El factor sorpresa es retro

Nuevo año, nueva década, nuevas expectativas y desafíos. H. Moser & Cie. comienza 2020 con este mantra y lanza una nueva colección que apela al factor sorpresa de los coleccionistas. Un reloj que conserva su ADN de esfera diáfana y minimalista pero que recurre al espíritu retro en su diseño. Streamliner Flyback Chronograph Automatic inicia una nueva línea totalmente distinta pero con la huella reconocible de la casa suiza. Por primera vez, incluye un cronógrafo flyback central y un brazalete metálico integrado al reloj. El nombre Streamliner se inspira en los primeros trenes de alta velocidad de los años 20 y 30 del siglo XX, cuyas curvas redondeadas se proyectan en la caja del nuevo guardatiempo. Además, el culto al minimalismo de la firma se hace realidad en la concepción de las funciones, la estética y la ergonomía.

Edouard Meylan, CEO de H. Moser & Cie. lo dice claramente: “Comenzamos diseñando un brazalete cómodo, elegante y diferente, y más tarde creamos el modelo en torno a la función de cronógrafo. El Streamliner es un cronógrafo que muestra la hora y no un reloj que también lleva función de cronógrafo. Al decidirnos por una indicación central, sin esferas secundarias, optamos por la sobriedad, la ergonomía y la legibilidad, en coherencia con nuestra filosofía minimalista. Hemos tomado la verdadera esencia del cronógrafo y la hemos elevado a un nuevo nivel”.

Se puede decir que empezaron la casa por el tejado. Pero el resultado ha sido impecable. Es más robusto que sus otros modelos. Destacan sus líneas fluidas, curvas geométricas y formas dinámicas.

El nuevo diseño ha necesitado cinco años de maduración. El resultado es un reloj que se une a la apuesta de los brazaletes integrados a la caja del resto de la industria, como Hublot. Es de acero y su caja tipo cojín mide 42.3 mm. La corona es descentrada y lleva una M grabada. Los pulsadores del cronógrafo se sitúan a las 10 h y a las 2 h.

Esta nueva línea que simboliza un puente hacia el futuro late con un calibre de cronógrafo fabricado por AGENHOR, “el primer cronógrafo automático que incorpora una función flyback de indicación central”. Gracias a su principio retrógrado, que permite que la aguja de los minutos salte instantáneamente al siguiente utilizando la energía acumulada y más tarde liberada por una leva de caracol, el calibre HMC 90d2 permite leer con mayor precisión.

La esfera refleja en un abrir y cerrar de ojos la genética de la casa, el acabado fumé al que se aplica un nuevo tono gris antracita con efecto griffé. Dos escalas en blanca y rojo miden en la periferia de la carátula los segundos (exterior) y los minutos (interior).  A las 12 h, el número 60 domina la esfera en un guiño a los cronómetros de los años 60 y 70. Es una edición limitada de 100 piezas.

En definitiva un salto al futuro con la intención de convertir este nuevo modelo en un ícono de la marca suiza.

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