El reloj medusa que acaba de lanzar MB&F en Ginebra sigue generando la sorpresa que despiertan todas sus creaciones. Tras haber desafiado los límites de la relojería en el espacio (HM2, HM3 y HM6), en el aire (HM4) y en la carretera y los circuitos de carreras (HM5, HMX y HM8), ahora se sumerge en las profundidades con la Horological Machine Nº 7, alias HM7 Aquapod. Pero, ojo, aunque su inspiración es de una criatura marina, su función no es diver, aunque se puede sumergir en agua.
Esta vez, el diseño orgánico de la HM7 Aquapod, inspirado en las medusas, contrasta con la naturaleza mecánica del interior, que alberga un movimiento de estructura vertical y concéntrica, coronado por un tourbillon volante central del que parecen irradiar las indicaciones como ondas en un estanque.
Esta nueva máquina se ha concebido como una medusa de relojería, de ahí que la estructura de su motor sea biomórfica. La correlación entre las medusas y la forma de concebir el mecanismo es asombrosa: las medusas poseen simetría radial y Aquapod también. Las medusas obtienen energía a partir de las presas que capturan con sus tentáculos; HM7 lo hace a partir un rotor de cuerda automática con forma de tentáculos.
El sistema nervioso de las medusas consta de un anillo de neuronas con simetría radial; Aquapod posee discos dispuestos radialmente para indicar las horas y los minutos. La campana o sombrilla típica de las medusas, HM7 Aquapod la sustituye por un tourbillon volante que regula la energía producida por el rotor y la transforma en indicaciones horarias.
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Los tentáculos del rotor se fabrican a partir de un bloque macizo de titanio. El mecanizado y acabado de esta pieza reviste una gran dificultad, debido a su diseño tridimensional. Debajo de los tentáculos, una masa de platino garantiza la eficacia del mecanismo de cuerda.
La Horological Machine Nº 7 no es un reloj de buceo, pero se desenvuelve perfectamente en el agua. Por ello ha dotado al reloj de un bisel giratorio unidireccional. Al contrario de lo que ocurre en los relojes de buceo, en Aquapod el bisel no va fijo a la caja, sino que flota como una boya salvavidas.
El motor de la HM7 es automático, consta de 303 componentes y proporciona 72 horas de reserva de marcha. Esférico y tridimensional, todos sus mecanismos, desde el rotor de titanio y platino al tourbillon volante, pasando por el barrilete y los indicadores de las horas y los minutos, giran concéntricos sobre un eje central.
Las horas y los minutos se indican mediante dos discos esféricos de aluminio y titanio, que descansan sobre un rodamiento de bolas de cerámica de gran tamaño diseñado para la ocasión. Los números y los índices están pintados a mano con Super-LumiNova, lo que los hace perfectamente visibles de noche. Se pintan a mano dada la imposibilidad de imprimir correctamente en superficies curvas tan complejas.
Por tanto, como muchas medusas, la HM7 brilla en la oscuridad. Y brillan las cifras de horas y minutos y el interior del movimiento, para iluminar el tourbillon volante por la noche, y el rotor tentacular, para disfrutar de su función en la oscuridad.
La caja de la HM7 Aquapod mide 53,8 mm x 21,3 mm y es una especie de sándwich tridimensional formado por dos hemisferios de cristal de zafiro ajustados sobre una base metálica. Entre la caja y el bisel, encontramos dos coronas: una a la izquierda, para dar cuerda al movimiento en caso necesario, y otra a la derecha, para ajustar la hora. Debido a su gran tamaño y su diseño ergonómico, resultan fáciles de manejar, incluso con los dedos mojados.
Para fabricar el llamativo bisel cerámico, es necesario grabar los números y los índices con láser, rellenar los huecos con titanio metalizado y, por último, pulirlo todo para lograr un brillo intenso. La correa, fabricada en caucho fluorado FKM 70 Shore A, material apto para uso aeronáutico, con hebilla desplegable del mismo material que la caja.
Hay dos versiones: 33 piezas de titanio de grado 5 y bisel azul, y otra con 66 piezas de oro rojo de 18 k 5N+ y bisel negro.