La mayor parte del tiempo, solemos catalogar el mundo en dicotomías: blanco-negro, bueno-malo y hasta perro-gato. En ese sentido, una de las más importantes es nuestra significación de izquierda-derecha, pues cubre desde el campo de lo político hasta la forma en que el mundo se construye.
En aras de romper esa hegemonía, Tudor nos brinda una pieza útil para el mundo que se encuentra en la siniestra: el nuevo Tudor Pelagos LHD (Left Handed Drive). Esta renovada versión para zurdos de uno de sus íconos, incorpora la corona a la izquierda de la caja, de modo que el reloj puede manipularse de mejor manera al llevarse en la muñeca derecha. Tudor ya había fabricado relojes de este tipo en el pasado, pero todos como un encargo específico por parte de diversos profesionales del buceo, quienes no podían manipular adecuadamente sus guardatiempos dentro del mar.
El Pelagos LHD presenta un inédito para la firma: cada modelo cuenta con un número de fabricación único grabado en cifras arábigas en la parte posterior de la caja, lo cual lo convierte en una pieza única. Su esfera, por otro lado, se ha rediseñado con índices luminiscentes en color beige y la leyenda “Pelagos” en rojo a las 6 h. El disco del calendario, también en beige, incorpora números en distintos colores: los días pares en rojo, los impares en negro. Este detalle, conocido como “ruleta”, se utilizó por primera vez en la referencia 7021 en 1969, con lo cual Tudor deja constancia de su historia.
El movimiento es una variante de la Manufactura Tudor, específicamente desarrollada para el Pelagos LHD. Indica horas, minutos y segundos, al tiempo que incorpora la referencia MT5612-LHD, el cual ofrece una reserva de marcha de 70 horas. Asimismo, el movimiento dispone de la certificación oficial COSC.
La caja es de titanio, en aras de resistir mejor la corrosión causada por el agua marina. El aspecto mate de su acabado satinado y sus tintes tecnológicos, son clara muestra de que este reloj nació para vivir bajo el mar. Y si quedan dudas de esta cualidad, sólo basta con observar su hermeticidad, la cual alcanza los 500 metros de profundidad. La válvula automática es de helio, lo que evita que el reloj estalle durante la descompresión. Un auténtico titán del mar.