El arte de la fusión es un slogan; se encuentra en el corazón de todo aquello cuanto emprende Hublot. Desde sus productos o su I+D, a sus colaboraciones, algo que se ratifica con una amplia y diversa cartera de asociaciones. Aunque tal vez sean más conocidas las llevadas a cabo en el mundo del deporte, dado las rutilantes figuras a las que se asocia, no es menos cierto que el espectro de estas colaboraciones abarca desde el estilo de vida a la responsabilidad social, pasando por el arte y la música. Centrándonos en este último ámbito, y más allá de elegir un artista gráfico, rapero, intérprete de música clásica o tatuador para lucir en sus actuaciones o apariciones en eventos sus relojes, Hublot busca en cada disciplina artística ese punto de fusión que la define. Y así lo ha hecho desde hace cuatro años.
RICHARD ORLINSKI
Desde 2017, el artista, para quien la maestría de carácter excepcional tiene un gran valor, ha diseñado tres modelos nacidos de esta fusión técnico-artística de espectacular diseño. Desde un reloj situado en la frontera entre el estilo vintage y el neofuturista, al igual que sus obras inspiradas en el Pop Art, el Classic Fusion Tourbillon 5-Day Power Reserve Orlinski, del que se han editado tres series limitadas a 30 ejemplares cada una, reviste una dimensión escultural, con sus líneas biseladas y el famoso movimiento tourbillon de Hublot enteramente rediseñado. En él, la aguja, que apunta al futuro y gira en perpetuo movimiento, encarna el infinito, convirtiéndose en una metáfora simbólica para Richard Orlinski. Los otros dos modelos han sido el Classic Fusion Orlinki, en femenino, y el Classic Fusion AeroFusion Chronograph Orlinski.
MARC FERRERO
El pintor contemporáneo Marc Ferrero combina su universo gráfico y su polifacético estilo con el savoir-faire relojero y tecnológico de la casa. En 2019 Hublot quiso que este artista visionario creara un homenaje a la mujer del siglo XXI ilustrado a través de sus múltiples facetas; una mujer que para Ferrero encarna la heroína de los tiempos modernos en este exclusivo Big Bang One Click Marc Ferrero.
La esfera del Big Bang One Click Marc Ferrero cuenta la historia de esta heroína de los tiempos modernos con la emblemática obra del artista: “Lipstick”. Enigmática, detrás de sus gafas negras, la mujer contempla el devenir de los acontecimientos y afirma su feminidad desenfundando una barra de labios. Lacada en negro, cada una de las dos esferas presenta el diseño multicolor impreso creado por Marc Ferrero en honor de esta mujer-narración.
En su segunda colaboración artística con el maestro del Storytelling Art, Hublot vuelve a integrar Lipstick en la esfera de su Big Bang One Click 39 mm. En blanco o negro, ilustra la dualidad universal del día y la noche. El artista del color nos narra una historia en blanco y negro en dos ediciones limitadas de 100 ejemplares cada modelo. Uno de ellos está fabricado con acero polisatinado y resina. Su esfera es lacada y cuenta con una correa de piel de becerro y caucho blanca. El otro, de cerámica negra con la esfera lacada, añade un correa de piel de becerro y caucho bicolor (blanco y negro).
MAXINE PLESCIA-BUCHI Y SANG BLEU
Hublot y Sang Bleu firmaron una pieza original e intrigante en 2016. Su construcción recuerda el simbolismo de las formas geométricas que caracteriza el trabajo de Sang Bleu. En él, se evocan las proporciones y la armonía del ‘Hombre de Vitruvio’ de Leonardo da Vinci. Un Big Bang inédito, totalmente innovador, con líneas biseladas, talladas bajo el efecto de la geometría. Con una edición de 200 ejemplares, el Big Bang Sang Bleu de titanio late al ritmo del movimiento patentado Unico, totalmente remodelado sin el cronógrafo y repensado para mostrar el tiempo a través de tres discos. La silueta de la masa oscilante sigue los códigos triangulares del logotipo de Sang Bleu.
Este año, el nuevo Big Bang Sang Bleu II canaliza la maestría en el diseño del célebre artista del tatuaje en una caja tridimensional que incorpora unas líneas biseladas de forma precisa. Como expresión del paso del tiempo, las agujas –dos diamantes alargados y una flecha– son estilizados fragmentos de sus tatuajes, y aparecen situadas encima de un hipnótico movimiento cronográfico.
El motivo, que abarca la caja, corta el bisel hexagonal y está tallado en el cristal de zafiro, se yuxtapone a las agujas de líneas geométricas y aparece moldeado en la correa intercambiable. La esfera juega con la transparencia y permite entrever el movimiento Unico. Este hito del diseño en relojería, de dimensión casi arquitectónica, se aloja en una caja de 45 mm. Se presenta en dos ediciones limitadas: 200 ejemplares en titanio y 100 en King Gold.