Parece que lo hizo un niño

#ArtWeek y la cada vez más profunda relación entre la relojería y el arte contemporáneo.

“Así dibuja mi sobrino de cinco años” es una de las frases más escuchadas en las muestras y ferias de arte contemporáneo. Ya es un clásico. Y es que en gustos se rompen géneros y muchos críticos y espectadores privilegian la técnica al discurso. Para el inglés Damien Hirst, la frase con la que es común demeritar obras no es un insulto, sino lo contrario. “Pintar como lo hace un niño es algo que solo los grandes artistas pueden lograr. Esa cualidad que vemos en algunos dibujos de Picasso son, precisamente, lo que los hace extraordinarios”. Para Hirst, quien cobró fama mundial con su obra The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living (1992) en la que presentaba a un tiburón en formol dentro de una vitrina, admira del cubista español “su habilidad de expresar visiones completas, sentimientos y retratos a través de una infantil línea continua”.

“The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living”; Damien Hirst, 1992.

Hirst, el artista más rico de Reino Unido, estuvo detrás de una de las piezas más memorables y mejor vendidas de Swatch. La que se lanzó en 2018 para celebrar el 90 aniversario de Mickey Mouse (que ya había aparecido en el panorama relojero a causa de Gérald Genta, quien lo incluyó en un reloj de su marca homónima en 1998). Spot Mickey (1,999 piezas) y Mirror Spot Mickey (19,999), son relojes de cuarzo hechos de plástico. No hay materiales preciosos ni complicaciones ni nada. Sin embargo, causó furor por mostrar en su carátula la reinterpretación de un ícono de la cultura pop como es el roedor de Disney reinterpretado por uno de los artistas más importantes de estos tiempos.

El Mickey Mouse con los círculos característicos de la obra de Demian Hirst (izq.) junto al antecedente de este personaje animado en la relojería en un diseño de Gérald Genta.

Alianza estratégica
Swatch es una firma pionera
en las colaboraciones de artistas contemporáneos con el mundo de la relojería. Apostando por el cuarzo y el plástico, sabían que para llegar lejos tendrían que contar con un diferenciador potente y ya desde 1984, solo un año después de su conformación, invitaron a Keith Haring a diseñar una línea de relojes que se lanzó en 1986 (uno de ellos fue expuesto en el Costume Institute del MET en la exposición Items: Is Fashion Modern? que incluyó en total tres relojes Swatch con diferentes diseños). Hoy esto parte de su ADN y sus ediciones de arte se elevaron a objetos de colección. Además las formas de colaboración han evolucionado. Por ejemplo, en 2019 fueron con el artista pop Joe Tilson a la Bienal de Venecia, evento con el que generaron una alianza importante desde 2011 y cuentan con un hotel en Shangái, el Swatch Art Peace, que es también espacio de exhibición y residencia artística.

Swatch abrió el camino para este tipo de intervenciones tras su alianza estratégica con el artista pop Keith Haring.

Una tendencia irresistible
A su tiempo y desde su trinchera, otras marcas han replicado la estrategia de unir al arte con la relojería. De modo más convencional, por ejemplo, Jaeger-LeCoultre ha homenajeado al posimpresionista Vincent Van Gogh un par de veces en su Reverso y en una ocasión hizo también lo mismo a favor del neoimpresionista Georges Pierre Seurat. Richard Mille apostó por el arte urbano poniendo en su RM 68-01 Tourbillon los grafittis de Cyril Kongo y Corum también llevó la creatividad de la calle a la relojería cuando lanzó su Hobo Coin de la mano del neoyorquino Aleksey Saburov, manteniendo viva una tradición surgida durante la Gran Depresión de darle, por medio de un trabajo creativo y artesanal, cuando menos un mínimo valor a las monedas de cinco céntimos hechas de níquel con las que ya no se podía comprar nada. La firma de La Chaux-de-Fonds, por cierto, también hizo un par de modelos Bubble con el surrealista mexicano Pedro Friedeberg, cuya obra está presente en la edición más reciente de Zona Maco. Los ejemplos, como puede verse, sobran —y por fortuna—: Ulysse Nardin hizo un Freak Vision con Damien Hirst, TAG Heuer se dejó seducir por el art provocateur Alec Monopoly, Hublot ha brillado con sus colaboraciones con el francés Richard Orlinski y Bomberg presentó recientemente Cosmos, inspirado en el trabajo del arquitecto y artista mexicano Eduardo Terrazas que, realizado en conjunto con Berger, contó con una edición única en oro rosa que fue subastada en el Museo Jumex en un evento para apoyar al Patronato del Instituto de Pediatría. Berger, por cierto, sigue celebrando su centenario y consideró a Zona Maco el mejor evento para presentar un libro con su historia que fue intervenido por el mexicano Dr. Lakra, un artista irreverente y provocador que lo mismo hace mural que tatuaje y que no duda en combinar su trabajo con el mundo del lujo y de los relojes.

Cosmos de Bomberg en colaboración con Eduardo Terrazas frente a la obra “Sin título (2 personajes)” de Bridget Tichenor, ca. 1975, en Zona Maco.
El libro que celebra los 100 años de Berger con una caja intervenida por el artista Dr. Lakra. La presentación se realizó en Zona Maco.

Mecenas, tutores y otras formas de vivir el arte

El artista y mecenas Yoshua Okón recibiendo el premio Montblanc de la Culture Arts Patronage Award en 2018.

Gran ejemplo de las muy diversas formas de colaboración que existen entre estos dos mundos es el de Audemars Piguet, que cada año genera proyectos con artistas contemporáneos que se han convertido en una visita obligada en las ediciones de Art Basel, feria con la que hicieron alianza. Montblanc, por su parte, otorga premios a los mecenas actuales, entre los que han sido reconocidos los mexicanos Moisés Cosío, Yoshua Okón y más recientemente Aimée Labarrere de Servitje. Rolex cuenta con un programa de mentores y discípulos que une a artistas jóvenes de diversas disciplinas con figuras consagradas en su ramo para que tengan una relación de uno a uno y MB&F hasta creó la M.A.D. Gallery —con sede en Ginebra, Hong Kong y Dubái—, donde las exposiciones elegidas están todas relacionadas con el tiempo, la mecánica y la cinética. “Estoy convencido de que la relojería es un arte, pero solo para unos pocos”, dijo en The New York Times Maximillian Büser, fundador tanto de las galerías como de la firma relojera, que es considerada una de las más futuristas y poco convencionales del universo relojero; creadores de máquinas-esculturas que, para conseguir sus formas sorprendentes, tuvieron que ser pensadas con el entusiasmo y el atrevimiento que solo puede tener un niño.  —Mónica Isabel Pérez

Vista de la M.A.D. Gallery de MB&F en Hong Kong.

— Eventos imperdibles de la Semana del Arte de la Ciudad de México —

Zona Maco
Hasta el 9 de febrero.
Centro Citibanamex, Lomas de Sotelo.

Salón Acme
Hasta el 9 de febrero.
General Prim 30, Juárez.

Material Art Fair
Hasta el 9 de febrero.
Gran Casino Frontón México, Col. Tabacalera.

Feria de la Acción
Hasta el 9 de febrero.
Primavera 106, Col. Tacuba.

Siembra | kurimanzutto
Exposición colectiva.
Gabriel Orozco, Eduardo Abaroa, Dr. Lakra, Minerva Cuevas, entre otros.
Hasta el 8 de febrero.
Gob. Rafael Rebollar 94, Col. San Miguel Chapultepec.

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