TEXTO: MANUEL MARTÍNEZ
Movado Group, uno de los gigantes globales de los relojes fashion, ha decidido plantar su bandera en suelo mexicano directo y sin intermediarios.
“Hemos estado aquí varios años con algunos distribuidores y vemos mucho potencial en el mercado, pero pensamos que para hacerlo bien teníamos que invertir en crear nuestro propio equipo”, dijo el CEO Efraim Grinberg durante una visita a la Ciudad de México.
“Hacerlo bien significa que debemos asegurarnos de que el producto luzca fabuloso en las tiendas, que estamos enviando el mensaje de marketing correcto a los consumidores, que contamos con el inventario correcto, y para lograr todo esto necesitamos tener el control completo”, aseguró.
Grinberg considera que con estas acciones México podría alcanzar el nivel de Brasil, uno de los mercados más grandes para el grupo fuera de Estados Unidos y el más importante de Latinoamérica.
Fundado en 1967 por Gerry Grinberg, el padre de Efraim fallecido en 2009, Movado Group registró ventas por 559 millones de francos suizos en 2017, con una participación de mercado de 1.5%, según el banco de inversión privada Vontobel.
Gerry nació en Cuba y salió del país cuando Fidel Castro llegó al poder. Se instaló en Estados Unidos donde forjó una carrera mítica en el mundo de la relojería.
Las sedes principales del consorcio están en Nueva Jersey y Bienne (Suiza), y tiene unos mil 300 empleados a nivel mundial. Posee cuatro firmas propias: Movado, Ebel, Concord y Olivia Burton, adquirida el año pasado por 77.6 millones de dólares.
También cuenta con las licencias para producir los relojes de marcas de moda de gran reputación como Coach, Hugo Boss, Lacoste y Tommy Hilfiger, además de Scuderia Ferrari, Rebecca Minkoff y Uri Minkoff.
“Nuestras firmas están muy bien diferenciadas”, dijo Grinberg. “Lacoste es deportiva, Hugo Boss es más formal, Tommy Hilfiger es preppy, Coach es predominantemente femenina y se basa en productos de piel con un legado muy amplio. Lo que le pido a nuestros diseñadores es que el cliente pueda reconocer de qué marca es un reloj sin necesidad de que tenga el nombre o el logotipo en la esfera, y creo que obtenemos muy buenos resultados”.
Grinberg es optimista acerca de las perspectivas de crecimiento para la categoría de relojes fashion.
“Ha habido muchos retos en los últimos años, pero en 2017 empezamos a crecer de nuevo y ahora vemos esta categoría en ebullición otra vez”, afirmó. “Algunos de los desafíos en todo el panorama del retail se debieron al arranque del comercio online, pero creo que los retailers inteligentes están descubriendo cómo hacer que sus tiendas se conviertan en una experiencia que atraiga a los consumidores”.
Contrario a la estrategia de Fossil, su competidor más fuerte y líder en este segmento, Movado Group no apuesta por los smartwatches.
“Los relojes inteligentes tienen un espacio y nosotros estamos fabricando algunos, pero no es nuestra prioridad. Nuestro enfoque es diseñar relojes tradicionales y continuar creando valor para el consumidor, darle razones para que quiera nuestros productos. Yo no hago relojes para ejercitarse”.