Potencia, fiabilidad y rendimiento. Esas son las cualidades que hacen único al Bugatti Chiron, última creación de la firma automotriz de lujo hacendada en Molsheim, el cual ha sido denominado el automóvil más potente y rápido del mundo.
Parmigiani Fleurier, firma relojera asociada a Bugatti desde 2004, ha logrado sintetizar el poderío de este bólido en un nuevo guardatiempo, el Bugatti Type 390, que se presenta como un auténtico bloque de motor para presumirse en la muñeca.
El primer gran detalle automotriz aparece en el calibre PF390, que simula un motor cilíndrico con dos barriletes montados en serie, un guiño al depósito de asiento del Bugatti. Al mismo tiempo incluye un tourbillon volante con reserva de marcha de 80 horas. El “motor” de este reloj ha tenido que reducir su diámetro para que no supere al regulador del tourbillon que indica los segundos.
Para mantenerse acorde con el espíritu deportivo del Bugatti Chiron, la esfera del reloj se presenta en negro calado, mientras las agujas e índices con apliques luminiscentes crean un contraste que garantiza legibilidad máxima. Gracias al tourbillon de 60 segundos, esta medida de tiempo puede leerse a través del efecto magnificador proporcionado por el cristal de zafiro colocado al final del cilindro.
Inspirada por las curvas fluidas del más reciente bólido de Bugatti, la caja se caracteriza por sus líneas dinámicas construidas alrededor de la estructura cilíndrica. Está disponible en oro blanco o rosa, según la versión, y con la leyenda “Edition Limitee 10 Pieces” grabada en la parte posterior.
Hermético a 30 metros, este reloj también posee movimiento de cuerda manual, 42.2 mm de diámetro, corona desmontable, acabado opalino, correa Hermès de piel aligátor en color negro y hebilla desplegable de oro blanco o rosa, según modelo.