Catherine Eberlé Devaux, directora de TAG Heuer Heritage, nos habla sobre la responsabilidad de reinventar el patrimonio de la marca. Colecciones como Monaco y Autavia que tomaron un nuevo aire son ejemplo de su labor. También está al frente del taller vintage, una tarea esencial para mantener viva la historia de la marca.
TR: Para TAG Heuer la identidad, es portar el código racing como lo hace en sus colecciones Carrera y Monaco, del cual celebramos el aniversario 50. ¿Algún capítulo secreto o escondido de la historia de la marca más allá del ADN racing de TAG Heuer? (risas al final de la pregunta).
CED: Esto es una parte de nuestra historia en la que estamos completamente familiarizados. Hemos pasado varias veces por ese camino, por lo que es difícil encontrar nuevos secretos o nuevas anécdotas, pero para mí se trata de un enlace orgánico, natural que comenzó desde inicios del Siglo XX y que pasó en lo que producíamos esas herramientas. Se trataba de relojes útiles, que no eran frágiles y con un propósito. Eran útiles para las personas que conducían o que necesitaban contar el tiempo fuera de la pista. Jack Heuer llegó y él, es más un ingeniero y un entrepreneur que un relojero, fue quien inventó esta comunicación y marketing del racing. Estamos satisfechos de ser la primera marca no automática, que patrocinó a los conductores. Se trata de un mensaje muy fuerte, no es sólo una asociación como tal, es un espíritu de invención.
Hablando del nuevo Autavia ¿no es un poco arriesgado parar el cronógrafo y crear un nuevo acercamiento? ¿Cuál es el sentimiento del mercado? A nuestro parecer esta funcionando muy bien.
Bueno, hoy en día no puedes lanzar una colección solo con cronógrafos. Los cronógrafos son más atareados, voluminosos, más grandes y algunos de nuestros clientes solo quieren un reloj sencillo, fácil, pequeño y más elegante. Cómo queremos establecer el Autavia como la nueva colección, debimos parar en algún punto y así escogimos este reloj, pero no pararemos ahí. Ahora lo uso desde un par de meses y me encanta la pátina que tiene, además se puede cambiar la correa de una manera muy fácil.
¿Cuáles son los principales problemas que enfrenta el taller en para restaurar una pieza?
Siempre es aumentar y mejorar el conocimiento y el saber hacer de los maestros relojeros. Quiero asegurarme que cuando restauran una pieza, realmente se respete el criterio de cuando la pieza se produjo originalmente. Que se trate de la versión correcta de las manecillas, que el pulido esté bien hecho y por supuesto el movimiento funcione. Tenemos unos algunos componentes, los cuales contemplan un inventario de las décadas de los 40, 50 y 60, pero no llegamos a tener grandes cantidades. Para varios movimientos que fueron usados en los relojes Heuer, no tenemos las guías técnicas. Entonces los maestros relojeros deben descifrar cómo funciona el movimiento, qué tipo de componentes necesita. Cuando no tenemos el stock, se hace una reproducción al 100% in-house. En ese caso, usamos las piezas del museo para tener el ejemplo correcto del componente, rueda, calibre, etc. El departamento CAD funciona como un mapa de los componentes y luego acudimos al área de prototipos para fabricarlo.
Debe de ser una posición muy interesante porque tiene todo el legado y está involucrada en el desarrollo del nuevo Isograph. ¿Cuál cree que sea la brecha entre el nuevo y el viejo, existe alguna diferencia?
Bueno, creo que tengo el trabajo más interesante de la compañía y estoy muy feliz de estar a la cabeza de este departamento. Siempre es complicado el tiempo; cuando desarrollamos una nueva pieza, siempre debemos sentarnos y ver los archivos propiamente. Encontrar este pensamiento del tiempo que nos lleve al final del proyecto y que realmente exploremos bien la idea. Esto es parte de la principal frustración al hacerlo. Es un prisma que aparenta esto, pero si ponemos atención, aunque tiene raíces históricas, es algo completamente moderno y con un nuevo diseño. La colección Aquaracer, es pura modernidad, pero tiene un gran valor por el dinero, parece un reloj de lujo. Estamos en un periodo en el que puedes escoger entre diseños inspirados en la historia, como en las décadas de los 20, 30, 40 ,60 o los 70 que están de regreso, o es muy moderno y futurista, avant garde. La colección Carrera o Heuer 02 son líneas muy modernas y completamente actuales, un diseño de hoy. Existen menos estándares, estamos más abiertos a las variaciones.
¿Por qué los relojes vintage han aparecido más en los últimos años?
Es global, no es solo de relojes. Se ve en los muebles, en la ropa, en los coches. Creo que es más que una tendencia, uno de los movimientos de moda que ha aumentado y que va a durar porque hoy en día, la gente quiere tener un producto con raíces, que cause emoción y que cuente una historia. En vez de tener una camiseta moderna, tienes una vintage que tiene el mismo corte que la de Marlon Brando en un Tranvía Llamado Deseo; tienes algo más, es un extra comparado con sólo tener un producto nuevo. Es más versátil hoy en día, usar una camisa y un buen saco, pero puede ser que mañana uses un gran suéter y jeans o khakis y sientes que necesitas otro reloj que vaya con tu estilo de vida.
¿Qué se necesita para convertirse en un icono dentro de la relojería?
Necesitas tiempo. Necesitas suerte y tiempo, al igual que con un buen vino. Imagina que produces vino, vas a poner las mejores uvas, una gran selección en el mejor barril y tendrías como resultado el mejor vino, pero sólo el tiempo lo dirá. Es lo mismo para un reloj. Ponemos toda nuestra energía en uno y realmente esperamos que sea un nuevo icono o por lo menos un hito y hoy lo es, pero en 10, 20 años, no lo sabemos. Solo podemos poner nuestra mejor intención y esfuerzo aquí, al igual que mis colegas para preparar esto, pero solo el tiempo lo dirá. Esto sucedió con el Monaco. Fue una idea de pura innovación, un guardatiempo revolucionario gracias al calibre, pero también a la caja, el color y no emocionó al mercado, no llegó a su audiencia, las ventas fueron muy bajas. Por eso tuvimos inventario suficiente para ponerlo en la muñeca de Steve McQueen en la película Le Mans y fueron 20 años después de eso. En 1998 lo volvimos a presentar, con una mayor similitud a la imagen de McQueen. Entonces se convirtió en un icono. Los nuevos clientes fueron los que dijeron que era un reloj “súper cool”, les gustó y los que tenían uno desde los años 70, pensaron que podían revivirlo, y así volvió a nacer. Si eso no hubiera pasado, no sería un ícono hoy. Cuando desarrollas un nuevo reloj, lo único que puedes hacer es ponerle toda tu buena energía y pensamientos para hacer lo mejor de él, pero no puedes asegurar que va a ser un icono, el tiempo lo dirá.
¿Cómo es el comportamiento de TAG Heuer en las subastas? ¿Cuál es su sentimiento sobre las piezas antiguas?
Empezamos este departamento de Heritage hace tres años y realmente podemos ver un incremento en los precios de las piezas que se han subastado. Trabajamos con las casas de subastas y con las principales distribuidoras para ayudarles a tener la información que les ayude a realizar un mejor trabajo en sus catálogos y clasificaciones. Aunque no identificamos las piezas, también ayudamos en decir sí tienen un bisel equivocado, por decir, que no sea el correcto y que pertenezca a otra colección o reloj, explicar cuando el movimiento no esté bien y si le faltan piezas, etc. Ayuda a limpiar el mercado y a tener mejores piezas de calidad. Mayor calidad quiere decir mayor precio y sí, esto es algo que monitoreamos desde cerca. Es parte del valor de la marca hoy en día. Steve McQueen usó 4 relojes Monaco en la película Le Mans, que por cierto es la pieza más cara y uno de ellos está en nuestro museo. En agosto de 2012, un reloj de esa colección alcanzó, en conjunto con la prima por encima del precio de martillo, un precio superior a los 800 mil dólares.
¿Cuáles son las piezas más hermosas de TAG Heuer que tienen en el museo? ¿Cuál prefiere?
Bueno, hay diferentes tipos de respuestas a eso. Tenemos un Carrera dorado de 1972 que perteneció a un conductor sueco, Ronnie Peterson, una pieza impresionante, muy bonita con un grabado en el reverso de la caja hecho por Jack Heuer, especialmente para él. También destacan las piezas de la familia Heuer, del tío de Jack, de su padre, de su tatarabuelo. Una de ellas es una pieza de escuela del fundador, todas son completamente únicas y nunca podrías reemplazarlas. Personalmente, hay un par de relojes que realmente me gustan, por el espíritu que tienen detrás y el porque se hicieron y desarrollaron como el Ringmaster. Es un cronógrafo, no es un reloj, no dice el tiempo, sólo puedes medir y lo específico es que viene con siete anillos, lo que quiere decir que hay que desatornillar el vidrio y cambiarle el anillo para tener el adecuado, de acuerdo al tiempo que quieras medir, desde una pela de box hasta un partido de futbol, pasando por un conteo regresivo de una regata, y el séptimo anillo está en blanco, lo que permite al portador, crear sus propias marcas. Podría ser el verdadero ancestro del connected watch.