativos. Aquí estamos viendo la mano directa del presidente Thierry Stern en una colección salida de una hoja en blanco aunque todo por separado resulte familiar: el sistema Travel Time de pulsadores a la izquierda, los numerales luminiscentes…
El Ref. 5224 es un sport-elegant clásico (de oro blanco) y circular inmune a los must del mercado que ha compactado en una pieza distintiva y seguramente fenoménica desde su nacimiento que muy bien pudiera alojarse en acero en el futuro. Caja de 42 mm, con marcha de 35 a 45 horas, indicación de día y noche –ya casi obligatoria– y segundo huso horario. El alma de la obra es un calibre automático 324 S C FUS, 294 partes, 28,800 alt/h y regulación Gyromax-Spiromax.
Un reloj de distinguida casualidad como éste se sustenta únicamente apelando a referencias propias, a una expresión de nostalgia que un día se materializó en un reloj con un sistema de ángulo horario, o lo que se llamaba Sidéromètres en los años 30, pero puesto al día para viajeros de business class. No hay que olvidar que el viaje como impulso creativo habita naturalmente en Patek Philippe. Nos recuerda la hora universal de Louis Cottier en 1930 y la patente de Travel Time en 1959.
El inicio son los Sidéromètres, los ‘relojes de ángulo horario’ que indican el tiempo basado en el movimiento de las estrellas. El tiempo sidéreo es aproximadamente 4 minutos más corto respecto de un día solar. En 1936 Patek Philippe fabricó dos relojes Sidéromètres, el segundo con crono rattrapante. Los pilotos necesitaban estos relojes para orientarse por la noche en el mar. (Por Manuel Palos)