El mundo del lujo se ha agitado con la noticia de que Bernard Arnault –fundador, presidente y CEO del grupo LVMH– compró acciones de Richemont, el consorcio rival propietario de varias de las marcas de alta relojería más importantes, así como de la firma de alta joyería y relojería Cartier. Las acciones de Richemont aumentaron 2.8% luego de que se revelara esta información.
El diario Financial Times reportó que “la participación es demasiado pequeña para ser revelada en los registros públicos y es una inversión personal de Arnault, uno de los hombres más ricos del mundo, dijeron dos personas familiarizadas con el asunto. Se trata de una participación entre muchas otras acciones propiedad de la familia y no indica ningún movimiento particular en Richemont, añadieron”.
Una fuente que pidió no ser identificada le dijo a Bloomberg que Arnault tiene la intención de mantener las acciones solo como inversión.
Según Financial Times, “en una entrevista con Bloomberg publicada el martes, Arnault se encogió de hombros ante las preguntas sobre futuras adquisiciones, diciendo que tenía ‘ideas para el futuro’ y evocando marcas sin nombre que encajarían bien en LVMH, pero añadiendo: ‘No necesitamos hacerlo'”.
Reviven las especulaciones
No obstante, como señala Financial Times, “la inversión podría reavivar las especulaciones sobre posibles escenarios de adquisición entre los grandes grupos de lujo, sobre todo considerando que Richemont, controlada por el multimillonario sudafricano Johann Rupert, de 74 años, se prepara para un desafío sucesorio”.
Según Bloomberg, LVMH es la tercera empresa más valiosa de Europa, con una capitalización bursátil de alrededor de 391,000 millones de dólares. Por su parte, el valor de mercado de Richemont asciende a 91,300 millones de dólares.
Bloomberg también menciona que la participación de Arnault en Richemont puede seguir generando dudas sobre sus intenciones con la inversión. Pero añade que Richemont tiene una fuerte defensa contra pretendientes no deseados porque Rupert, su presidente, controla el 51% de los derechos de voto pese a poseer solo 10.2% del capital. Hace apenas unos semanas, Rupert nombró como nuevo CEO de Richemont a Nicolas Bos, quien antes había dirigido Van Cleef & Arpels.
¿Y si ocurriera?
En caso de que se produjera una adquisición de Richemont por parte de LVMH, el panorama de la relojería y la joyería cambiaría sustancialmente. LVMH es propietaria de Bulgari, Hublot, TAG Heuer y Zenith. En 2021 completó la adquisición de Tiffany & Co. por 15,800 millones de dólares. Tan solo ayer, anunció la adquisición de Swiza, propietaria de L’Epée 1839, el reconocido fabricante suizo de relojes de mesa. Frédéric Arnault, uno de los hijos de Bernard Arnault, es el CEO de la división de relojes de LMVH.
Además de Cartier, el portafolio de Richemont incluye A. Lange & Söhne, Baume & Mercier, IWC Schaffhausen, Jaeger-LeCoultre, Montblanc, Panerai, Piaget, Roger Dubuis, Vacheron Constantin.
De acuerdo con el informe anual más reciente de Morgan Stanley y LuxeConsult sobre el mercado relojero, Cartier, que sería la joya de la corona de una posible adquisición, ocupó el segundo lugar en ventas en 2023 con 3,100 millones de francos suizos. Además, el market share de Cartier creció a 7.54%, por encima del 7.49% de Omega. Vacheron Constantin es otra firma muy apetitosa, que en 2023 superó los 1,000 millones de francos suizas en ventas, con un crecimiento del 18%.
Bloomberg reporta que en la presentación de los resultados anuales de LVMH en enero, Bernard Arnault describió a Cartier y Van Cleef & Arpels como “dos grandes marcas”. Y tuvo elogios para Rupert: “Permítanme terminar con Richemont y monsieur Rupert, a quien considero un líder excepcional. No tengo ningún deseo de perturbar su estrategia, entiendo que desee seguir siendo independiente y me parece muy bien. Y si necesita apoyo para mantener su independencia, ahí estaré”.