La esqueletomanía que vive el sector relojero ha tenido claros ganadores, como el Piaget Polo Skeleton. La marca, que está celebrando 150 años de su fundación con lanzamientos muy interesantes, ha escogido este modelo para usar por primera vez la cerámica en sus colecciones relojeras. El resultado, muy potente y sofisticado, tiene todo para ser otro hit. Igual que las versiones que comenzó a presentar desde 2021 con los puentes de color azul, verde o gris.
En el nuevo Piaget Polo Skeleton Ceramic confluyen tres de los pilares de Piaget: la colección Polo, el arte del esqueletado y los movimientos ultraplanos. La línea Polo debutó en 1979. Con su elegancia deportiva, se convirtió en una consentida del jet set y en el sello distintivo de la Piaget Society. El primer modelo con los característicos gallones se elaboró en oro y resucitó en 2024 como Piaget Polo 79. El reloj original evolucionó con nuevas iteraciones y expresiones creativas. Una de las más recientes es el Piaget Polo S en acero de 2016. Otras referencias incluyen complicaciones como cronógrafo y un muy exitoso calendario perpetuo.
El arte del esqueletado y de los relojes ultraplanos
Los relojes esqueletados aparecieron en Piaget en 1948. Siguieron produciéndose en pequeñas cantidades en las décadas de 1970 y 1980. La colección Piaget Polo fue un escaparate especialmente refinado de la maestría de Piaget en el esqueleto, según la casa. Una de las piezas más famosas fue el Piaget Polo 1984 de Miles Davis. Este modelo, con una doble hilera de diamantes y la preciosa esfera calada, se le obsequió al músico como agradecimiento por sus actuaciones en el Festival de Jazz de Montreux. También han habido relojes esqueletados engastados y, a principios de la década de 2000, esferas gráficas y caladas combinadas con las innovaciones relojeras de la Maison, como su tourbillon 600P.
Asimismo, Piaget goza de una reputación sin igual en el ámbito de los relojes ultraplanos. En 1957, el calibre mecánico 9P de cuerda manual estableció nuevos estándares con su grosor de solo 2 mm. En 1960, el viaje continuó con el ingenioso concepto de microrotor, que permitió a Piaget crear el movimiento automático más delgado del mundo, el calibre 12P, de 2.3 mm de altura. Desde entonces, la Maison ha creado algunos de los relojes más planos y elegantes del mercado.
El arte de la cerámica
El nuevo Piaget Polo Skeleton Ceramic mide 42 mm de diámetro y, atención, 7.5 mm de grosor, solo 1 mm más que los modelos de acero y oro existentes. Los elementos externos de la caja –los dos módulos laterales, el bisel y la corona– son de cerámica negro azabache pulida y cepillada, y rodean un contenedor especial de titanio que protege el movimiento. Este contenedor está tratado con DLC negro para mimetizarse con los componentes cerámicos del reloj.
Piaget explica que el mayor desafío fue lograr que la cerámica se fusionara a la perfección con su ADN y su estética ultraplana. Le tomó tres años fusionar la cerámica con el arte del esqueleto de la Maison. La producción y el acabado de partes cerámicas tan finas, resistentes al agua (50 metros) y robustas fue una verdadera proeza de ingeniería y diseño, y una primicia relojera. La Manufactura tuvo que reconsiderar por completo las construcciones existentes del reloj y desarrollar una nueva caja desde cero.
El Piaget Polo Skeleton Ceramic está equipado con el calibre automático ultraplano 1200S1 de manufactura. Los puentes, el tren de engranes y otros elementos mecánicos aportan diferentes tonos de negro y gris. Esto contrasta con los acentos de Super-LumiNova en los índices y las agujas y, por primera vez, en el logotipo de Piaget en la masa oscilante. El mecanismo ofrece 44 horas de reserva de marcha. El reloj se acompaña del sistema de pulsera intercambiable SingleTouch. Por ello, puede usarse con una pulsera de caucho negro o la adicional de caucho azul.
FICHA TÉCNICA
Piaget Polo Skeleton Ceramic