The Unnamed Society nace en completo secreto y así se mantendrá. El nuevo sello contracultural que rompe los códigos del mercado del lujo.
Balazo en la diana
Mientras otras firmas buscan embajadores famosos y hasta posicionan a sus CEO en alfombras rojas, esta cofradía relojera se comporta como una banda antisistema. “Un pequeño grupo de buenos amigos, todos hombres en Miami, celebridades del arte, la moda y la música que viajan mucho y tienen su trabajo. Esto no es su negocio”, asegura el ceo de la casa, quien mantiene su nombre en secreto. Las primeras declaraciones oficiales de una nueva marca que se presentó a nivel mundial en el SIAR. El proyecto no apela a la venta, sino a la generosidad. “Una pieza de arte para hacer un regalo especial”.
Existencialismo placentero
“Llegaron a la idea de hacer un reloj de mesa. Escogieron hacer una pistola porque eso te recuerda lo preciada que es la vida y que cada instante puede perderse en un chasquido, en un segundo, así que es una invitación a disfrutar la vida y cada momento de ella”, asegura en la sombra la voz autorizada de la firma. El diseñador de este reloj también se mantiene bajo el anonimato. Eligieron a L’Epée 1839, la mejor compañía, para realizar estos productos. “Algo especial, diferente y que sea personalizable; el concepto es que sea una pieza única”.
La lechuza de Atenea
El logo alude a un pájaro con una llave. “Es un búho porque también es un animal discreto, solo sale en la noche”, nos confiesa el CEO. Es el pájaro que acompaña a Atenea, la diosa griega de la sabiduría, las artes y también inspiradora y protectora de los artesanos. Una mirada aguda e inteligente que, tras este primer capítulo con el reloj de mesa, anuncia que la historia trae nuevos episodios inspiradores. “No queremos correr, lo siguiente podría ser un mueble desarrollado en especial para tu oficina o tu recámara, seas hombre o mujer”. Una sociedad secreta sin límites.
Verdad oculta
“Cuando entras a nuestra web hay solo una ‘landing page’ en la que puedes dejar tus datos de contacto y hacer una sola pregunta”. Misteriosa comunicación en un mundo donde las redes saturan nuestras conversaciones y el universo social. “Luego alguien te responde, ve qué buscas y cómo pueden ayudarte, pero no hay un sitio con productos o precios”. Máxima privacidad en la era del control personal de datos de las grandes corporaciones tecnológicas. La verdad más íntima frente a la pornografía mediática donde todos nos exhibimos con selfies y likes.