Calatrava, el estandarte de Patek Philippe

Puede ser la única novedad que veamos de Patek Philippe este año. Este nuevo Ref. 6007A-001 Calatrava se convierte en el estandarte que celebra la ampliación de la manufactura. El nombre de la reconocible cruz griega con los brazos terminados en flor de lis a modo de volutas. Desde hace más de 130 años, la Cruz de Calatrava es la insignia de la Gran Dama de Ginebra. Los valores de una orden caballeresca que nacería en la Edad Media: nobleza, coraje, independencia y victoria.

Y la casa relojera traduce estos principios en belleza clásica, simplicidad artística y elegancia sobria. Patek Philippe adoptó como símbolo la Cruz de Calatrava el 27 de abril de 1887, según sus archivos. Así llega la Ref. 6007A-001 Calatrava, una edición limitada a 1,000 piezas que ya empieza a ser perseguida por los ávidos coleccionistas.

La Cruz de Calatrava grabada en la corona, el rotor automático y en cristal de zafiro del fondo: New Manufacture 2019. En 1997, justo para la inauguración de la manufactura en Plan-les-Ouates, se presentaron la famosa Ref. 5500 Pagoda y la Ref. 5029 Minute Repeater. Y la última gran efeméride fue la celebración del 175º aniversario en el 2014, con la creación del magistral Grandmaster Chime.

Es ya una tradición que Patek Philippe lance algún guardatiempo especial para festejar sus eventos relevantes. Y para celebrar el nuevo edificio de producción en Plan-les-Ouates, opta por esta pieza casual, elegante y de diseño inusual.

El nuevo Calatrava destaca por su caja de acero pulido y su ancho bisel. Y una arquitectura del diseño singular. La escala ferrocarril interior d el círculo horario con marcadores triangulares y las manecillas perforadas se inspiran en la Ref. 6006 Calatrava, que se integraría en la colección desde 2017. En el centro de la esfera, el dial presenta una textura de estilo “carbono” que juega con los reflejos de la luz de forma dinámica.

La Gran Dama apunta a la configuración técnica de este estilo expresivo. Tono azul grisáceo, sutil acabado circular satinado y números arábigos y agujas de horas y minutos en oro blanco, con acabado lacado y revestimiento luminiscente. Una pieza en 40 mm que integra el calibre automático 324 S C con ventana de fecha a las 3 horas.

La Ref. 6007A-001 Calatrava refleja la personalidad con una correa de piel de becerro con costuras decorativas blancas que recuerda al textil. Su relieve está en consonancia, en términos de color y estructura, para coincidir con el centro de la esfera. ¿Pero por qué lleva esta pieza conmemorativa luce una inscripción de 2019, si se ha presentado en 2020? Fue el año pasado cuando el primer grupo de trabajo entró y comenzó a utilizar las nuevas instalaciones de producción.

Nuevo edificio en Ginebra

La primera relocalización tuvo lugar en julio del pasado año, cuando se reubicaron partes del proceso de producción de componentes de los calibres. El nuevo edificio se eleva sobre 10 pisos —4 son subterráneos— y aporta unos 133,650 metros cuadrados. Un proyecto que comenzó en enero del 2014 y cuya construcción ha terminado en abril del 2020  con una inversión total de 600 millones de francos suizos.

El diseño arquitectónico ha sido realizado por Frisk de Marignac Pidoux (Genève) y el diseño de interiores por Frei & Setefani SA (Thônex). Una construcción que sigue el protocolo de consumo de baja energía sustentable de las autoridades de Ginebra. Como reconocía Thierry Stern al presentar este proyecto, se perseguían dos objetivos: la reubicación de los talleres de Perly a Plan-les-Ouates y la provisión de espacio adicional para las crecientes actividades de producción y capacitación.

El problema no era aumentar el volumen de relojes producidos, que actualmente alcanza casi las 62,000 piezas por año. La producción anual ya está limitada de forma natural por las directivas de calidad extremadamente estrictas del Sello Patek Philippe. El proyecto quería asegurar unos recursos de producción más eficientes y racionales para afrontar los crecientes desafíos de la industria. Un espacio extraordinario que asegura las raíces ginebrinas de la compañía familiar. Y un capítulo más en la historia de Patek Philippe con la hora bien ajustada.

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