SIHH 2019: ¿Por qué las lunas de Hermès hipnotizan?

La presentación de Arceau L’heure de la Lune tuvo lugar en Tenerife, España, en noviembre de 2018. Un grupo exclusivo de periodistas tuvieron acceso a la experiencia. En el Observatorio del Teide, a 2,400 metros de altitud, la casa de moda demostró que Hermès siempre tiene los pies en la tierra y la cabeza en las estrellas. Philippe Delhotal, director creativo y de desarrollo de La Montre Hermès, recibió a los elegidos. “Yo todavía tengo una manera de ver la vida como un niño. Cuando miro la luna siento su fuerte atracción. Espero que a través de este reloj, la gente vea la luna tan mágica como yo. Además, en esta pieza la esfera cambia cada día, todos los días ves algo diferente en la carátula con una estética hermosa y sencilla”, nos contó Delhotal.

 

En este escenario, considerado como uno de los observatorios más importantes del mundo, los asistentes se sumergieron en la esfera de la doble luna de Hermès. La observación astronómica no distinguió la realidad de la fantasía. Las mejores vistas al firmamento fueron el paisaje del lanzamiento de este reloj que convierte el tiempo en poesía.

El capitán de la relojería de la casa de lujo dice que prefiere hablar más de la historia detrás de la pieza y de la imaginación que desprenden los guardatiempos que de la técnica, aunque en este caso tampoco demerita logros mecánicos que lo elevan a la categoría de alta relojería, como el módulo especial patentado que mueve los astros en la esfera.

Antes de este reloj, Hermès desarrolló otras complicaciones que precedieron a estas lunas oníricas y  que apelaron más al corazón que a la razón. Le Temps Suspendu y la Heure Impatiente son funciones que escapan de la realidad y se convierten en una dimensión emocional del tiempo, como la nueva entrega de la casa de lujo.

Así es el reloj poético de Hermès lanzado oficialmente en SIHH 2019:

El nuevo reloj Arceau L’heure de la lune ofrece una perspectiva diferente del satélite terrestre: la presentación simultánea de las fases lunares en los hemisferios norte y sur. Sobre una esfera de meteorito o de aventurina gravitan dos contadores móviles que,al ritmo de un módulo exclusivo acoplado a un movimiento de manufactura Hermès, desvelan sendas lunas de madreperla. Las esferas se desplazan como satélites por encima de lunas hemisféricas que han invertido los puntos cardinales: el sur está arriba; el norte, abajo.

Versión caja de oro gris y esfera meteorito

El caballo, figura icónica desde el inicio de la maison Hermès, galopa en la esfera. A las 12 h, la luna se adorna con un Pegaso, obra de Dimitri Rybaltchenko. Esta representación del caballo alado, titulada Pleine Lune, traza el contorno de un pasadizo entre dos mundos, donde magia y realidad se confunden. Al otro lado, a las 6 h, se refleja con realismo la superficie de la luna vista desde el hemisferio norte.

Los dos contadores móviles que indican hora y fecha gravitan, se desplazan por la esfera y desvelan los discos lunares sin perder nunca su orientación horizontal. Un módulo patentado y desarrollado para Hermès se encarga de orquestar esta danza contemporánea. Con un grosor de solo 4.2 mm, sus 117 componentes pulidos y granallados se integran en un movimiento de manufactura Hermès H1837 automático. Este logro técnico permite preservar la finura del chasis móvil, que tarda 59 días en sobrevolar completamente la esfera. Las lunas de madreperla incrustadas en la piedra muestran las fases de los hemisferios norte y sur.

En este espacio-tiempo, el metal, las estrellas y la roca combinan movimiento y revestimiento en un espectáculo técnico y estético con una simbología gráfica y sencilla. La doble luna se eclipsa con un mecanismo de ventanilla tradicional para mostrarse en toda la superficie de la esfera.

La caja Arceau de asas asimétricas, diseñada en 1978 por Henri d’Origny, se convierte en un cráter lunar de meteorito o de aventurina. Las esferas lacadas tienen cifras arábigas con la tipografía inclinada típica del modelo Arceau. Hay dos series limitadas de 100 ejemplares cada una, y se viste con una correa de aligátor mate grafito o azul abisal.

Como dice Delhotal, “en Hermès no nos tomamos nada en serio pero hacemos las cosas seriamente. Deseamos que estén bien hechas pero amamos quedarnos dentro de una fantasía creativa”. Con este reloj lo consiguen.

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