Robert Greubel y Stephen Forsey revelan un nuevo reloj con un gran volante inclinado de gran precisión que levita en una caja de titanio resistente al agua hasta 100 metros. Un guardatiempo solo apto para la vida de aventura activa. Su desafío ha sido fusionar de forma muy visible el deporte y la cronometría. Su exclusiva caja elipsoide, con perfil ergonómico y asas integradas, protegen al movimiento. Con este nuevo calibre, nace el Balancier S.
Greubel Forsey explora nuevas posibilidades en la arquitectura de cajas y su integración en la construcción de sus movimientos. A finales de 2019, inició un nuevo capítulo con el GMT Sport, una arquitectura nueva de la caja con líneas esculturales combinadas con ergonomía, robustez y comodidad. Ahora, la marca lanza una nueva interpretación de la exclusiva caja con un movimiento completamente nuevo. Esta caja muestra una vista circular desde arriba y una exclusiva forma elipsoide arqueada desde otros ángulos.
La corona de caucho y el canto con inserciones de caucho garantizan una excelente sujeción y protección del reloj. El cristal de zafiro elíptico y arqueado acompaña la curvatura de la caja. La perfecta ósmosis entre la caja y el movimiento se ve enfatizada, técnica y visualmente, por un atrevido doble puente arqueado suspendido, que sostiene un rodaje inclinado y unas curvadas agujas de las horas y los minutos en el centro. Estos elementos se integran y se extienden en un volante inclinado que aporta al reloj su potente identidad.
Destaca su gran volante inclinado a las 7 horas. En su afán por mejorar la cronometría, maximiza el espacio disponible mediante una caja y un cristal de zafiro arqueados, que aúnan estrechamente forma y función. En su incesante búsqueda de la precisión y el rendimiento, Robert Greubel y Stephen Forsey ya han desafiado la cronometría, especialmente al reinventar el mecanismo de tourbillon con el Tourbillon 24 Secondes, el Quadruple Tourbillon y el Double Tourbillon 30°. Eligieron un nuevo enfoque, basado en el gran volante revelado en 2016. Ahora, este volante se caracteriza por su diámetro extragrande de 12,6 mm, con gran rendimiento del reloj. Para permitir un preciso ajuste de la hora del momento de la inercia, el contorno del volante presenta seis tornillos reguladores dorados, insertados de tal forma que limitan la fricción aérea. En este nuevo calibre de carga manual, con varias patentes pendientes, el volante de Greubel Forsey puede apreciarse por primera vez en una construcción inclinada. Este ángulo de 30° con respecto al plano horizontal del movimiento demuestra ser una solución excepcional para los restrictivos errores de tiempo provocados por los efectos de la gravedad en el órgano regulador (volante, muelle y escape) en posiciones estables. Combinado con un volante de gran diámetro y una frecuencia de 21,600 alt/h, proporciona a este reloj un excelente rendimiento cronométrico.
Con dos cubos coaxiales en serie, el componente 308 del movimiento posee una reserva de marcha de 72 horas, indicada en un sector a las 2 horas con una aguja calada con puntas rojas. La indicación central de horas y minutos, con agujas de acero pulido estilizadas y caladas, se completa con un pequeño segundero en el plano inclinado del escape a las 8 horas.
Todos los componentes del movimiento están visibles a través del fondo de cristal de zafiro o escondidos en los misterios mecánicos que alberga. El savoir faire relojero se traslada también a biseles y contrafresaduras perlados y pulidos, toques perlados circulares y rectos. El uso de titanio para la platina y los puentes resulta mucho más complejo para los acabados a mano que el acero o, incluso, la plata niquelada, además de intensificar aún más el reto técnico y estético que este reloj representa.
La caja del reloj, realizada en titanio y resistente al agua hasta 100 metros, se caracteriza por su ligereza y comodidad en la muñeca. Su robustez protege el movimiento, especialmente su gran volante, probado en el Laboratorio EWT de Greubel Forsey, garantizando su fiabilidad y rendimiento cronométrico en cualquier momento. La correa de caucho flexible y resistente refuerza su dimensión deportiva, junto con la comodidad del cierre desplegable de titanio. Con el Balancier S Robert Greubel y Stephen Forsey van un paso más allá en su exploración de nuevos horizontes técnicos y estéticos.