La caja del Tambour es, desde su lanzamiento en 2002, la que mejor explica los argumentos creativos de Louis Vuitton cuando se habla de relojes. Por supuesto, con un concepto implícito y fiel con su historia: el universo del viaje como motor y simbología. Y como en sus baúles más aclamados, el Tambour también tiene una forma única y un diseño reconocible.
A lo largo de estos años, las distintas expresiones del Tambour han ratificado su grandeza y singularidad, dando testimonios como el marcado por el Tambour Moon, creado en 2017, que además de preservar el espíritu original ofrecía un nuevo y expresivo aspecto con la curva interior en la caja, con un diseño que recuerda a una luna creciente. Una distinción más en un modelo que además ofrece múltiples opciones de personalización gracias a la paleta de más de cien correas intercambiables.
El lanzamiento de las nuevas líneas Tambour Moon Dual Time está en consonancia con esta filosofía. Combinando sofisticación estética con la función GMT, va dirigido a hombres y mujeres y presenta una serie de cambios. Por ejemplo, por primera vez la forma cóncava de la esfera genera una sensación de profundidad, con unos reflejos únicos. Cualquiera que sea la versión, –hay tres diámetros: 35 mm, 39,5 mm o 44 mm–, el viaje es siempre el principio dominante en el Tambour Moon Dual Time.
Un escenario en el que, mientras las agujas esqueletadas muestran la hora local, otra más fina se encarga de recorrer el bisel interior marcado con los 24 husos. La simbología también es importante, y mientras los relojes femeninos muestran las horas con sus legendarias Flores de Monogram, las creaciones masculinas juegan con las banderas de colores. En ambos casos, evocan la tradición de Louis Vuitton, recordando los motivos personalizados en los baúles.
En sus versiones masculinas –con 11,86 mm de grosor, y el acero como único material–, el Tambour Moon Dual Time aparenta una gran robustez. Entre toda la oferta, quizás la más llamativa sea la versión con tratamiento de PVD antracita, el color que también preside la esfera como base sobre la que se sitúan las 12 banderas de vivos colores que marcan la hora.