Cuervo y Sobrinos se instala en Berger

La marca cubana se consolida en México con un espacio único en Berger. Allí está ya Vuelo Emilio Carranza en tributo al aviador mexicano.

La firma cubana con alma latina y corazón suizo ya tiene un espacio único en una de las joyerías más prestigiosa de México. Berger fue el escenario para inaugurar un corner de Cuervo y Sobrinos en la arteria del lujo de Ciudad de México, en Avenida Masaryk. Sergio Berger, director adjunto de Berger, aseguró que están emocionados de sumar este espacio a una firma con mucha historia. Y recordó la profunda relación de su familia con Cuba, ya que su abuelo Alex Elías y su padre y su tío (Mauricio y Silvio) huyeron de Amberes a Cuba antes de recalar en México.

Ahora, los aficionados mexicanos ya pueden acceder a colecciones icónicas de la casa caribeña, como Historiador y Buceador. También hay modelos como el Historiador Hemingway, lanzado el año pasado e inspirado en el escritor que visitaba con frecuencia la isla. Una época dorada para el país, que se convirtió en un destino de glamour y lujo.

De izquierda a derecha, Sergio Berger, Carlos Balderas (Artis Distribution) y Ari Berger.

En la vitrina de Cuervo y Sobrinos están ya los modelos históricos de la compañía, como Prominente e Historiador, que laten con el movimiento art déco y tienen un estilo discreto y sofisticado. Pero también hay relojes contemporáneos como Buceador, Pirata, Robusto y Vuelo. Uno de ellos es el recién lanzado Vuelo Emilio Carranza, una colección de tres relojes con look vintage, que rinde homenaje al legendario aviador mexicano Emilio Carranza, que representó a México en el primer vuelo transnacional entre Estados Unidos y México, volando 3,000 km desde San Diego, California, hasta Ciudad de México en 18 horas y media.

Vuelo Emilio Carranza versión Bicompax ya se puede comprar en Berger.

Cuervo y Sobrinos nació en 1882, pero disfrutó de su mayor éxito comercial en la década de 1950, cuando sus ventas alcanzaron niveles sin precedentes. Sin embargo, con la situación política cambiante, algunos miembros de la familia Cuervo abandonaron Cuba y la marca permaneció inactiva durante varios años. A principios de la década de 2000, la marca fue adquirida por compradores europeos.

Hoy en día, produce sus relojes en Suiza. Su sede en Capolago, con vistas al lago de Lugano. Cada modelo hace referencia al pasado de Cuba y celebra el legado de la compañía, pero con un estilo moderno que cada vez conquista a más coleccionistas.

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