Omega ha querido sorprender a sus seguidores con un reloj que, la verdad, no esperábamos a estas alturas del año. Hay que agradecérselo a la firma suiza. Primero, porque nos encantan las sorpresas. También, porque el Speedmaster Chronoscope es una de esas rarezas que solo una casa de la historia y el potencial técnico de Omega es capaz de sacar en estos momentos.
El término de Chronoscope les será familiar admiradores más fieles de Omega. En los primeros años de este siglo era el nombre elegido para los cronógrafos de la prestigiosa colección De Ville. El Chronoscope fue uno de los primeros cronógrafos de Omega en llevar escape Co-Axial y hasta hace poco estuvo aún disponible en el catálogo de la casa. Ocupaba una posición discreta en comparación con los más populares Speedmaster. En cualquier caso, era un nombre demasiado atractivo como para echarlo a perder, así que todo un acierto rescatarlo. Eso sí, nos olvidamos de la colección De Ville y pasamos a Speedmaster.
Carga manual
¿Qué aporta el Chronoscope que no tengamos ya en la nutrida gama Speedmaster? Pues algo tan sencillo como ser su primer cronógrafo coaxial (con las agujas de horas y minutos del cronógrafo en un mismo contador) de carga manual. Recordemos que Omega es unas de las pocas firmas de gran volumen que aún comercializa cronógrafos manuales, con el icónico Speedmaster Moonwatch a la cabeza. La llegada del nuevo calibre 9908 amplía ahora el arco de oferta con esta moderna disposición del cronógrafo que usa desde hace años en versión automática. Tenían la opción de haberlo incluido en el Speedmaster Moonwatch, aunque muchos lo hubieran considerado todo un sacrilegio. Así que mucho mejor crear este nuevo Speedmaster Chronoscope.
Visible a través del fondo transparente de zafiro, el Calibre 9908 destaca por su enorme platina que ocupa prácticamente la totalidad de la superficie. En una de las aperturas podemos ver la rueda de pilares que controla la función cronógrafo. El 9908 dispone de dos barriletes que aportan una reserva de marcha de 60 horas. Como no podía ser de otro modo, el movimiento cuenta con el certificado Master Chronometer del instituto METAS.
Múltiples escalas a la vieja usanza
El componente retro del nuevo Speedmaster Chronoscope es evidente en el diseño de la carátula. El equipo de diseño de Omega ha rastreado en el imponente archivo de la marca hasta encontrar los preciosos cronógrafos de diseño caracol que Omega comercializó en los años cuarenta. En aquella época, más que un instrumento de lujo, el reloj era aún considerado una herramienta capaz de aportar una gran cantidad de información a su usuario. Bastaba solo con incorporar diferentes escalas con las que combinar el uso del cronógrafo.
Esta filosofía se traslada al nuevo Chronoscope en forma de carátula de tres escalas independientes. La primera es el taquímetro, con la particularidad de estar repartido entre el bisel de aluminio y el centro de la carátula. También dispone de una escala telemétrica para la medición de la distancia de las tormentas, y una última para la medición de pulso. Combinadas con los dos contadores, el conjunto define la personalidad del reloj y ayuda a diferenciarlo del Speedmaster Moonwatch.
Siete versiones diferentes
El exterior del Chronoscope nos recuerda bastante a otras referencias ya conocidas Speedmaster. El diámetro alcanza los 43 milímetros. La corona y los pulsadores del cronógrafo son similares a los del Moonwatch. También la forma de las asas y su característica curvatura lateral. Por incluir alguna objeción al reloj, señalamos que la hermeticidad de la caja apenas alcanza los 50 metros. Es una medida adecuada para el uso diario, pero quizás podemos pedir más a una firma especialista en relojes de buceo con su famosa colección Seamaster.
En total se han presentado siete versiones diferentes de este nuevo Speedmaster Chronoscope. Seis de ellos están realizados en acero, tres con brazalete metálico y los otros tres con correa de piel. La oferta varía según el acabado de la carátula. No faltan el acabado tipo panda (en cuatro de las versiones) y la combinación plata/azul que ya vimos en la edición aniversario Silver Snoopy Award y que tan buena recepción ha tenido entre los seguidores de la firma. Los precios de las versiones en acero son de 8,450 USD en los modelos con correa de cuero, 200 más si se opta por el brazalete metálico. La oferta se completa con una séptima referencia con caja de Bronze Gold, la exclusiva aleación de oro y bronce que Omega estrenó este año en su Seamaster 300. Su precio sube hasta los 14,100 USD.