Si hablamos de grandes hitos de la relojería moderna, La Esmeralda de Girard-Perregaux merece estar en el pódium. Lo tiene todo: belleza, un acabado excepcional, exclusividad técnica y mucha, mucha historia. Esta última es especialmente relevante para el mercado mexicano, aunque de ella hablaremos un poco más tarde.
Centrados en la novedad, Girard-Perregaux presenta por primera vez una versión de La Esmeralda en oro blanco. Es una pieza bellísima, con una terminación de aspecto clásico que cuadra bien con la trayectoria del modelo y que aprovecha la singularidad mecánica del mecanismo para convertirlo en su principal atractivo. El nombre completo de la pieza es Tourbillon A Secret Edición Eternity y ha sido presentado en la Jewellery and Watches Exhibition de Doha.
Belleza estética y mecánica
La nueva La Esmeralda se presenta en caja de oro blanco de 43 milímetros de diámetro, grabada y esmaltada en azul. Además, el fondo cuenta con una tapa secreta desplegable. Su exterior está decorado con un esmalte flinqué con un motivo equino. Una vez descubierta, accedemos a los secretos del mecanismo. Un movimiento espectacular, con una decoración muy clásica, acorde con la escuela de La Chaux-de-Fonds. Cualquier aficionado exigente disfrutará al coger la lupa de aumento y descubrir las decoraciones de los ángulos interiores de los puentes y las ruedas. Un trabajo que solo se puede hacer a mano y que está al alcance de muy pocos artesanos relojeros de la región.
El símbolo de los tres puentes
La excepcionalidad mecánica de La Esmeralda reside en su movimiento de tres puentes. Es la misma arquitectura que diseñó Constant Girard en 1867 para su movimiento con un tourbillon y que Girard-Perregaux conserva desde entonces en su catálogo. Podemos decir, sin problema, que el movimiento de tourbillon bajo tres puentes es el mecanismo más antiguo de la industria suiza de cuantos se siguen fabricando hoy en día.
Historia y resurgimiento
Desde que Abraham-Louis Breguet creó el tourbillon a comienzos del siglo XIX, muy pocos relojeros se habían atrevido a abordarlo desde su propia perspectiva profesional. El primero de ellos fue Constant Girard, que encontró en él un modo perfecto para asegurar la fiabilidad de sus mecanismos. El relojero ideó este sistema de tres puentes, primero en alpaca y más tarde perfeccionado con su realización en oro. Este último reloj, fue presentado en la Exposición Universal de París en 1889 y obtuvo al instante un éxito inmediato.
Aquel reloj de bolsillo acabó siendo conocido como La Esmeralda en honor del detallista que lo adquirió, con negocios repartidos entre París y México. Fue en este último país donde la pieza encontró su dueño final, nada menos que Porfirio Díaz. El reloj permaneció en manos de la familia del presidente mexicano hasta que décadas después fue recomprada por la propia firma para que tuviera un puesto de honor en su museo.
La Esmeralda es un símbolo para Girard-Perregaux y la manufactura no dudó en recuperarlo para su colección con motivo del 225 aniversario de su creación, celebrado en 2016. Al igual que ocurrió en 1889, La Esmeralda tuvo una fenomenal acogida, lo que llevó a la firma a mantenerlo en el catálogo con diferentes versiones hasta llegar a esta última realizada en oro blanco.
De esta edición se realizarán únicamente 18 piezas para todo el mundo. Aunque las imágenes que nos ha proporcionado Girard-Perregaux aparece el reloj esmaltado en azul, el cliente tiene la opción de pedirlo también en verde o gris. Un servicio de personalización a la altura de esta pieza histórica.
FICHA TÉCNICA
GIRARD-PERREGAUX LA ESMERALDA A SECRET EDICIÓN ETERNITY