Icono por derecho propio, el Santos de Cartier es uno de esos relojes que se reconocen al instante. La atenciรณn al detalle, propia de la maison, se vislumbra incluso a la distancia. Las nuevas incorporaciones presumen ese legado. Ambas rinden tributo al espรญritu audaz de la lรญnea: la primera con una construcciรณn de titanio y la segunda con una carรกtula negra con manecillas luminiscentes.


El origen del Santos se remonta a 1904, cuando Louis Cartier creรณ este modelo para su amigo Alberto Santos-Dumont, pionero de la aviaciรณn para quien consultar un reloj de bolsillo en pleno vuelo no era la mejor opciรณn. De la soluciรณn a ese problema โhacer un reloj de pulseraโ naciรณ una pieza innovadora y un nuevo paradigma en la manera de portar el tiempo, estableciendo las bases estรฉticas de la casa Cartier y marcando el rumbo de muchas otras firmas que siguieron su ejemplo.
Evoluciรณn permanente
Desde entonces, el Santos de Cartier ha evolucionado en cuanto a movimientos y materiales, pero su esencia permanece intacta. La caja cuadrada con tornillos visibles, la elegante esfera con nรบmeros romanos, el minutero estilo riel de ferrocarril y las manecillas espada son su distintivo. No obstante, Cartier continรบa reinterpretando su silueta clรกsica a travรฉs de sutiles innovaciones, como lo demuestra esta dupla de nuevas referencias.
La primera novedad presenta, por primera vez en Cartier, una caja y brazalete de titanio, material elegido no solo por su resistencia, sino por su ligereza: es 43% mรกs liviano y 1.5 veces mรกs duro que el acero. Estas propiedades lo convierten en un compaรฑero de muรฑeca ideal por cรณmodo y duradero. Desde el punto de vista estรฉtico, este modelo conserva un encanto clรกsico y depurado. La carรกtula blanca tiene un aspecto minimalista y de lรญneas sobrias que se realza con numerales negros y las tradicionales manecillas azuladas tipo espada. Como toque final, la corona se engalana con una espinela negra, aportando un sutil contraste de elegancia.
Manecillas luminiscentes
La segunda referencia apuesta por un carรกcter mรกs deportivo. Dotado de una caja de acero inoxidable y una corona decorada con espinela sintรฉtica azul, destaca por su carรกtula negra con acabado satinado y efecto rayos de sol. En la superficie, Cartier introduce una mejora funcional pensada para condiciones de baja visibilidad: tanto las manecillas blancas como el minutero tipo riel estรกn recubiertos con SuperLumiNova verde que garantiza una excelente legibilidad en la oscuridad.
En estas nuevas ediciones, el Santos de Cartier reafirma su estatus como รญcono de la relojerรญa contemporรกnea, capaz de conjugar herencia y evoluciรณn con una naturalidad que pocos relojes pueden presumir.