TAG Heuer lanza Carrera Heuer-02T Edición Limitada México

La marca dio a conocer el Carrera Heuer-02T de en la feria Baselworld de marzo de 2016 como el siguiente paso de la evolución radical de su legendario cronógrafo Carrera, un proceso que había comenzado unos meses antes con el Carrera Heuer-01. El rediseño extremo y vanguardista de un reloj tan querido en la industria habría sido más que suficiente para provocar la clase de revuelo que le encanta a Jean-Claude Biver. El presidente de la división de relojería de lvmh venía trabajando de cerca con tag Heuer desde antes de convertirse en su ceo interino en 2015. En su revolucionaria mente, responsable en buena medida de la redención de Blancpain, Omega y Hublot, ya había vislumbrado la ruta para llevar a la firma al paraíso: convertirla a la religión del lujo accesible y el valor percibido, dos conceptos muy apreciados por la generación millennial.

El cronógrafo Carrera Heuer-01 y, sobre todo, el cronógrafo tourbillon Carrera Heuer-02T, de los que se acaban de lanzar las ediciones limitadas para el mercado mexicano, son la cúspide de esta visión. Ambos son fabricados y ensamblados en las plantas de la marca en La Chaux-de-Fonds y Chevenez, Suiza, y la mayoría de sus componentes son hechos internamente.

Al prestigio de tener movimientos desarrollados, manufacturados y ensamblados in house, se añade que todos los ejemplares del Carrera Heuer-02T cuentan con la certificación del Control Oficial Suizo de Cronometría (cosc), para lo que, como se sabe, deben superar una exigente batería de pruebas de varios días en distintas posiciones y temperaturas para comprobar una tolerancia media diaria de precisión de -4/+6 segundos. Esto es particularmente destacado para una pieza que combina funciones cronográficas con un tourbillon volante. Durante 2016, el cosc certificó 710 mecanismos de Carrera Heuer-02T y para marzo de este año ya sumaban mil.

Sin embargo, el desafío a los paradigmas del sector que Biver tenía planeado con estos modelos iba más allá de la modernización del diseño de un reloj mítico con todas las cualidades mencionadas. El golpe maestro fue la estrategia de precios. Al revelar el Carrera Heuer-01, la firma anunció que costaría menos de 5 mil francos suizos, algo extraordinario para un cronógrafo de manufactura. De nuevo, el impacto se amplificó de manera exponencial al hacerse público que el Carrera Heuer-02T costaría 14 mil 900 francos suizos en su versión normal con caja de titanio grado 5. Era —y es— un récord de accesibilidad en la relojería de alta gama. En los dos casos, las ediciones limitadas tienen un precio mayor.

De este modo, tag Heuer ha abierto a más personas las puertas al sueño de tener un tourbillon swiss made, que en los últimos años se ha vuelto una de las complicaciones más deseadas por su belleza y espectacularidad, y por el aura que le da ser una de las grandes invenciones de Abraham-Louis Breguet, el mejor relojero de la historia. Por ello, los guardatiempos que incluyen este dispositivo alcanzan costos estratosféricos, muy por encima del Carrera Heuer-02T. Para lograr esta hazaña, la marca ha rentabilizado al máximo sus amplias capacidades industriales y ha aprovechado los aprendizajes logrados durante una etapa reciente en la que creó algunos de los productos más innovadores de los últimos tiempos, como el Monaco V4 y los Carrera Mikrograph, Mikrotimer Flying 1000, Mikrogirder, Mikrotourbillon, Mikropendulum y MikropendulumS.

Guy Sémon, quien impulsó aquella fiebre pionera desde las trincheras del R&D, se convirtió en gerente general de la casa a finales de 2014, la mejor mano derecha que un genio del marketing como Biver podría pedir. Sémon parece capaz de conseguir lo que se proponga en materia mecánica y fuera de ella, pues no hay que olvidar que el smartwatch tag Heuer Connected nació bajo su guardia. Su influencia ha trascendido a otras empresas de lvmh, como se supo hace un par de meses en el lanzamiento del Defy lab de Zenith, que revoluciona el sistema de regulación del reloj con una lámina de silicio monocristalino y del cual Sémon es el autor intelectual.

Pragmático y directo, para Sémon no hay actos de magia ni secretos oscuros detrás del precio del Carrera Heuer-02T.¿Por qué podemos hacer esto? Porque tenemos una manufactura, dominamos el oficio, invertimos mucho dinero en afinar nuestro sistema de producción, reducimos costos y mantenemos márgenes normales”, dijo hace unos meses en una entrevista con Tiempo de Relojes. Nuestro tourbillon no es barato, los demás son caros. Menos de 10 por ciento de las marcas suizas producen sus propios tourbillones. Casi todas van a La Chaux-de-Fonds, compran un tourbillon por 5 mil dólares, lo decoran, lo ponen en un movimiento eta, le agregan una caja bonita y listo, cuesta 100 mil francos suizos”.

No ocurre así con el Carrera Heur-02T Edición Limitada México, que conmemora la participación de la firma en el Salón Internacional Alta Relojería (siar) de octubre. Se han producido 30 ejemplares y cada uno cuesta 475 mil pesos. La caja de 45 milímetros conserva el look hi-tech vanguardista del titanio grado 5 y el carburo de titanio negro. El bisel es de cerámica también negra, con la palabra México y la escala taquimétrica —un guiño a los cronógrafos clásicos— grabadas en blanco. Esta mezcla de materiales en diferentes partes del reloj ha sido estandarizada por tag Heuer gracias a la construcción modular de la caja, una de las propuestas más funcionales de la nueva generación Carrera, ya que permite a la manufactura jugar con los 12 elementos (asas, carrura, pulsadores, bisel, corona, etcétera) y anuncia una época de personalización. La apetitosa posibilidad ya se aprovecha con el Connected Modular 45. La marca calcula que, al sumar las opciones de correas, se le ofrecen al cliente unas 2 mil 500 combinaciones posibles de su nuevo smartwatch.

“¿Recuerdas que hace unos años tag Heuer hizo muchas innovaciones? Cronógrafos capaces de medir centésimas y milésimas de segundo, y demás”, dijo Sémon. “Para nosotros es muy fácil producir una pieza excepcional y única. El reto es llevar esa tecnología a una producción masiva con un precio justo. Es muy difícil, pero es lo que estamos haciendo. Antes tuve que desarrollar tecnologías de punta para tener conocimiento y capitalizarlo. Ahora llegó el momento de transferirlas a volúmenes de producción altos, algo en lo que somos muy eficientes”.

Los otros dos colores patrios decoran sutilmente la esfera de este Carrera Heur-02T, donde el amo y señor es el tourbillon colocado a las 6 horas: el verde en los índices de cinco minutos y el rojo en los números y la punta de las agujas de las indicaciones cronográficas. En el fondo de la caja aparece la leyenda “Mexico Limited Edition” en rojo sobre el cristal de zafiro que protege el mecanismo. El movimiento tiene 284 componentes, es de carga automática y garantiza 65 horas de reserva de marcha. La base del Heuer-02T es el calibre CH80, un cronógrafo de manufactura que fue rediseñado para dar cabida al tourbillon volante y al estilo técnico de los nuevos Carrera, con la masa oscilante negra esqueletada. “Decidí adaptarlo [el calibre CH80] para optimizar el consumo de energía, porque el tourbillon es más pesado”, explicó Sémon. “Si se compara con un regulador normal, consume más energía. Por eso nuestro tourbillon es de titanio y carbono, con una frecuencia de 4 hertz y certificación COSC. Es muy ligero”.

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