La firma suiza lanza su reloj Swiss Mad. Su caja está hecha de queso suizo auténtico, integrado con material compuesto itr2, la correa es de cuero vacuno también suizo y la esfera roja fumé se combina con los índices blancos en alusión a la bandera de ese país. Es una pieza única y costará poco más de 1 millón de francos suizos. Con ella, H. Moser & Cie critica que la etiqueta Swiss Made para la fabricación de relojes sólo requiera que 60% de los componentes sean de origen suizo. “Esta etiqueta resulta muy poco exigente, no constituye una garantía, provoca confusión y respalda los abusos del sistema”.
H. Moser & Cie nos ha acostumbrado a discutir sus puntos de vista diferentes con golpes de efecto materializados en sus propios relojes y ciertas dosis de crítica ácida. Si Swiss Alp Watch es su respuesta a la fiebre smartwatch de Apple, ahora su campo de batalla está en la defensa del sello Swiss Made. La razón es los nuevos parámetros que las firmas relojeras deben cumplir para que un reloj sea considerado y pueda llevar estampada la etiqueta Swiss Made.
A partir del 1 de enero de 2017, el 60 % de los componentes de los relojes deberán ser de origen suizo para poder contar con el prestigioso sello Swiss Made. H. Moser & Cie. considera este refuerzo insuficiente: “esta etiqueta ocasionará una mayor confusión en lugar de añadir valor. Existe una gran diferencia entre la percepción de la etiqueta por parte de los consumidores finales, para quienes la denominación Swiss Made significa, por lo general, que el artículo es 100 % suizo, y la realidad de las marcas, que fabrican muchos componentes en otros países”, advierte la firma que presume de que sus relojes son 95% suizos. Para ellos, era necesaria una norma más estricta y exigente. Ante la situación, han tomado decisiones que ya han anunciado. Como reza en su comunicado: “H. Moser & Cie. ha decidido renunciar a la etiqueta «Swiss Made» y, a partir de 2017, esta dejará de aparecer en la esfera de las nuevas creaciones de la firma.
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Creemos firmemente en los valores suizos y luchamos para defender a diario la relojería mecánica tradicional”. Y añade, “en nuestra manufactura, diseñamos, desarrollamos y producimos todos nuestros componentes de principio a fin, incluidos los espirales y elementos de regulación”, explica Edouard Meylan, CEO de H. Moser & Cie. El directivo hace hincapié además en que “actualmente, la etiqueta Swiss Made está devaluada debido a que marcas de gama básica la utilizan para justificar su propia existencia o sus precios de venta al público. Y esto, en última instancia, socava nuestra propia imagen”.
Y para que estas palabras no caigan en el vacío, la firma suiza acaba de lanzar el reloj Swiss Mad que inaugura la etiqueta Swissness (origen suizo). Un nuevo reloj con una llamativa esfera rojo fumé que se presentará el lunes 16 de enero en el Salon International de la Haute Horlogerie (SIHH). Para esta nueva aventura recurre al humor y la ironía. Haciéndose eco de lo absurdo y ridículo del cambio realizado en la legislación Swiss Made, el comentario satírico de H. Moser & Cie sobre el asunto pone de manifiesto un recurso alternativo, 100 % natural y completamente suizo: uno de los recursos suizos más preciados que existen: las vacas. Por eso, la caja del reloj Swiss Mad está creada a partir de un queso suizo auténtico como material principal, un Vacherin Mont d’Or medalla de oro, añadido a un novedoso material compuesto, itr2©, que posteriormente se mecaniza y pule con los acabados de la firma H. Moser. Para la correa, la elección evidente tenía que ser cuero vacuno suizo. El reloj está acabado con una esfera en rojo fumé e índices dobles en las 12, las 3, las 6 y las 9, que recuerdan con sutileza a la bandera suiza. ¿El resultado? 100% suizo y totalmente irreverente. Y como broche de oro su mecanismo: calibre mecánico de cuerda manual HMC 327 de fabricación in house, que late a 18,000 alt/h, tiene 29 rubíes y una reserva de marcha de 3 días como mínimo.
Este original reloj, que cuesta 1,081,291 francos suizos hace un guiño a la firma del Pacto Federal suizo del 1 de agosto de 1291. Todos los ingresos obtenidos de la venta de este reloj se utilizarán para crear un fondo de apoyo a los proveedores independientes de los fabricantes de relojes suizos, que en la actualidad están sufriendo una complicada situación económica y subcontratando en Asia. Desde esta declaración de intenciones llaman a los devotos del verdadero Swiss Made a unirse a la campaña #MakeSwissMadeGreatAgain en clara complicidad irónica con el eslogan de Donald Trump Make America Great Again, para conseguir que la etiqueta Swiss Made recupere su valor.