El bestiario de Cartier crece este 2024. La Maison nos revela una nueva colección de animales salvajes que, convertidos en joyas, siguen marcando sus huellas con firmeza. Algo que han hecho desde 1914 cuando apareció por primera vez su icónica pantera a la que ahora acompañan cebras, cocodrilos y tigres.
Vemos, primero, una quimera. Una fusión de cebra y cocodrilo en la que se abstraen las franjas salvajes de la cebra que, adoquinando la caja con granates tsavoritas y diamantes, parecen abrazarla. Con tres variaciones de color evocando tigres y dos opciones de correa —piel de becerro o alligátor—, una vez más Cartier revitaliza el pasado mediante el increíble lenguaje dela fantasía.
Por su parte, al emerger del agua, los cocodrilos contemplan el paso del tiempo. Los bellos reptiles cobran vida gracias a la destreza de los artesanos de la Maison des Métiers d’Art de La Chaux-de-Fonds y se apoderan salvaje y sutilmente de la carátula del reloj. Lo hacen con vivacidad. Se ve en los ángulos de las escamas y el ojo esmeralda. También en el engaste en degradado que enaltece las tonalidades de los zafiros y los diamantes que parece que pueden deslizarse alrededor de nuestra muñeca.
¿Qué más podemos ver el bestiario de Cartier 2024?
El penúltimo animal, refleja la destreza y el carácter. El tigre fija intensamente la mirada. Con la mandíbula tensa y lista para actuar, revela la caja engastada con espinelas negras, granates, espesartinas, zafiros amarillos y naranjas, diamantes talla brillante y una clásica caratula de “rayos de sol” donde parece buscar su propio reflejo. Se complementa con un brazalete flexible que abraza la muñeca salpicada de piedras preciosas. Adicionalmente, Cartier hace con este reloj joya un dúo dándole también espacio al cocodrilo. El resultado son dos opulentas piezas únicas.
Para terminar el recorrido, lo irremplazable. La icónica Panthère no podía faltar en las novedades 2024 de bestiario de Cartier. Con la feminidad elegante y feroz de Jeanne Toussaint como inspiración, la Maison nos ofrece una caja, carátula, brazalete y decoración con la cabeza de la pantera totalmente engastados. Vemos en ella zafiros y diamantes en talla brillante (12.1 quilates), ojos de esmeralda talla pera, un hocico de ónix…
Y, como siempre, una huella histórica notoria en la destreza artesanal y la pasión de la firma por crear formas y volúmenes orgánicos. Algo que queda claro en una segunda versión de la pantera. En este caso reposando sobre el reloj, vemos un full pavé en el que conviven granates rodolitas, ónix, espesartinas, diamantes amarillos y blancos talla brillante. Un impactante felino con ojos de esmeralda y hocico de ónix que pareciera temible pero que, en realidad, puede llevarse a todos lados. Esto gracias a sus correas de piel de becerro irisadas, una en color violeta y la otra en marrón.