Patrick Pruniaux no teme a los desafíos. Se atrevió a asumir de manera simultánea la dirección de Ulysse Nardin y Girard-Perregaux en el deseo de Kering de apuntalar su oferta de alta relojería. Ahora, en plena pandemia, ha apostado por crear, junto a otras firmas, el salón profesional Geneva Watch Days. Más allá de la necesidad de sus participantes en presentar sus novedades a sus colaboradores, la cita ginebrina nos aporta las pistas de cómo podrían ser las ferias relojeras del futuro.
P: ¿Por qué no participaron en la plataforma digital que se creó con motivo de la cancelación de Watches & Wonders?
R: Pensamos que no era el mejor momento para presentar novedades. Nuestros minoristas han estado cerrados y también nuestras líneas de producción y departamento de envíos de Ulysse Nardin. Todo lo que teníamos era nuestra colección actual, sin ninguna novedad. Hemos decidido posponer nuestro lanzamiento principal del año hasta finales de agosto, cuando los clientes disfruten de una disposición más receptiva y, espero, todo haya vuelto a la normalidad.
P: ¿Y qué recomienda hacer en estos momentos?
R: Mi prioridad es fortalecer la venta de nuestros minoristas, y eso ahora mismo solo se puede conseguir con nuestros productos existentes. Por ahora, centraremos nuestros esfuerzos en esta dirección en lugar de “molestarlos” con nuestras novedades. Para restablecer el negocio, primero necesitamos visibilizar el producto y conseguir que los minoristas consigan el suficiente flujo de caja que les permita volver a abastecerse de nuevas piezas. Será entonces cuando presentemos nuestras novedades y les dediquemos el entusiasmo que se merecen.
P: ¿Por qué decidieron crear Geneva Watch Days?
R: Siempre he defendido que la ciudad de Ginebra es escaparate idóneo para que la industria relojera muestre lo mejor que tiene para ofrecer. Obviamente apoyé la cancelación de Watches & Wonders, pero también creemos que es importante un momento de optimismo para aquellos apasionados a la relojería y que estuviera adaptado a las circunstancias sanitarias actuales.
P:¿Confía en que puedan celebrarlo a finales de agosto tal como tienen planeado?
Será el único evento relojero de 2020 en Suiza. ¿Qué aportará su celebración que no se consiga mediante otros medios?
R: Será importante para mantener el empuje. Esta será una gran alternativa después del verano con respecto a la cancelación de las dos principales citas relojeras. Monitorizamos la situación cada día y es verdad que aún no podemos garantizar nada porque todo lo que rodea al virus son conjeturas, pero estamos seguros de que el formato descentralizado que hemos planeado permitirá cumplir sin problemas con las reglas sanitarias impuestas por las autoridades. Todavía creo que las ferias son una magnífica plataforma comunicación para que las firmas lleguen a los prescriptores, minoristas y prensa.
P:¿Cuáles son las ventajas de hacer shows como Geneva Watch Days en lugar de un evento monomarca?
Compartir gastos y experiencias. Tener un solo altavoz para todas las marcas en el momento preciso. Ser más fuertes juntos y llegar así más lejos. Necesitamos mostrarnos como una industria unida en medio de este terremoto.
¿Geneva Watch Days será un espectáculo único o quiere extenderlo a más ediciones?
No tenemos el objetivo de reemplazar las ferias ya existentes. Simplemente queremos llenar el vacío que se ha producido en un año tan complicado como el actual.
¿Tomaron ya una decisión de cara a 2021? ¿Veremos a Ulysse Nardin y Girard-Perregaux en la próxima edición de Watches & Wonders?
Sí, lo estamos planteando de un modo muy serio. Está claro que Watches & Wonders es un gran concepto. Además, tener un único gran salón en Ginebra es una gran noticia para el sector y estamos muy contentos con que el proyecto vaya en esa dirección.
P: ¿La fórmula “una fecha-una ciudad” (como parece que será Ginebra el próximo año) será el mejor modo de garantizar el futuro de las ferias de relojes?
R: Sí, creo que la industria se beneficia de tener una feria unificada, sobre todo para los minoristas y miembros de la prensa, que tendrán que viajar una sola vez a Suiza. Claro que notaremos el impacto de la transición digital en nuestro modelo de negocio, pero el ser humano necesita verse al menos una vez al año. Fíjese en la distancia social que sufrimos actualmente a causa del virus: todos estamos conectados a través de los dispositivos digitales, pero falta el contacto humano.
P: ¿Las marcas de alta relojería todavía necesitan que las ferias muestren sus novedades y realicen reuniones con la prensa, los distribuidores y los minoristas?
Creo que el consumidor espera más que nunca de nosotros autenticidad e innovación, que es algo que nosotros podemos aportar en estos momentos. Hay un renovado interés en entender la experiencia relojera y dotarla de una perspectiva histórica. Además, podemos crear fácilmente emoción con las poderosas novedades que hemos desarrollado y las innovaciones técnicas. Los consumidores quieren más contenido y profundidad. Tanto Girard-Perregaux como Ulysse Nardin son marcas que no se definen por un éxito pasajero, sino que parten de una visión a largo plazo. Esto es algo que casa a la perfección con las expectativas actuales.
P: ¿Merece la pena invertir en ferias presenciales cuando las presentaciones se pueden hacer en formato digital?
R: Como decía, todavía creo en los beneficios de un movimiento unido de la industria. Estos eventos son una extraordinaria oportunidad para contar nuestra historia de un modo potente al mundo y crear así un deseo. Un producto no es nada sin historia y una historia no puede ser solo contada de un modo digital. (Texto: Andrés Moreno)