Apple ha escuchado a los usuarios de la primera generación de su smartwatch, lanzada en abril de 2015, y prepara una versión futura que será más independiente del iPhone para corroborar que llegó a la relojería para quedarse. Según reveló Bloomberg de fuentes internas de la compañía, la firma de Cupertino presentará nuevos modelos de relojes inteligentes con GPS este otoño, aunque no es seguro que todas las mejoras tecnológicas en las que trabaja actualmente estén listas para ser incorporadas en el próximo iPhone.
Apple habría estado en conversaciones durante 2016 con compañías de teléfonos móviles en Estados Unidos y Europa para poder añadir conectividad celular a su smartwatch para una descarga autónoma de la mayoría de los contenidos, realizar el seguimiento constante de su ubicación, tener recepción de notificaciones y mensajes, o establecer llamadas con FaceTime audio prescindiendo de su dependencia con el iPhone.
El problema en las pruebas actuales que realiza la empresa, según las fuentes, es que el enlace celular incrementa el consumo de batería y la firma no parece tener todavía la solución definitiva. La actual autonomía energética del dispositivo, entre un día y medio y dos días si se apaga durante la noche, es uno de sus puntos débiles frente a los relojes tradicionales mecánicos y de cuarzo con funciones inteligentes.
Pero los planes de Apple para la nueva generación de su smartwatch de este año sí incluyen un GPS que mejora la exactitud de datos en funciones relacionadas con la salud y la navegación. La comunicación satelital permite al reloj determinar con más precisión la ubicación del usuario y establecer distancias más precisas a la hora de correr o caminar, además de que incluye nuevas apps de serie como ‘Respirar’, para hacer ejercicios de respiración; ‘Hogar’, para controlar la domótica; ‘Recordatorios’, como su equivalente en el iPhone, ‘Buscar Amigos’ y ‘Ritmo Cardiaco’.
La firma también ha mejorado la operatividad de la pantalla-carátula del dispositivo para hacer los cambios con más rapidez y nueve complicaciones más. La próxima versión permitirá también hacer un uso más libre de la memoria RAM para ganar en velocidad y apertura de aplicaciones, y facilitará la llamada a los servicios de emergencia desde el gadget en cualquier país.
Para la firma que dirige Tim Cook es crucial revertir la caída en las ventas de su Apple Watch en medio de la desaceleración paralela de las cifras obtenidas con su producto estrella, el iPhone. Éste último contribuye casi con el 60% de la facturación total de la compañía.
Según Bloomberg, se vendieron 1.6 millones de relojes Apple de abril a junio de este año, menos de la mitad que en el mismo periodo de 2015, de ahí la necesidad de aportar mejoras en la funcionalidad de un dispositivo que no ha obtenido el éxito de público de acuerdo a la expectativas de Cupertino. La empresa prepara también una serie de nuevos aparatos que llegarán al mercado en breve para mejorar las cifras en 2017, como un nuevo iPhone con un chip más rápido y mejor cámara, y un MacBook Pro portátil más delgado. (Por Carlos Alonso)
