Muchos son los venerables nombres que han labrado la fama de la relojería suiza. Aunque no son los únicos que han contribuido a su éxito. Por cada tourbillon que se produce hay decenas de miles de funcionales relojes que han logrado convertir el sello de Swiss Made en el mejor embajador del país. Una de estas firmas es Mondaine. Si ha tenido la ocasión de coger un tren en Suiza habrá visto los relojes que equipan todas sus estaciones. Su limpio diseño, obra de Hans Hilfiker, data de 1944 y desde 1986 esta casa posee la licencia para su fabricación. Desde entonces, el Swiss Railway Clock se ha convertido en la imagen más reconocible de Mondaine. Aunque esta pequeña casa ubicada en Solothurn esconde secretos que merece la pena descubrir. Por ejemplo, el ser la firma pionera en aplicar políticas medioambientales dentro de la industria relojera.
El origen de Mondaine es relativamente reciente. En 2021 cumple setenta años desde su creación por parte de Erwin Bernheim, un sastre reconvertido en comercial de relojes que vio la oportunidad de crear su propia firma después de la Segunda Guerra Mundial. “Mi padre fue un verdadero hombre hecho a sí mismo. Comenzó sin contar con capital propio y fue capaz de levantar una empresa que hoy en día gestionamos mi hermano Ronnie y yo”. Quien habla es André Bernheim, presidente del consejo de administración del grupo Mondaine, al cual también pertenecen las firmas Luminox, m-watch y Pierre Cardin.
Primeros pasos verdes
“Quizás sea el afán emprendedor que tuvo mi padre el que nos llevó a apostar desde el principio por una estrategia sustentable”. Mondaine fue de las primeras firmas del mercado en apostar por la energía solar, nada menos que en 1973. Diez años más tarde lanzó el primer reloj reparable y reciclable del mercado, el M-Watch. Uno de los proyectos de lo que más orgullosos se siente Bernheim.
Algunas de las innovaciones ecológicas que hoy en día llegan al mercado ya habían sido experimentadas antes por Mondaine. Hace nada menos que veinte años crearon un reloj cuya caja está fabricada completamente con acero reciclado. “Gracias a ese hito conseguimos un premio por parte del World Economic Forum del príncipe Aga Khan, pero debo reconocer que no tuvo un gran éxito comercial. Me temo que llegamos demasiado pronto al mercado. El público no tenía aún la conciencia ecológica que está demostrando hoy en día”.
Este mal pie no fue un impedimento para que Mondaine siguiera trabajando bajo una perspectiva medioambiental. Es más, desde hace cuatro años fabrican el que Bernheim considera el reloj más sustentable del mundo. “La caja está fabricada con un 70% de aceite de ricino, el estuche es de plástico reciclado de botellas usadas y está concebido para que el comprador le dé el nuevo uso que le plazca”. Hablamos de la energía que hace falta para fabricar estos relojes, y aquí André Bernheim vuelve a destacar el cuidado medioambiental de la compañía: desde hace dos años el tejado de la fábrica en Solothurn está recubierto con ochocientos paneles solares que proporcionan el 70% de la electricidad que requiere para su funcionamiento.
Por una relojería sustentable total
Los progresos de Mondaine en materia sustentable abarcan todos los factores involucrados en la fabricación y comercialización. Bernheim nos enumera una larga lista: desde las correas de cuero (“ahora mismo estamos trabajando para conseguir un material natural que lanzaremos al mercado a finales de año”) hasta el transporte de componentes (“el año pasado decidimos traerlos a la fábrica en tren en lugar de en avión o en barco al ser un medio más ecológico”). Como dice Bernheim, “hay mil detalles en los que podemos reducir nuestra huella de CO2. Simplemente se trata de esforzarse para conseguirlo. Y se puede hace. Por desgracia, la industria relojera no ha demostrado mucho interés por hacerlo hasta ahora. Pero si una firma pequeña y familiar como la nuestra lo ha logrado, ¿cómo no van a poder las grandes compañías?”.
El reloj más ecológico
Sencillo, funcional y extremadamente fácil de leer, el reloj SBB se ha convertido en todo un icono del país centroeuropeo. También es la imagen más conocida de Mondaine desde que la firma adquirió la licencia para su fabricación en 1986. El reloj está disponible en varios tamaños y acabados; tanto para hombre como para mujer. En 2017 la colección se amplió con la versión ‘essence’, considerado en su momento el reloj más ecológico del mercado. Adquiría el título gracias al uso del aceite de ricino para la fabricación de la caja. La pulsera está realizada en caucho natural, mientras el estuche con el que se entrega el reloj es de plástico reciclado. Mondaine no tiene en estos momentos distribuidor oficial en México.