Un año con tantas celebraciones de marcas legendarias –Audemars Piguet, Breguet, Vacheron Constantin, Zenith…– es idóneo para el regreso de L.Leroy, que está conmemorando su 240 aniversario. La firma anuncia que lanzará un reloj de alta complicación en Geneva Watch Days, a realizarse del 4 al 7 de septiembre de 2025. Lo define como una “creación excepcional” y nos adelanta las imágenes de algunos detalles que presentamos aquí.
Hay motivos para emocionarse. Porque L.Leroy es una casa con linaje que en los últimos tiempos ha presentado piezas interesantes como el Tourbillon Regulator Skeleton. La marca pertenece al empresario español Miguel Rodríguez, presidente de Grupo Festina y de Perrelet, entre otras firmas. Además, es dueño de SOPROD, un importante fabricante suizo de movimientos fundado en 1966 y adquirido por Rodríguez en 2008. Así que tiene el know how necesario para montar una reaparición formidable.
“L.Leroy nos ha legado un patrimonio único y excepcional. Así lo demuestran varias obras maestras conservadas en museos prestigiosos, además de aquellas que pertenecen al museo L.Leroy”, dijo Miguel Rodríguez. “Este legado debe seguir siendo valorado y alimentado en el siglo XXI. El objetivo es proponer relojes contemporáneos impregnados del mismo espíritu que sus ilustres predecesores. La huella imborrable que la Maison ha dejado en el arte relojero debe seguir brillando, deleitando a los conocedores más exigentes y permitiéndoles transmitir su pasión a las generaciones futuras”.
Con peso histórico
Charles Leroy, hijo de relojero, fundó la marca en París en 1785. Según la propia firma, desde sus inicios, la Maison se convirtió en “relojero del rey” y, más adelante, en proveedor de la familia imperial francesa y relojero del Ministerio de Marina. Luego se volvió proveedor de las más prestigiosas flotas navales europeas, tanto civiles como militares, hasta finales de la década de 1880.
La casa tiene un récord de 384 medallas de oro en concurso de cronometría, lo que muestra su obsesión por la precisión. Una de sus obras maestras es el reloj de bolsillo “Leroy 01”, reconocido con el primer premio en la Exposición Universal de París de 1900. Esta pieza única con 975 componentes y 27 complicaciones fue la referencia definitiva en relojería ultracomplicada hasta 1989, cuando se presentó el Calibre 89 de Patek Philippe. Hoy en día se exhibe en el Musée du Temps de Besanzón.
Otra pieza clave en la historia de L.Leroy es el reloj colgante de tacto realizado hacia 1810 para el príncipe Emil Maximilian Leopold August de Hesse. Forma parte de la colección del Museo Patek Philippe e inspiró la última pieza única de la casa. Nos referimos al “Tourbillon Repetición de Minutos” de 2023. Es una creación magnífica de titanio y oro blanco. Tiene una sola aguja en la esfera giratoria decorada con guilloché flinqué soleil y acabado de barniz aguamarina translúcido. Tanto la caja como el puente del movimiento están grabados a mano.
A L.Leroy no le faltaron clientes famosos, como María Antonieta, Marcel Proust, Henri Matisse, Napoleón, la Reina Victoria, Franklin D. Roosevelt, Alfred Nobel, Antoine de Saint-Exupéry, Charles Lindbergh, Chopin, Strauss, Wagner, George Sand y Bugatti, entre otros.
Una excelente noticia para México es que al frente de la firma está Hugo Lesizza, el responsable de Perrelet que ha apostado fuerte por nuestro mercado. Según Lesizza, la colección que se presentará en Geneva Watch Days, “al igual que las futuras, serán producciones limitadas, concebidas con el propósito de perpetuar la excepcional tradición de la marca. Fabricadas exclusivamente para nosotros en Ginebra, sin duda se beneficiarán de las innovaciones tecnológicas de nuestra era, enriquecidas con desarrollos contemporáneos y acabadas según los más altos estándares. ¡Esto es solo el comienzo de un nuevo capítulo y mucho más está por venir!”.